Bienvenidos al festín de Albaltazar, por Jesús Elorza
Twitter: @jesuselorza
Los jóvenes deportistas no lograban entender a qué se referían las autoridades deportivas del país cuando anunciaban la celebración de los Juegos del ALBA en el territorio nacional, desde el 21 hasta el 28 de abril 2023. Todos pensaban que esas parodias de eventos deportivos habían pasado a la historia, puesto que no se realizaban desde hace 12 años. Su más reciente versión fue en el año 2011.
Pero, más que las fechas, lo que llamaba la atención de los atletas, entrenadores y dirigentes deportivos era todo lo concerniente a las razones que motivaron la puesta en escena de esa parodia de juegos, ya que las organizaciones deportivas del ciclo olímpico relacionadas con nuestro país, (Odebo-Odesur-Odecabe-Odepa-COI), no tuvieron ni tienen ninguna relación con la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América, ALBA. Esta situación motivó a muchos miembros del sector deportivo venezolano a revisar distintos materiales históricos, económicos, políticos y deportivos para tener una visión más clara con respecto a los referidos juegos.
Los hechos más relevantes conseguidos señalaban claramente que el surgimiento de esa organización fue producto de una alianza política estratégica entre el dictador cubano Fidel Castro y Hugo Chávez para expandir, en el plano del regionalismo, todas las demandas y banderas levantadas por el conjunto de actores y movimientos sociales antineoliberales orientados hacia la edificación del Socialismo del Siglo XXI.
En este esquema quedó claramente definido que las orientaciones ideológicas del proceso provendrían con carácter de exclusividad del dictador Fidel Castro y el apoyo económico lo asumiría totalmente Hugo Chávez, el ungido como nuevo mesías debido al incremento sin precedentes de la renta petrolera. El 14 de diciembre de 2004 en La Habana, Cuba, celebrado en el teatro Karl Marx, se firma una Declaración Conjunta de los Comandantes Fidel y Chávez dando paso al nacimiento oficial de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América.
Tras la llegada de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, en abril de 2006, el país andino se convierte en el tercer miembro del organismo. Nicaragua, con Daniel Ortega al frente, es el cuarto país en entrar a formar parte del Alba, en 2007, un año antes de que lo hiciese la Honduras de Manuel Zelaya.
Tras el golpe de Estado contra el presidente Zelaya, Venezuela decidió la salida de Honduras de Petrocaribe para evitar que la ayuda económica de Caracas fuese a financiar al Gobierno impuesto. La salida de Honduras se concreta en enero de 2010.
Ecuador es el último de los miembros más activos del Alba en entrar al organismo, en 2009, año en el que se cambia el nombre de la institución, que pasa a llamarse Alianza.
El ALBA lo completan Antigua y Barbuda, Dominica, Santa Lucía y San Vicente y Las Granadinas. Actualmente, tiene nueve países miembros.
Haití, Irán y Siria son miembros observadores del Alba, lo que siempre generó gran polémica.
El nuevo mesianismo promovido por Fidel en la figura de Chávez, comienza a proyectarse a través de donaciones, exoneraciones de deudas, descuentos en la venta de petróleo, compra de bonos de la deuda y algunos otros tipos de caridad hacia los países integrantes. Los poderes petrolero y financiero de Venezuela, ahora en cuestión, han ejercido en el ALBA un influjo magnético.
Al margen de pactos bilaterales y Petrocaribe, un club de consumidores de petróleo diseñado por Hugo Chávez para proyectar su propia influencia política en las Antillas, decir sí al ALBA era el camino más fácil para obtener acceso a combustibles baratos, la eliminación de aranceles entre algunos países y la facilitación de alianzas regionales. Las exportaciones venezolanas a los socios promediaron durante el último quinquenio unos 4.000 millones de dólares al año.
El nuevo y populista mesías, billete en mano, dio la más cordial bienvenida al banquete a todos los miembros del ALBA con la consigna “Pidan que hay” para comprometerlos en el proyecto revolucionario Socialismo del Siglo XXI.
Ni cortos ni perezosos, los invitados comenzaron a pedir:
-El cubano pidió construcción de 150 casas por año, refinerías, electrificación, 100.000. barriles diarios de petróleo, pago de 1.500 dólares mensuales para cada médico de Barrio Adentro, planta de lubricantes y aceites, apoyo al sector turismo, planta de gas licuado, creación de una compañía naviera, 1.500 dólares mensuales para cada entrenador al servicio de Barrio Adentro Deportivo.
-Seguidamente el boliviano siguiendo el ejemplo del cubano se dejó de vainas y pidió con su cara muy lavada, 150.000 barriles mensuales de diésel, flota de helicópteros Super Puma, buque petrolero, planta termodinámica, insumos químicos para la producción de coca y financiamiento de 5.000 becas de estudio.
-Nicaragua no peló ese boche y solicitó suministro de petróleo, programas de salud y educación, viviendas, energía eléctrica y construcción de una refinería.
-Dominica con cara de yo no fui, se limitó a pedir 10 millones de dólares para la construcción de un aeropuerto.
Antigua y Barbuda, San Cristobal y Nieves, San Vicente, Las Granadinas, y Santa Lucía se pegan a la teta de los recursos provenientes de:
-Fondo ALBA-Caribe con 50 millones de dólares para el financiamiento de programas sociales y económicos para los países del Caribe.
-Fondo Petro-Caribe con 743.000.000 de dólares para cubrir la distribución de 170.000 barriles diarios de petróleo a los países del Caribe.
En síntesis, en este contemporáneo «festín de Baltazar» desde la creación del ALBA en el 2004 a la fecha de hoy, 2023, el régimen venezolano bajo la directriz de la dictadura cubana ha despilfarrado más de ¡¡¡100.000 millones de dólares!!!, en su pretendida, ineficaz y fracasada política de diseminar por toda América y el mundo el falso Socialismo del Siglo XXI.
Todo está muy bien, dijo un atleta. ¿Pero cómo queda el deporte en esa populista y dictatorial política del ALBA?
Bueno, ese festín o banquete que se dieron y se siguen dando los miembros del ALBA a costilla de los recursos económicos de Venezuela no se podía quedar sin el postre y a partir del año 2005 dieron paso a la creación de los Juegos del ALBA con el mismo esquema político que rige a la alianza. Es decir, que Venezuela paga todo.
Y así lo hemos visto como las sedes de las cuatro ediciones de los juegos (2005-2007-2009-2011) solo han sido repartidas entre la dictadura cubana y la venezolana con el agravante que nuestro país paga todo lo concerniente a transporte, alojamiento, alimentación y materiales de todas las delegaciones con el agregado que, en las dos ediciones celebradas en La Habana, Cuba, el régimen venezolano pagó las remodelaciones y la construcción de instalaciones deportivas.
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Luego de 12 años sin celebrar los referidos juegos, ahora en este año pretenden reactivar su celebración nuevamente en nuestro país y con el mismo esquema «Venezuela paga todo»… qué mantequilla. Mientras tanto, nuestros atletas no tienen los recursos para prepararse y representar al país en los Juegos Centroamericanos y Panamericanos que se realizarán este año.
Con la invitación a los atletas rusos a participar en los juegos se estaría preparando el terreno para anunciar el envío de milicianos a combatir en la invasión a Ucrania…fin de mundo.
Jesús Elorza es Licenciado en Educación, profesor en la UPEL