Cinco factores y algo más, por Fernando Luis Egaña
Un buen amigo que es una persona ecuánime e informada, comentaba en estos días que hay cinco factores concurrentes que tienen a Maduro –y por su causa a Venezuela—en una situación catastrófica.
El primer factor es la caída de la producción petrolera, la consecuente caída de las exportaciones petroleras, y la tendencia hacia la baja de la actividad petrolera nacional, que no es producto de circunstancias pasajeras, sino de la destrucción de la industria petrolera venezolana, por obra de la hegemonía roja.
El segundo factor es el desmoronamiento general de la economía nacional. Estimaciones reconocidas plantean una caída del PIB cercana al 50% en los últimos dos o tres años. Y nada indica que ese proceso se detenga, mientras Maduro y los suyos sigan donde están.
El tercer factor es la hiperinflación. Sin precedentes en Venezuela y sin referentes en el mundo de hoy. La combinación de depresión económica con hiperinflación es sobre todo muy cruel para los que menos tienen, que son casi todos los venezolanos.
El cuarto factor es el impago de la deuda externa, o de al menos una buena parte de sus obligaciones vencidas. La deuda colosal del sector público venezolano, contraída en medio de una bonanza petrolera, es impagable, y es, también, un motivo muy principal para la desconfianza radical que suscita la hegemonía roja en la comunidad financiera internacional.
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El quinto factor son las sanciones a personajes del poder, por parte de varios gobiernos extranjeros, comenzando por EEUU y Canadá, y extendidas éstas a sanciones para el intercambio económico por parte de muchos otros países, en especial de Europa.
Y hay algo más, o en realidad, mucho más. La emigración masiva de venezolanos, el colapso de los servicios públicos, el caos del supuesto programa económico, la corrupción generalizada de los jefes de la hegemonía, sus imbricaciones con la criminalidad organizada, la inseguridad y la violencia delictiva que campean soberanas, y todos los aspectos que conforman un cuadro de catástrofe humanitaria en Venezuela.
Nada de esto es exageración, en todo caso podría haber una subestimación de la gravedad de la realidad nacional, y sobre todo de sus trágicas perspectivas, si no acontece un cambio político de fondo, que deje atrás a la hegemonía, y que permita la reconstrucción de Venezuela por los cauces que establece la Constitución formalmente vigente