Catarsis, memoria y esperanza, por Carlos Tablante
Nunca antes se habían congregado tantos escritores venezolanos en la Feria del Libro de Madrid, una de las más importantes del mundo. Karina Sainz Borgo, Juan Carlos Chirinos, Carmelo Chillida, Ben Amí Fihman, Eduardo Sánchez Rugeles, Tomás Páez y Sonia Chocrón firmaron ejemplares a los visitantes del evento en el Parque El Retiro.
El auge de la literatura venezolana es un fenómeno. Autores criollos han ganado importantes premios en los últimos tiempos: Yolanda Pantin, premio Casa de América 2017; Rafael Cadenas, Premio Reina Sofía 2018 y este año, Rodrigo Blanco Calderón, ganador de la Bienal de Literatura Vargas Llosa.
Premio en ventas también han logrado la periodista Karina Sainz Borgo con La hija de la española, vendido en más de veinte países y Moisés Naím con Dos espías en Caracas, número uno en ventas en Miami.
A través de historias de amor e intriga, los autores venezolanos arrojan luz sobre el lado oscuro del chavismo. El drama humano de lo que han sido estos veinte años de una falsa revolución interesa a millones de personas que buscan una explicación para lo inexplicable: ¿Cómo llegó Venezuela a la situación actual? ¿Cómo se puede destruir una nación rica, que había alcanzado niveles de desarrollo que eran la envidia de otras naciones? Y lo más importante: ¿Cómo ha afectado esto a las personas?
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Hay tanto que contar. Hay tantas historias increíbles como hay venezolanos, porque todos podríamos escribir una novela con lo que nos ha sucedido a nosotros y a nuestras familias y amigos…Pero no todos tenemos el talento y la dedicación de estos escritores criollos que muchas veces con gran dolor registran para la historia a través de personajes inventados, o no, el sufrimiento de toda una nación. Les sirve de catarsis a nuestros escritores, pero también a sus lectores, para no olvidar.
Así como no olvidan los millones de venezolanos desplazados que, aunque saben que el país que añoran ya no existe, luchan para tratar de parar el deterioro, de detener la destrucción de lo que queda
Venezolanos como los jóvenes físicos que vía teleconferencia ayudan a sus compañeros de la UCV a mantenerse al día en los últimos avances de su profesión. Ellos trabajan en los centros de investigación más importantes del mundo donde son reconocidos por su talento y capacidad, pero no olvidan sus raíces ni pierden la esperanza de ver una Venezuela mejor, construida con el esfuerzo de todos.
No podemos dejar de mencionar nuestro total rechazo a las medidas inconstitucionales e ilegales contra el equipo de La Patilla, a quienes hacemos llegar toda nuestra solidaridad, respeto y admiración por la valiente labor que adelantan cada día en favor de la libertad de expresión y el derecho a la información de los venezolanos.