Bolivia investiga posible explotación infantil de niños venezolanos para pedir limosnas
En agosto, las autoridades de Bolivia informaron que los menores de edad procedentes de Venezuela pueden regularizar su estatus migratorio
El viceministro interino de Seguridad Ciudadana de Bolivia, Wilson Santamaría, anunció el lunes 7 de septiembre que están investigando el posible uso de niños de nacionalidad venezolana que estarían siendo «alquilados» para ir a pedir dinero en las calles en la ciudad de El Alto, por lo que detalló que la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) está al frente de las pesquisas acerca de la posible explotación infantil que se registra en esa urbe.
Santamaría manifestó que al Estado boliviano le preocupa el bienestar de los menores de edad venezolanos, mientras funcionarios llevaron a cabo un operativo dentro de un alojamiento en la zona Villa de Dolores donde estaban más de 20 de nuestros nacionales y en el que verificaron que muchos de ellos tienen una situación migratoria irregular, ya sea por haber entrado de ilegales o porque su visa de turista expiró.
Este operativo se realizó a raíz de denuncias de vecinos y comerciantes que manifestaron que algunos padres «alquilan» a sus hijos a otros venezolanos para que vayan con ellos a vender dulces en las esquinas o a pedir limosnas.
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Wilson Santamaría indicó que si estas personas no regularizan su estatus migratorio ante los organismos correspondientes, corren el riesgo de ser deportadas.
Por su parte, secretario de seguridad ciudadana de El Alto, Dorian Ulloa, expresó que lo que quieren es que los derechos de los niños no sean vulnerados. «Nosotros como municipio, lo que queremos es que no se vulneren los derechos de los niños, no interesa cómo han ingresado al país, creo que es deber de todos nosotros evitar de que se vulneren los derechos de los niños», dijo a EFE.
Ulloa detalló que los operativos se seguirán llevando a cabo para verificar la situación de los niños venezolanos en Bolivia, así como de sus familias, muchas de ellas que viven en un cuarto y duermen en una cama hasta cuatro personas y con sus mascotas.
Entretanto, el ministro interino de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, indicó en una conferencia de prensa en La Paz que no se puede expulsar a todos los venezolanos «por más que no tengan la legalidad correspondiente» y reconoció que han arribado a Bolivia para escapar del hambre que hay en Venezuela, pero «los venezolanos que cometan delitos serán expulsados».
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A mediados de agosto, Migración Bolivia reveló que aquellos menores de edad que estén sin documentación o que la misma esté vencida, podrán regularizar su estatus migratorio en la nación del altiplano. Según el director del organismo, Marcel Rivas, el objetivo de la decisión busca que se reconozca a los niños que están en situación de calle «y que pueden ser víctimas de tráfico y otros peligros”.
Entonces fue habilitada una dependencia especial para que los padres puedan acudir y dar fe que los menores son sus hijos, llevando todos los papeles necesarios para el reconocimiento como la fotocopia de la partida de nacimiento, cédulas o pasaportes aunque estén vencidos, trámite que se hará de forma gratuita.
Unos 10.000 venezolanos, entre refugiados y migrantes, residen en Bolivia, que se ha convertido en un nuevo destino para quienes escapan de la crisis en Venezuela y han abandonado además otras naciones como Colombia, Ecuador y Perú, según un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) difundido en mayo de 2020.