«Carlos» no quiso asistir a su juicio de apelación en protesta por «agresiones»
«Carlos el Chacal», el terrorista venezolano más conocido, afronta un juicio por actos cometidos en la década de los 70 en París, en donde murieron dos personas. Podría tener su tercera cadena perpetua
El terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, mejor conocido como «Carlos el Chacal», se negó este 15 de marzo a asistir al juicio en apelación en París por un atentado mortal en la capital francesa en 1974 en protesta por las «agresiones» de los guardias que se encargan de sus traslados desde prisión y por sus condiciones de detención.
«Ha sufrido un tratamiento particularmente agresivo de los funcionarios de la Administración Penitenciaria», argumentó a Efe su abogada Isabelle Coutant-Peyre en un receso de la audiencia del Tribunal de lo Criminal de París, que sólo empezó -con más de una hora y media de retraso- para constatar la ausencia del acusado.
La jurista aseguró que la razón de ese tratamiento por parte de los efectivos es que «han recibido órdenes de alto nivel» para que «impedir que esté en buen estado» durante el proceso, que finaliza este jueves.
Francis Vuillemin, otro de sus letrados, señaló a Efe que su cliente se había quejado de repetidas agresiones de sus guardianes, y también de haber estado esperando durante horas la vuelta a la cárcel en una celda inundada, luego del proceso de este 14 de marzo.
El fiscal general, Rémi Crosson du Cormier, contó al iniciarse la sesión que el detenido primero se había negado a ser extraído de la cárcel y luego, una vez accedió, no había querido acudir a la sala del tribunal, de forma que se quedó en una celda de los sótanos del Palacio de Justicia.
Ramírez Sánchez se encuentra encarcelado en Francia desde agosto de 1994, cuando fue capturado en Sudán en una operación de los servicios secretos.
Ya ha sido condenado a sendas penas de cadena perpetua, una por haber asesinado en París a dos agentes secretos franceses y un confidente el 27 de junio de 1975 y otra por cuatro atentados cometidos en Francia en 1982 y 1983, en los que murieron once personas y cerca de 200 resultaron heridas.
Con información de EFE