Cacería en la FAN, por Teodoro Petkoff
Informe de la DIM revela presión política de Chávez sobre los militares
Hoy publicamos, en las páginas 26 y 27, un documento inquietante. Es de la DIM y está firmado por su director, general Rafael Martínez Morales. Es del 25 de mayo y su destinatario obvio es el presidente. Pretende ser una radiografía de los generales y almirantes de la FAN, a los cuales se clasifica en tres grupos: revolucionarios, institucionalistas y disidentes. Revise la lista de los ascensos recientes y compárela con las de la DIM, que hoy publicamos, y podrá apreciar cómo las supuestas decisiones puramente «meritocráticas» del presidente en realidad fueron tomadas a partir de las recomendaciones POLITICAS que recibió de su organismo de inteligencia. La gente ascendió o fue retardada según un criterio único, que el general Martínez Morales expresa en estos términos: «la fidelidad y la lealtad hacia el Comandante en Jefe y la Revolución».
Negro sobre blanco está puesto; en la FAN debe desarrollarse un doble trabajo: uno de «catequesis» para «captar» a los oficiales «institucionalistas» y otro de «segregación terminal» para lograr la separación «voluntaria y paulatina de todos aquellos elementos perturbadores de la buena marcha de los objetivos». Los «perturbadores» son, desde luego, los calificados de «disidentes». Todo con «la intención de profundizar el proceso de ideologización interna», con vistas al «robustecimiento del proyecto del Comandante en Jefe». Para ello «es necesario dar prioridad en las valoraciones a aquellos profesionales identificados plena y absolutamente con ejecutorias revolucionarias». Sugiere el documento que «debe iniciarse en profundidad un proceso de catequesis en prioridad hacia los factores institucionales, que son los más permeables; y con una baja prioridad orientar este método hacia la disidencia, el cual en última instancia, debe producir la segregación de aquellos casos irreversibles». Ya usted sabe, pues, quién ascendió y por qué, y quién no y por qué.
Como conclusión se sugiere al presidente «la habilitación de recursos organizacionales que faciliten la catequesis de los cuadros institucionalistas que puedan permear hacia el proceso e igualmente decisiones para obligar a las fuerzas contrarias a fijar posiciones conclusivas, lo que otorgaría las medidas segregacionistas y excluyentes por la institución armada, a estos factores». O sea, vamos a hacerles la vida imposible para que pidan la baja. Este documento revela la intención de transformar a la FAN en una institución colocada al servicio de un «proyecto revolucionario», con mengua de su condición constitucional: «En el cumplimiento de sus funciones, está (la FAN) al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna» (Artículo 328 de la Bolivariana). Aquí se confiesa un plan para, a partir de los «revolucionarios», llevar adelante un trabajo ideológico en la FAN, dirigido a hacer de ella una fuerza armada claramente politizada y partidizada, al servicio de la parcialidad política del presidente y de su propia persona. Eso está escrito, en clara contravención de lo que la Constitución establece. Esto es gravísimo. La información que hoy publicamos nos la hizo llegar un oficial, más que preocupado, angustiado, por el desarrollo de un plan que lisa y llanamente está orientado a hacer de la FAN una suerte de partido político armado, una guardia pretoriana que asuma la conducción del gobierno