Barinas le dijo no a la revolución, por Rafael A. Sanabria M.
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Los acontecimientos suscitados en el estado Barinas, con motivo de los comicios electorales efectuados el 21 de noviembre demuestran una vez más, la poca autonomía que tienen los poderes públicos en Venezuela.
Para nadie debe ser un asombro a estas alturas que el gobierno al verse perdido haya recurrido a viejas estrategias con la intención de sacar del juego al sector opositor. Pero el tiro le salió por la culata porque el pueblo barinés hizo respetar su voluntad. Es incomprensible que el candidato Freddy Superlano haya logrado inscribirse en el Consejo Nacional Electoral como candidato a la gobernación del estado Barinas y el poder electoral no se haya percatado que estaba inhabilitado, según recientes noticias los integrantes de la institución desconocían tal hecho, que extraño que el Tribunal Supremo de Justicia no haya informado a tiempo sobre el caso y esperó a que el candidato lograra su victoria. ¿Será que pensaron que la oposición no lograría la victoria en ese estado?
Ya en Venezuela tenemos un antecedente sobre el tema. En el 2015 sucedió lo mismo con Enzo Scarano alcalde de San Diego, Carabobo, si hacemos memoria es la misma historia en otro contexto diferente. Entonces para que alarmarnos si viene ocurriendo desde hace tiempo y se sigue guardando silencio.
Lo más descarado es el Tribunal Supremo de Justicia que en el año 2015 no emitió una respuesta inmediata a los diputados de Amazonas y en estos comicios en menos de 48 horas emitió su sentencia donde se anulaban las elecciones y se convocaba a nuevos comicios para el 9 de enero, justificando que el candidato estaba inhabilitado.
Lo contradictorio de todo esto es que el 30 de agosto de 2020 el presidente Nicolás Maduro le otorgó un indulto presidencial a: Freddy Superlano, Freddy Guevara, Tomás Guanipa y Américo de Grazia. El primero y los dos últimos candidatos en estos comicios, probablemente Tomás Guanipa y Américo de Grazia como no ganaron no están inhabilitados, pero si hubiesen logrado el triunfo ya integrarían de nuevo la nómina del TSJ.
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Con toda objetividad el oficialismo debe hacerse una revisión exhaustiva, porque haber perdido la cuna natal del gigante de la revolución es motivo de una buena lectura, porque el deber ser es que los lugareños de Barinas voten con los ojos cerrados por los ojitos de Chávez, por aquello que ellos llaman lealtad al legado. Quizás Barinas está en resiliencia pero descontenta, de allí la razón de haber depositado todo su malestar en las urnas.
Una vez más pierde fuerza la revolución y la gran tramoya armada, se debe a la rabia de haber perdido en el corazón de la revolución, pero Barinas está cansada de la hegemonía de los Chávez y de la mala gerencia del Ejecutivo Nacional.
Así de contundente debe ser el ratón moral del gobernador que hizo su renuncia irrevocable del cargo, muy claro debe estar de la trampa orquestada por el séquito rojo, que está acostumbrado a imponer su voluntad.
Sigo creyendo que el voto es el camino para propiciar nuevos horizontes. Barinas el 9 de enero debe salir con más contundencia a sufragar por el cambio. Lo que no marcha bien hay que cambiarlo y ustedes lo demostraron el 21 de noviembre y ahora con más sagacidad están llamados a decirle no a esta supuesta revolución. En estas elecciones regionales el oficialismo restó un millón de votos con respecto a las elecciones regionales del 2017.
El llamamiento es a la oposición a que se organice, ya la tierra del comandante Hugo Chávez dio el primer paso, indicó que el voto si tiene su importancia. Hay que seguir luchando no se puede entregar un país por miedo, apatía o ansias de poder.
El año 2022 es crucial para Barinas, porque debe regresar a las urnas, y para Venezuela porque debe activar el Referendo Revocatorio. Oposición sé inteligente. Es el momento, ahora mismo, de podar el árbol de la construcción democrática, del raciocinio y del avance, para que de inmediato salgan los brotes frescos, nuevos, que enrumbarán al país para su progreso definitivo.
Rafael Antonio Sanabria Martínez es profesor. Cronista de El Consejo (Aragua).
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