Bonifacia, la Bruja de Casalta y las predicciones para 2024, por Tulio Ramírez
Llegó de incógnito. Arribó al país a comienzos de diciembre. Anunció su viaje solo a los más cercanos, a su familia, algunos pocos allegados y, no podía dejar de hacerlo, a Rosita, su peluquera de toda la vida. Tanta discreción era comprensible. El temor a pasar las fiestas navideñas y de fin de año dando consultas a su extensa y fiel clientela, la obligó a planificar su viaje en la más absoluta clandestinidad.
El lector debe imaginarse de quién hablo. Sobre ella he escrito por lo menos tres o cuatro artículos, narrando parte de su vida y obra. Esta enigmática mujer por mucho tiempo fue consultora espiritual de políticos, empresarios, comerciantes, militares, deportistas, intelectuales, damas de alta sociedad, maridos celosos, mujeres desesperadas, solteronas y solterones habituales, personas con mala racha y, según dicen las malas lenguas, hasta un sacerdote fue captado por alguna móvil, ingresando subrepticiamente a su consultorio.
Se trata de Bonifacia, la Bruja de Casalta. Por años atendió a su clientela en ese populoso sector del Norte de Caracas, hasta que se refugió en Miami, huyendo de la paranoia enquistada en el poder. Desde el Norte, y gracias a la magia del internet, atiende a la distancia a personas urgidas de sus consejos y predicciones. “Contigo donde quiera que estés”, es el lema que encabeza la tarjeta de presentación y su página en las redes sociales.
Fui uno de los pocos a quien contactó. Planificamos el encuentro como si fuese un capítulo de Misión Imposible. Decidimos reunirnos en un cuchitril de Quinta Crespo. Todo con mucha discreción. El ambiente de incertidumbre en la que se encuentra el país, la hace objeto de interés por su capacidad adivinatoria.
Por todos los medios presioné para que me revelara sus predicciones para 2024. Su fama de gran pitonisa la precede. Aciertos acumulados a lo largo de los años, la hace una bruja muy cotizada en los mentideros políticos. Precisamente por ello, escogimos ese pequeño local incrustado entre las esquinas Pilitas y Mamey. Un barcito discreto y centro de reunión de parroquianos más preocupados por llevar algo de comer a la casa que de la política.
Con mucho misterio, mientras nos deleitábamos de una fría, sacó un sobre de su cartera. Me lo entregó por debajo de la mesa diciendo, “sabía que no te aguantarías y me preguntarías sobre las dichosas predicciones. Lee lo que está dentro del sobre, pero hazlo después que abandone el país. Recuerda que estoy de vacaciones”.
Tiempo después de ese encuentro y ya finalizada la primera quincena de enero, no había sabido nada de Bonifacia. Presumí que se había marchado a Miami, así que, con cierto nerviosismo, procedí a abrir el sobre. En su interior había un papel perfectamente doblado. Contenía tres párrafos numerados y asumí que cada uno se refería a una predicción. Pensé, “tanto misterio supone que son revelaciones que sacudirán al país. Fue por ello exigió que lo leyera estando ella a buen recaudo”. Bruja y previsiva.
El primer párrafo comenzaba así, “en 2024 Petro se convertirá en polvo cósmico y desaparecerá de la faz de la tierra”. Les juro que me asusté, “Dios mío, mi deber es alertar a la Embajada del hermano país”. El nerviosismo no me dejaba leer. Al finalizar el párrafo decía “no te olvides de poner el artículo “el”, antes de Petro y vuelve a leer”. Lo hice y deje de sudar frío, “en 2024 el Petro se convertirá en polvo cósmico…”. Se refería a la criptomoneda, esa que iba a hacer tambalear al dólar. Bueno, en realidad no se peló.
Fui al segundo párrafo. “A comienzos de enero habrá mucha tristeza en el país. Esa, a quien muchos venezolanos siguen con devoción, entusiasmo y esperanza, finalmente no la dejarán competir en la gran final”. Me dije, “Guao, esto si es un bombazo que estremecerá al país”. Pero espabilé, “ya va, espera un momento, estamos en enero y no he escuchado nada”.
Proseguí leyendo el texto, “ella, la nave turca, será eliminada del campeonato y los magallaneros sufrirán una inmensa decepción”. “Qué guasonsita Bonifacia” me dije a mí mismo. Estuve a punto de romper la carta pero reflexioné, “la verdad en esto tampoco se equivocó, cuando me dio el sobre había chance de pasar a la semifinal”.
Sin muchas expectativas continué la lectura. “En lo personal, querido amigo, tendrás una suerte única. En 2024 ganarás todos los sorteos. Tu oficina saldrá sorteada para la auditoría; al azar serás escogido por el Seniat para revisar tus declaraciones de impuesto; se rifará la presidencia de la Junta de Condominio del edificio y el número de tu apartamento será el premiado…”, no seguí leyendo y salté hasta la postdata de la bruja.
“Apreciado amigo, te deseo un feliz 2024 y recuerda, la curiosidad mató al gato”. De lo que sí estoy seguro es que la próxima vez que nos veamos, le preguntaré sobre cualquier cosa, menos sobre las predicciones del año siguiente.
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Tulio Ramírez es abogado, sociólogo y Doctor en Educación. Director del Doctorado en Educación UCAB. Profesor en UCAB, UCV y UPEL.
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