Canciller de Maduro se reunió con 46 países en la ONU: ¿de qué tipo de amigos presume?

El mapa diplomático que trazó Yván Gil en la ONU 2025 habla por sí solo. De los 46 países con los que sostuvo encuentros bilaterales, más de la mitad son regímenes autoritarios y apenas cuatro están considerados “Libres” por Freedom House, entre los 193 Estados miembros de la organización. Venezuela consolida así una política exterior anclada en gobiernos no democráticos o señalados por violaciones de derechos humanos
En el marco del 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA 2025), el canciller venezolano Yván Gil sostuvo encuentros bilaterales con representantes de 46 países. A través de su canal de Telegram, el funcionario fue divulgando fotografías de sus sucesivos encuentros con los de otras naciones. La lista dibuja con claridad el mapa diplomático de Nicolás Maduro: una red de aliados marcada por regímenes autoritarios, economías extractivistas y gobiernos cuestionados en materia de derechos humanos.
De los 46 países, 28 (61%) están clasificados por Freedom House 2025 como “No Libres”, un grupo donde figuran Rusia, Bielorrusia, Irán, Corea del Norte, Cuba, Nicaragua, Tayikistán, Ruanda y varios gobiernos africanos como Chad, Sudán, Mali o Burkina Faso. Otros 10 (22%) son considerados “Parcialmente Libres”, entre ellos Serbia, Sri Lanka, Mozambique, Bolivia y Benín, caracterizados por instituciones débiles y restricciones políticas crecientes.
De los que se reunieron con Gil, solo ocho países (17%), como Barbados, Ghana, Namibia, Kenia o Senegal, son catalogados como “Libres”, lo que evidencia que la mayoría de los interlocutores de Caracas pertenecen a entornos donde las libertades políticas y civiles están severamente limitadas o bajo amenaza.
Esos ocho países equivalen al 4% de las naciones reconocidas como parte de la Organización de las Naciones Unidas (193).
Por su parte, de los 46 países, 25 (54%) son catalogados como regímenes autoritarios según el Índice de Democracia 2024 de The Economist Intelligence Unit. En esa nómina destacan Rusia, Bielorrusia, Irán, Corea del Norte, Cuba, Nicaragua, Tayikistán, Vietnam y varios gobiernos africanos como Chad, Sudán, Mali o Burkina Faso. Otros 11 operan bajo regímenes “híbridos” o democracias frágiles, mientras apenas un puñado —entre ellos Barbados, Ghana, Namibia o Senegal— mantienen estándares democráticos aceptables.
El dato confirma que más de la mitad de los interlocutores escogidos por Caracas no celebran elecciones libres ni cuentan con instituciones independientes. Comparten con el chavismo una visión de soberanía centrada en la no injerencia y una lectura flexible de los derechos humanos.
El componente energético es otro eje clave. Entre los países contactados, cinco (10,9%) pertenecen a la OPEP —Argelia, Angola, Guinea Ecuatorial, Irán y Emiratos Árabes Unidos—, con los cuales Venezuela busca reactivar acuerdos técnicos y comerciales en un contexto de sanciones.
A ellos se suman diez (21,7%) miembros de Petrocaribe. El listado incluye Antigua y Barbuda, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Granada y San Cristóbal y Nieves, entre otros pequeños Estados insulares que suelen votar en bloque a favor de Venezuela en organismos multilaterales.
Más allá del petróleo o la cooperación técnica, los perfiles de estos gobiernos revelan un patrón: 46 de 46 (100%) han sido objeto de observaciones o denuncias recientes de organismos internacionales de derechos humanos, ya sea Human Rights Watch, Amnistía Internacional o el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Las denuncias varían en gravedad y contexto, pero muestran una constante: la represión interna como herramienta de control político. En Rusia, Bielorrusia, Cuba, Nicaragua, Irán y Vietnam se documentan detenciones arbitrarias, juicios políticos y persecución judicial contra opositores y periodistas. En Irán, activistas relataron descargas eléctricas y golpizas durante interrogatorios, mientras en Nicaragua decenas de críticos han sido despojados de su nacionalidad.
En África, la ONU ha señalado ejecuciones extrajudiciales y masacres contra civiles en Sudán, Mali, Níger, Chad y Burkina Faso, muchas veces cometidas por fuerzas regulares o mercenarios aliados, como los grupos vinculados a la organización rusa Wagner. En Uganda, Burundi y Zimbabue los reportes incluyen uso letal de la fuerza en protestas, torturas en detención y censura sistemática.
La censura y las leyes mordaza son otra constante. Vietnam e Irán figuran entre los países con más periodistas presos, mientras Uganda y Zimbabue imponen restricciones severas a la cobertura electoral. En Cuba y Nicaragua, medios independientes enfrentan cierres y confiscaciones.
También hay denuncias de violencia sexual y de género, especialmente en contextos de conflicto o detención. En Sudán del Sur y Burundi se reportan violaciones sistemáticas cometidas por fuerzas estatales, mientras en Nicaragua y Cuba exreclusas describen abusos y amenazas sexuales como forma de castigo.
Los organismos internacionales alertan además sobre violaciones de derechos de niños y adolescentes: en Irán se han registrado ejecuciones de menores infractores, y en países del Sahel como Mali, Níger y Chad persiste el reclutamiento forzoso infantil. En Rusia y Cuba, adolescentes han sido detenidos por participar en protestas.
Por último, la corrupción estructural y la impunidad judicial atraviesan la mayoría de los casos, desde Guinea Ecuatorial y Angola hasta Rusia y Nicaragua, donde la captura del Estado y el control de las cortes garantizan protección política a las élites.
No es coincidencia: estos gobiernos comparten una narrativa de resistencia frente a Occidente, rechazan las sanciones y se amparan mutuamente en foros internacionales. De hecho, 11 (23,9%) —entre los que figuran Bielorrusia, Tayikistán, Irán, Mali, Burkina Faso, Níger, Sudán, Corea del Norte, Cuba, Nicaragua y Rusia— pueden considerarse parte de la órbita de Moscú, con acuerdos de defensa o cooperación militar activa.
El periplo de Gil en Nueva York confirma que la política exterior venezolana ha mutado: ya no busca reconocimiento occidental, sino legitimidad cruzada entre regímenes afines. La estrategia pasa por construir una diplomacia de supervivencia, donde cada voto en la ONU, cada comunicado conjunto o cada abstención valen más que un tratado comercial.
Así, Caracas consolida un cinturón de aliados autoritarios, donde la afinidad ideológica, el petróleo y la impunidad funcionan como moneda común. En lugar de apertura o reinserción, el resultado es una internacional del aislamiento, en la que Venezuela se siente menos sola, pero también más lejos de la comunidad democrática.
País | Estatus (Freedom House 2025) | ¿Es petrolero? | Denuncias de violaciones de DDHH |
Angola | No democrático | Sí | HRW: represión de protestas y corrupción |
Antigua y Barbuda | Democrático | No | Amnistía: falta de leyes contra violencia de género |
Argelia | No democrático | Sí | HRW: detenciones arbitrarias y restricciones a prensa |
Barbados | Democrático | No | Amnistía: rezagos en justicia y derechos de género |
Belice | Democrático | No | Amnistía: violencia de género y deficiencias judiciales |
Benín | Parcialmente libre | No | HRW: uso excesivo de fuerza y detenciones políticas |
Bielorrusia | No democrático | No | HRW y ONU: tortura, censura y represión masiva |
Bolivia | Parcialmente libre | Sí (gas) | HRW: persecución judicial y violencia política |
Burkina Faso | No democrático | No | HRW y ONU: ejecuciones extrajudiciales y ataques a civiles |
Burundi | No democrático | No | HRW y ONU: ejecuciones, represión y tortura |
Catar | No democrático | Sí (gas) | Amnistía: abusos laborales y restricciones a libertades |
Chad | No democrático | Sí | HRW y ONU: ejecuciones extrajudiciales y represión política |
Corea del Norte | No democrático | No | ONU: trabajo forzado, tortura y detenciones arbitrarias |
Cuba | No democrático | No | HRW y Amnistía: presos políticos, censura y represión sistemática |
Dominica | Democrático | No | Amnistía: falta de protección a mujeres y LGBTIQ+ |
Emiratos Árabes Unidos | No democrático | Sí | HRW: detenciones arbitrarias y censura |
Gambia | Democrático | No | HRW: impunidad por crímenes del régimen anterior |
Ghana | Democrático | Sí (productor medio) | HRW: abusos policiales y represión de protestas |
Granada | Democrático | No | Amnistía: carencias en derechos sexuales y reproductivos |
Guinea Ecuatorial | No democrático | Sí | HRW y ONU: torturas, corrupción e impunidad |
Irán | No democrático | Sí | HRW y Amnistía: ejecuciones, torturas y represión de mujeres |
Kenia | Democrático | No | HRW: violencia policial y abusos en manifestaciones |
Mali | No democrático | No | HRW y ONU: masacres y violaciones cometidas por ejército y Wagner |
Mongolia | Democrático | No | Amnistía: tortura policial y corrupción |
Mozambique | Parcialmente libre | Sí (gas) | HRW y ONU: abusos en Cabo Delgado y desplazamientos |
Namibia | Democrático | Sí (productor emergente) | Amnistía: violencia de género y discriminación |
Nicaragua | No democrático | No | HRW y Amnistía: presos políticos, exilio y despojo de nacionalidad |
Níger | No democrático | No | HRW: ejecuciones y represión tras golpe de Estado |
Omán | No democrático | Sí | Amnistía: censura, persecución a activistas y pena de muerte |
República Árabe Saharaui Democrática | No (no reconocido plenamente) | No | HRW y ONU: represión en campamentos y falta de autogobierno |
Ruanda | No democrático | No | HRW: asesinatos de opositores, tortura y represión |
Rusia | No democrático | Sí | HRW y ONU: crímenes de guerra, represión y censura total |
San Cristóbal y Nieves | Democrático | No | Amnistía: deficiencias en derechos de mujeres y LGBTIQ+ |
San Vicente y las Granadinas | Democrático | No | Amnistía: vacíos en acceso a justicia y derechos sexuales |
Santa Lucía | Democrático | No | Amnistía: rezagos en derechos de mujeres |
Senegal | Democrático | Sí (gas/petróleo emergente) | HRW: muertes en protestas y detenciones arbitrarias |
Serbia | Parcialmente libre (democracia frágil) | No | HRW: violencia policial y hostigamiento a prensa |
Sri Lanka | Parcialmente libre | No | HRW: represión a manifestantes y tortura en custodia |
Sudán | No democrático | Sí | HRW y ONU: crímenes de guerra y limpieza étnica en Darfur |
Sudán del Sur | No democrático | Sí | ONU: violencia sexual sistemática y desplazamientos forzados |
Surinam | Democrático | Sí (emergente) | Amnistía: impunidad y corrupción |
Tayikistán | No democrático | No | HRW: represión política y torturas |
Togo | No democrático | No | HRW: represión política y detenciones arbitrarias |
Uganda | No democrático | Sí (productor medio) | HRW y Amnistía: represión de protestas, torturas y censura |
Vietnam | No democrático | No | HRW: presos políticos, censura y tortura |
Zimbabue | No democrático | No | HRW: represión política, censura y tortura a disidentes |
*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes «contra el odio», «contra el fascismo» y «contra el bloqueo». Este contenido fue escrito tomando en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.