¿Carnaval?, por Marisa Iturriza
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Casi finalizando Febrero es difícil olvidar la muerte del niñito en brazos de su madre por un balazo, cuando el bote donde iban, huía de la guardia costera impidiendo la entrada de más emigrantes intentando ir a la isla, no para la celebración de su famoso Carnaval, si no en busca de trabajo para sobrevivir en mejores condiciones que en casa.
También sigue comentándose la exótica celebración del cumpleaños feliz cantado en trajes de gala ¡Oh! ¡Cuánta originalidad! en la cima de un Tepuy sagrado para los nativos del lugar alterado, sin mucha contemplación, por un grupo de invitados lo que se dice “bien conectado” tanto económica como políticamente, que para tal evento seguramente profanó la delicada porción de una región decretada Parque Nacional, al que seguramente le dejaron las muestras postdigestivas.
Por esos mismos días, se reportó la aparición de ocho cadáveres de nativos de esa región, cada vez más empobrecida por la extracción de sus recursos naturales, en donde El Callao era reconocido tanto por sus joyeros como por la celebración de su Carnaval tradicional.
Como uno ya ni sale, en parte por la gasolina, no sabe cómo se celebrará el Carnaval. En mis infructuosas andanzas para solucionar el problema de filtración que comenté en mi colaboración anterior, pude ver en la entrada de la alcaldía una especie de maniquíes hechos en alambre de gallinero para vestirlos suponemos que como “madamas” debido a los turbantes en las pelotas que serían las cabezas.
A propósito, la filtración se reparó cuando al altanero vecino no le salió ni una gota de agua ¡Ji Ji Ji! cuando fue a bañarse. Los plomeros que contraté repararon la tubería por donde escaparon raudales de agua tanto del tanque aéreo como del subterráneo. Negativo lograr que pague mis dañadas baldosas rústicas, con lo pichirre que es…
Al escritor trinitario J.V. Naipol, de ancestro Indio, le pareció que nosotros no tenemos nada sagrado. Será por eso que, en cuanto al Carnaval aquí, se nos ocurre que esa especie de tobogán gigantesco construido tras el antiguo Panteón Nacional quien sabe a qué costo, podría servir para un desfile de patineteros que se lancen desde arriba, uniformemente disfrazados mascarilla antivirus incorporada, portando patrióticamente la bandera y luego acudir con la nomenklatura, neoligarquía, enchufados & Cía. al fiestón que puede celebrarse en el amplísimo espacio interior ubicado ahí mismo.
¡Usa la mascarilla!
¡FELIZ CARNAVAL!
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