CEPyG UCAB estima una brecha de tres millones de votos a favor de la oposición el 28J
El análisis del CEPyG UCAB revela un escenario complejo en las próximas elecciones venezolanas, donde la percepción de liderazgo, la unidad opositora y la participación ciudadana marcan la pauta. Mientras la oposición busca consolidarse, el gobierno enfrenta desafíos estratégicos y el aumento de medidas autoritarias para asegurar su continuidad en el poder
Benigno Alarcón, director del Centro de Políticas y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (CEPyG UCAB), presentó este 13 de junio un análisis sobre la complejidad estratégica de las próximas elecciones en Venezuela, donde previó una ventaja de 3 millones de votos para Edmundo González, candidato de la Plataforma Unitaria, frente a Nicolás Maduro, candidato oficialista que busca su tercer mandato.
En el foro «Perspectivas políticas y sociales de cara a la elección presidencial», analistas e investigadores se dieron cita en la sede del CEPyG UCAB para discutir las variables que pueden ser determinantes con
A su vez, Mirla Pérez y Alexander Campos, representantes del Centro de investigaciones populares Alejandro Moreno, ofrecieron un balance de los resultados del estudio «Desafiando el poder desde las bases», que relató la percepción de más de 150 personas sobre la incidencia del chavismo en las comunidades, específicamente de cara a los comicios del 28 de julio.
Alarcón explicó que la elección es un juego dentro de un juego más amplio, y dos variables se estudian: el costo para el gobierno de mantenerse en el poder por las buenas o por las malas, y el costo de salir del poder. En una situación en la que el costo de represión es muy alto y salir es relativamente bajo, el proceso de transición se facilita cuando se establecen acuerdos. Pero si es lo contrario, que haya una transición se vuelve más complicado.
Con un padrón electoral de 21.402.229 ciudadanos, de los cuales aproximadamente solo 17 millones pueden votar (teniendo en cuenta los que se encuentran fuera del país), y restando el 20% de abstención razonable (3.400.000), el centro estima que votarán 13.600.000 personas.
De estas cifras, el techo del chavismo es aproximadamente de 4.100.000 votos, y para la oposición, de cumplirse la transferencia de votos, Edmundo González estaría recibiendo unos 7 millones de votos, dejando una brecha de 3 millones de votos de diferencia a su favor, difícil de cerrar con las tácticas tradicionales de fraude y censura.
Tendencias electorales destacadas
Entre las tendencias de percepción ciudadana sobre el oficialismo, los estudios previos del Centro de Políticas y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello determinaron que los ciudadanos sienten que quien tiene el control es Diosdado Cabello o cualquier otro personaje de poder dentro del gobierno, catalogando a Nicolás Maduro como «títere» y no como cabeza del proceso.
Esto se complementa con un vacío de liderazgo nacional. La ciudadanía siente que quien lleva la candidatura no lidera, y si se hace un ejercicio de medición con otros actores del oficialismo, además de líderes aislados como Rafael Lacava en Carabobo, que tiene cierta simpatía, es difícil encontrar a liderazgo nacional para el chavismo. Los resultados coinciden en que la mayor parte de la población venezolana aún considera que el líder era Chávez y no ha podido ser sustituido a pesar de todos los intentos.
Alarcón suma a las variables de percepción del chavismo la pérdida del apoyo político y competitividad electoral que tenía en el pasado, junto al desmantelamiento de la maquinaria electoral y de control social, causado en buena medida por falta de recursos y las sanciones, que los ha dejado sin capacidad de mantener el clientelismo, como se observó en el intento fallido de la gran movilización para el referéndum del Esequibo.
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En cuanto a las tendencias del aparato represivo, el análisis registró que la fuerza armada y cuerpos policiales tienen bajos niveles de legitimidad, llegando a confundirse con el gobierno, es decir, la gente los percibe como lo mismo y el desprestigio de uno arrolla al otro. El alto mando militar tiene el costo muy alto de tolerancia a un cambio político, porque buena parte de las investigaciones abiertas afectan a actores de la élite militar, por ejemplo, la Corte Penal Internacional.
Las tendencias de la oposición por su parte marcan a la Primaria como acto fundacional que transformó su liderazgo. La oposición tradicional no discute el nuevo liderazgo de María Corina Machado, y se logró el consenso sobre la candidatura unitaria de Edmundo González.
Se registra el rechazo e indiferencia a las oposiciones cooptadas y moderadas, lo que se traduce a que la jugada del oficialismo de tratar de fragmentar a la oposición no funcionó, difícilmente ven que el resto de candidaturas juntas logren sumar el 10% de los votos, evidenciando la escasa influencia y desconexión con el electorado que ejercen. La población asumió la responsabilidad de hacer el cambio y la polarización electoral está entre Maduro y González. A su vez, la gente ve a Edmundo González como quien representa a quien lidera el proceso (María Corina Machado),
«La jugada del oficialismo de tratar de fragmentar a la oposición no funcionó, yo dudo que todas esas candidaturas juntas lleguen a sumar el 10%. La gente no les hace caso, no los considera, sencillamente hacen como si no existieran. Están votando por María Corina Machado a través de Edmundo González, por eso la identidad líder candidato hay que cuidarla, si se rompe, se rompe todo», aseveró Alarcón.
Futuro político de Venezuela: escenarios claves
Como posible escenario, el director del CEPyG UCAB no considera realista que se presente una transición negociada donde el gobierno acepte que va a perder y trate de negociar el proceso. Menciona el escenario en el que gobierno se mantenga en su estrategia: inhabilitar a los candidatos que tengan credibilidad y apoyo con la intención de que no se pudiera posicionar y se produjera una abstención importante. De ser así, se entraría en una fase de apaciguamiento dónde las elecciones por venir estarían perdidas, porque también se abstendrían de votar en los comicios del 2025 al no haber logrado la transición en 2024.
Un escenario alternativo, que tiene posibilidades de ocurrir, es en el que se logró posicionar el liderazgo sustituto y la gente se mantiene en torno al sustituto, y es posible la transferencia de votos de María Corina Machado es viable de forma casi perfecta.
El peligro está en que el gobierno trate de sacar al candidato de la carrera. Si la Plataforma Unitaria llega con su candidato al 28J, Alarcón predice que podría producirse una «stunning election» (elecciones que no se pueden controlar) con el triunfo de la oposición y el dilema para el gobierno entre reconocer o no los resultados.
Al observar estrategias políticas pasadas, señala que gobiernos como el de Ortega en Nicaragua o el de Putin en Rusia han optado por eliminar obstáculos en el camino hacia el poder, lo que sugiere un posible intento de exclusión del candidato opositor en Venezuela. Esto plantea la preocupación de que el gobierno pueda recurrir a medidas similares para garantizar su continuidad en el poder, desafiando los principios democráticos y la voluntad del electorado.
Concluyó que la oposición pareciera estar hoy en su mejor político y electoral, un fraude electoral o una decisión que los saque de la contienda puede originar una escalada importante del conflicto en las calles. El desenlace de la elección dependerá de una combinación entre presión internacional e interna para la defensa de la democracia, a fin de asumir los costos de un intento por mantenerse en el poder a la fuerza.
También, advirtió que la permanencia de Maduro en el poder generaría una ola migratoria igual o mayor a coyunturas previas como la del 2014, 2017 o 2019, y es predecible una mayor autocratización del gobierno para asegurar su estabilización.
Comunidades con menor temor a represalias
En otro orden de ideas, Mirla Pérez, representante del Centro de Investigaciones Populares Alejandro Moreno, presentó los resultados del estudio «Desafiando el poder desde las bases comunitarias», en el que se destaca que la percepción de que el voto es secreto ha aumentado la intención de voto en las comunidades.
Los resultados se obtuvieron tras una serie de grupos focales en comunidades, con la participación de aproximadamente 150 personas. Al respecto, el 97% rechaza los mecanismos de control social como CLAP y bonos, ya que con eso se resuelve solo el 10% de los problemas económicos. La mayoría de entrevistados quieren producir y apostar permanentemente por el trabajo y no por las dádivas que el Estado pueda ejercer.
«Hay una construcción y memoria colectiva de procesos anteriores, en los cuales funcionarios y ciudadanos no han votado por el gobierno y no ha pasado nada», manifestó. Documentaron a su vez que los chavistas radicales prefieren no votar, o votarán nulo.