Cambio en paz… ¿Será posible?, por Griselda Reyes
Cambio en paz para Venezuela… ¿Será posible este 2024? Esta pregunta ha retumbado muchísimo en mi cabeza en los últimos días, mientras diversos sectores de la vida política y pública de nuestro país deshojan la margarita en procura de la fecha de las elecciones presidenciales.
Todas las corrientes políticas respondieron al llamado hecho desde el Poder Legislativo. Han sido muchos los pronunciamientos que la opinión pública ha conocido, no solo sobre una eventual fecha de los comicios, sino de las condiciones mínimas que una elección medianamente transparente merece.
En artículos anteriores he hecho referencia a lo que creemos debe ser prioridad en torno a un evento presidencial en nuestro país: Observación internacional, competitividad real entre quienes aspiren la silla de Miraflores, depuración del Registro Electoral, y siendo muy optimistas, voto de los venezolanos en el extranjero.
Ahora quisiera ahondar en el resultado de los comicios previstos en la Constitución para este año. No se trata de hacer una elección por cumplir con un requisito. No se trata de hacerse un chequeo médico general.
Por la coyuntura que hoy vive el país, las presidenciales tienen un peso vital para el porvenir de Venezuela y de su gente.
El cambio en paz solo será posible respetando lo que nuestra Carta Magna y la normativa electoral vigente establecen. Esto lo planteo como un serio llamado a todos los sectores del país.
Unas elecciones a la medida del chavismo solo servirán para retroceder al año 2018. Serán la excusa perfecta para que la comunidad internacional muerda el anzuelo de volver a imponer sanciones contra la República, medidas con las que hemos estado siempre en total desacuerdo porque vuelven a los pobres más pobres.
Hago un pequeñísimo inciso en esta materia: Nicolás Maduro y quienes lo acompañan en funciones de Estado no han retrocedido ni un milímetro por las medidas internacionales. No soy madurista, ni tampoco fui chavista; creo que es un ejercicio de realidad que todos los ciudadanos deben hacer.
Por el otro lado, tampoco la abstención nos salva. Aunque parezca muy repetitivo, hay que poner las realidades como son: dejar a Nicolás Maduro correr solo es una novela que el país no quiere ver en repetición.
Las encuestas que he podido revisar en las últimas semanas dan señas que los venezolanos están dispuestos a votar y tienen claro, según estos sondeos, que salir de la crisis no puede estar únicamente amarrado a una candidatura.
El grueso de este país no está esperando a un mesías, pero si tiene la plena convicción que no quieren más de este socialismo que los ha arruinado. Seis años más de esta tragedia nacional sería imperdonable desde todo punto de vista.
Los extremos deben procurar, por el bien del país, una elección creíble, seria. Los actores de la vida nacional, todos, estamos obligados a remar en función de ello.
Griselda Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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