Centrales sindicales no dialogarán con el gobierno sin una agenda previa
Las centrales sindicales han sostenido reuniones con Fedecámaras para evaluar temas como el incumplimiento por parte del gobierno de Nicolás Maduro de las recomendaciones hechas por la Comisión de Encuesta de la OIT
Dirigentes de dos de las centrales sindicales más importantes del país dijeron que estarían dispuestos a sentarse a dialogar con el gobierno de Nicolás Maduro y con representantes del sector de los empleadores pero con algunas condiciones. La Unión Nacional de Trabajadores de Venezuela (Unete) pide observación internacional a través de la presencia de un funcionario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que garantice el desarrollo de la comisión tripartita; mientras que la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) asegura que no se reuniría con funcionarios del oficialismo sin antes definir una agenda del proceso de diálogo.
«Para ir a una reunión queremos una agenda previa y no un dibujo libre. En años anteriores se hicieron varios intentos y no se logró nada. Yo creo que ya estamos cansados de eso y no vamos a caer en ese jueguito. No necesitamos una reunión para tomarnos una foto», expresó a TalCual José Elías Torres, secretario general de la CTV, otrora poderosa central sindical fundada en 1947.
En cambio, si el gobierno no comunica de manera oficial las intenciones para dialogar ni invita formalmente a una reunión con la central sindical, la organización vería que «no hay nada de seriedad de fondo en buscar una solución definitiva ni es sincero el intento de conversación». «Si es que tienen pensado reunirse con la CTV y sus afiliadas, deberá existir una invitación oficial y no por los medios de comunicaciones ni por intermedio de terceros. Si no hay reconocimiento de las instituciones ni respeto no hay seriedad en la intención».
En este sentido, asegura que la CTV no recibió ninguna invitación formal como institución para asistir a la reunión de la llamada Comisión para el Diálogo, la Paz y la Reconciliación de la Asamblea Nacional (AN) de Nicolás Maduro realizada el 9 de febrero.
Torres afirma que ninguno de los trabajadores que participaron en la reunión con la Comisión de Diálogo de la AN oficialista, que encabeza el presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, representan a la CTV. «El comité ejecutivo no autorizó a ninguno de sus miembros ni a representantes de ninguna de la federaciones nacionales ni regionales para que asistieran en representación de esta central sindical a la reunión. Por lo tanto, los compañeros que pudieron haber estado allí están representando su organización sindical y en ningún momento a la CTV«.
«Esa reunión se dio por una convocatoria que hicieron por la prensa y por terceros. A mí me llamó una amiga diciéndome que le estaban pidiendo nombres de los miembros de la CTV que irían a esa reunión. Otro compañero también me llamó para lo mismo. Eso fue un show, no tiene nada pero nada de seriedad. Hay compañeros que fueron que ni son secretarios generales ni directivos de sindicatos sino que andan ahorita como voceros del movimiento sindical pero no son jefes de estructuras sindicales. No es cuestión de prepotencia, sino que lo lógico es que se haga la invitación de manera oficial a las organizaciones como CTV y Unete, las cuales analizarían y mandarían una comisión. Hay que tener unidad de acción sindical y gremial con base en los intereses del país y no particulares».
El secretario de la central sindical no cuestiona que la Asamblea Nacional supeditada al gobierno de Maduro se haya reunido con Fedecámaras y coincide con el objetivo perseguido, que es, señala, «liberar a Venezuela» y el bienestar de todos los trabajadores.
«Ellos están en libertad y tienen plena autonomía de hacer las reuniones que quieran con quienes quieran. Nosotros, frente a este panorama, debemos hacer valer nuestra independencia de los sectores político, gubernamental y empresarial. No podemos olvidar que tenemos plena autonomía y no debemos tener, en lo institucional, subordinación a partidos políticos, sector empresarial y gobiernos. Aquí debemos actuar con mucha sensatez. Hay un informe contundente de la Comisión de Encuesta de la OIT que señala vías de soluciones y que el régimen pretende desconocerlo».
La CTV se ha reunido con el sector de los empleadores en los últimos años debido a las persecuciones de las que son víctimas tanto dirigentes gremiales como sindicales, según Torres. «Los empresarios han sido asaltados, les han expropiado, y el movimiento sindical también ha sufrido esas situaciones. Por eso hemos hecho denuncias en conjunto y logramos que la OIT designara una Comisión de Encuesta que visitó Venezuela en 2019».
De hecho, Torres indica que el primer punto de la agenda previa a las posibles reuniones con el gobierno de Maduro tiene que ser las recomendaciones del informe de la Comisión de Encuesta de la OIT.
La Comisión de Encuesta relativa a Venezuela de la OIT publicó, en octubre de 2019, un informe en el que pide, entre otras cosas, el cumplimiento de convenios internacionales y el cese inmediato «de todos los actos de violencia, amenazas, persecución, estigmatización, intimidación u otra forma de agresión a personas u organizaciones en relación con el ejercicio de actividades gremiales o sindicales legítimas, y la adopción de medidas para garantizar que tales actos no se repitan en el futuro».
En el Consejo de Administración 340º de la OIT, en noviembre de 2020, no hubo consenso sobre el caso venezolano. Luego de tres reuniones fueron postergadas para marzo de 2021 las medidas a tomar sobre las violaciones laborales del gobierno de Maduro.
«En marzo el Consejo de Administración de la OIT se reunirá y el gobierno tiene que tomar una decisión: o reconoce y acepta las recomendaciones, o tendrá que ir al tribunal de La Haya donde se judicializaría el informe», señala Torres. «El régimen tuvo que acogerse a las recomendaciones, que son restablecimiento de la comisión tripartita para las discusiones de los grandes problemas, establecer las condiciones del salario mínimo de manera tripartita (gobierno, empleadores y trabajadores) y cesar la persecución a la que hemos estado sometidos durante los últimos años. Tenemos dirigentes sindicales presos, el más emblemático en este momento es el compañero Rodney Álvarez y el exiliado más emblemático que tenemos es Carlos Ortega, presidente de la CTV. Este conjunto de calamidades que hemos venido sufriendo están recogidos en el informe de la Comisión de Encuesta«.
Observación internacional
El dirigente Servando Carbone, coordinador de la Unete, dice que la central sindical podría aceptar reunirse con el gobierno de Maduro solo bajo la condición de que en el encuentro esté presente un funcionario de la OIT. También indica que tendrían que evaluar de manera previa las condiciones, los criterios y quiénes serían los representantes enviados por el Ejecutivo para llegar a un consenso y decidir si estarían dispuestos a reunirse con el gobierno.
«Si, por ejemplo, es una reunión con Francisco Torrealba, que fue sindicalista y ahora se viste de militar… Qué moral tiene él. Esa reunión no se puede efectuar hasta que llegue un encargado de la OIT. No nos vamos a calar la burla de este régimen que trata de hace reuniones para tomarse fotos y luego decir que están dialogando».
Al respecto, el secretario de la CTV opina que contar con la presencia de un funcionario de la OIT sería «excelente» y «acertado» e indica que, si bien en este momento no hay ninguno en Venezuela, la organización podría delegar a un funcionario de las Naciones Unidas que los represente como testigo y que actúe como un arbitro de buena voluntad.
Por otra parte, Carbone señala que mientras el gobierno no rectifique su política «de miseria» de pagar los salarios «que le den la gana» y no cesa la persecución contra los trabajadores y la dirigencia sindical «no se puede negociar nada». «Estamos ante la presencia de un Estado delincuente que viola derechos humanos, con el que hoy te puedes sentar y mañana te mete preso«.
La Unete también se ha reunido con Fedecámaras para evaluar temas como el incumplimiento por parte del gobierno de Maduro de las recomendaciones hechas por la Comisión de Encuesta de la OIT.
Con respecto al encuentro público entre diputados oficialistas y Fedecámaras, opina que se trata de una «reunión política hecha por el partido de gobierno PSUV para sus intereses políticos». «Es un diálogo de un partido político que asume de facto la Asamblea Nacional. Ayer los empresarios eran los malos y los que tenían la guerra económica. Por eso sentarse con Fedecámaras destruye la propia matriz de opinión que había generado el gobierno. Pero esa reunión no tuvo nada que ver con el convenio tripartido, es una acción de para proteger sus intereses políticos y dar la señal de que se están sentando a dialogar con los sectores«, concluyó Carbone.