Carta a Laureano, por Ariadna García
Recuerdo que cuando comencé a leer la columna Humor en Serio del politólogo y humorista Laureano Márquez, terminaba con dos sensaciones: risa e identidad. Sus reclamos eran los míos y su humor la fuerza que podía llevarme lejos del caos. Su inteligencia, su elocuencia, su “humor en serio” es como ningún otro.
Últimamente cuando leo a “Lau” -como Gloria, la coordinadora de Opinión de TalCual lo llama por cariño-, noto su tristeza. Ya Laureano no me hace reír como antes, es devastador que entre tantas pérdidas en el país también deba contar esa.
El arte, el humor, la cultura, la educación, son los aliados que he encontrado estos últimos años para hallar un chispazo de alegría en medio de este umbral que no tiene ni fin, ni salidas, ni ventanas y que cada día se achica más.
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Este martes leí ‘Carta a la dirigencia opositora’ de don Márquez y aunque siempre termino admirándolo, esta frase me impactó: “Ojalá que este domingo, cuando el fracaso nos arrope nuevamente, sepan ustedes entender, que esto de la destrucción va en serio y que para tener capital político, partidos, cargos y destino, es menester estar vivos y que si este no es el llegadero, se le parece que jode”. Y me ha hecho pensar: ¡Una vez más lo hizo! y como dirían los millennials “es el rock”, debo decirle don: “Lau” no permita que le destruyan su humor y su alegría.
Queremos de vuelta el Laureano que nos hace reír, que nos rescata de los días más oscuros, el que nos muestra que a través de esa elocuencia sagaz las denuncias también cobran sentido, mire que quienes lo admiramos lo queremos ver feliz
En medio de tanta tristeza, tantas muertes, tantas devastaciones, es su risa y su humor en serio lo que nos salva y nos impulsa a seguir en este país donde ya todo es muy serio.
En la redacción hemos hecho apuestas para saber cuando vendrá a visitarnos, sobre todo su admiradora número uno espera que sea pronto. Pero quiero que sepa señor “Lau”, que cuando venga le daré un abrazo bien apretao porque con usted he aprendido que el humor en serio es respetable, honorable; y es que usted es de esos venezolanos que inspiran a los jovencitos como yo a seguir, a reír, a vivir, a educarse.
Espero que esta carta no nos traiga multas, usted sabe mejor que yo de qué hablo.
Con cariño se despiden sus dos fans: Gloria y Ariadna.