Cabello en la constituyente, por Fernando Luis Egaña
La “lógica” de la hegemonía roja no es complicada: si la llamada constituyente es “plenipotenciaria”, entonces tiene más poder, en teoría, que Maduro; y si Diosdado Cabello logró que fuera nombrado jefe de esa constituyente, entonces, en teoría, tiene más poder que Maduro. En todo caso, desde el punto de vista formal, Cabello no está por debajo de Maduro en la jerarquía de la hegemonía.
¿Cuáles son las consecuencias de esto? No lo podemos saber con certeza, pero sí podemos suponer que en la puja endógena por el poder, Cabello ha avanzado un tanto más. Para la propaganda, todo es risa y abrazo: “hermanos del alma”, como decía el predecesor. Pero la realidad es completamente distinta y se puede intentar disimular, sin mucho éxito, por cierto.
Se trata, por ende, de un hecho político muy importante. Quién sabe si decisivo, pero en todo caso, repito, muy importante. Son varias las corrientes del conflicto al interior de la hegemonía, una de ellas la de Cabello. Tiene una dimensión militar de la cual carecen otras corrientes, y un alcance que no conoce limitaciones en el campo económico.
*Lea también: Los vengadores, por Luis Manuel Esculpi
El tema militar ha debido de pesar en el referido nombramiento. Se especula mucho al respecto de la situación de las Fuerzas Armadas. Se conoce que hay una serie de detenciones y ante el silencio informativo, lo que queda es la cascada del rumor. ¿Sería un factor para que Cabello llegara a la presidencia de la constituyente? La pregunta hay que hacerla, a pesar de que las respuestas sean esquivas.
También sería interesante tomar en cuenta la referencia cubana. ¿Raúl Castro estuvo de acuerdo o fue una situación que escapó a su control? Se ha comentado mucho que Cabello no tiene el mismo beneplácito habanero que Maduro, y que otros más. Todo es posible en el reino de la opacidad y secretismo que impera en el poder establecido. Mucho de lo que parece, no es. Y mucho de lo que es, no parece. Así suelen ser las cosas en los despotismos
El predecesor apartó a Cabello de la primera línea de sucesión, pero éste no ha dejado de buscar el rol protagónico. De acuerdo al lenguaje oficialista, ahora encabeza una “asamblea plenipotenciaria”. Un poder que rivaliza y hasta puede superar el de Maduro. Cabello no desaprovechará la oportunidad que se ha labrado para encumbrarse.