Celac y UE rechazan el «uso de la fuerza» en el Caribe, sin mencionar a EEUU
La vicepresidenta de la Comisión Europea, Kaja Kallas, explicó que evitaron referirse al gobierno de Donald Trump para garantizar que los países se sumaran a la declaración
Medio centenar de países de Latinoamérica y la Unión Europea rechazaron el «uso de la fuerza» que contradice al derecho internacional, en medio de tensiones con Estados Unidos por los ataques a embarcaciones en el Caribe y el Pacífico.
Entre críticas veladas a Washington y menciones a conflictos internacionales como Ucrania y Gaza, cerró la primera jornada de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE) que termina este lunes en la ciudad colombiana de Santa Marta con notables ausencias.
«Reiteramos nuestra oposición al uso o la amenaza del uso de la fuerza y a cualquier acción que no sea conforme con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas», asegura la declaración firmada el domingo 9 de noviembre por 58 de las 60 naciones presentes. Venezuela y Nicaragua se apartaron del documento.
«Abordamos la importancia de la seguridad marítima y de la estabilidad regional en el Caribe», añade el texto sin mencionar directamente los bombardeos estadounidenses contra embarcaciones presuntamente cargadas con droga en el Caribe y el Pacífico que ya suman 70 muertos.
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Durante un encuentro con periodistas al final de la jornada, la vicepresidenta de la Comisión Europea, Kaja Kallas, explicó las razones por las cuales evitaron referirse al gobierno de Donald Trump: «Porque no habríamos conseguido que los países se sumaran, muy sencillo».
Más temprano el gobernante brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aliado del presidente de Colombia y anfitrión de la cumbre, Gustavo Petro, reiteró su preocupación por la presencia militar estadounidense en la región.
«La amenaza del uso de la fuerza militar volvió a ser parte de la cotidianidad de América Latina y del Caribe. Viejas maniobras y retóricas son recicladas para justificar intervenciones ilegales», dijo Lula.
La cumbre se desarrolla con una participación menguada de presidentes y en momentos en que Colombia atraviesa su peor crisis con su histórico aliado Estados Unidos.
Petro califica los ataques ordenados por Trump de «ejecuciones extrajudiciales». Su par estadounidense le impuso duras sanciones financieras tras acusarlo de no hacer suficiente para frenar el narcotráfico.
La presencia militar de Washington en la región también aumentó las tensiones con Nicolás Maduro, que denuncia un interés por derrocarlo.
«Solo se puede recurrir a la fuerza por dos motivos, ya sea en defensa propia o en virtud de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU», dijo Kallas al inicio del encuentro.
Importantes ausencias
La declaración conjunta de la cuarta cita entre los bloques, que sigue a la celebrada en Bruselas en 2023, incluye además una condena a «la guerra en curso contra Ucrania que continúa causando un inmenso sufrimiento humano».
Según Kallas, este fue el punto de discordia para que Venezuela y Nicaragua se apartaran de la declaración.
El documento también hace referencia a la campaña militar israelí en Gaza y menciona una solución de los dos Estados.
De los 33 miembros de la Celac y los 27 de la UE, solo nueve jefes de Estado o de gobierno asisten a la cumbre, entre ellos el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, el primer ministro español, Pedro Sánchez, y el mandatario brasileño.
Petro señaló días antes presiones de Washington contra la asistencia al evento por sus posiciones contrarias.
También asistieron los líderes de Portugal, Países Bajos, Guyana, Dominica, San Cristóbal y Nieves y Granada.
En su discurso de cierre de la jornada, Petro destacó el rol del multilateralismo «para solucionar problemas comunes» sin «la intención de una nación que domina a otra».
Los jefes de Estado se tomaron una foto de familia con una mochila arhuaca, tradicional de los pueblos indígenas de Santa Marta, antes de una reunión a puerta cerrada.
Para la politóloga colombiana Sandra Borda, la «poca coreografía» y «mucha improvisación» en la organización de la cumbre también ha desalentado la participación.
El lunes habrá reuniones secundarias, sin la mayoría de los líderes presentes.
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