Cinco Temas: Inválida, por Fernando Luis Egaña

Una «decisión» del no menos entrecomillado TSJ oficialista, ha declarado inválida a la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional, presidida por el diputado Guaidó. Inválido, en el sentido de la referida «decisión», es algo nulo, falto de valor, por no estar conforme a las leyes…
En ese caso, lo verdaderamente inválido es el «TSJ» que, por tanto, no puede invalidar nada, y eso incluye, en primer lugar, a una directiva de la Asamblea que ha sido elegida de la misma manera que las tres anteriores, a partir de la instalación de esta Asamblea a comienzos del 2016.
Pero no sólo es inválido el «TSJ», que apenas es un instrumento de la hegemonía roja. La invalidez más notoria la ostenta ésta, y desde luego quien la representa formalmente, el señor Maduro.
Fines y medio
Cierto que el fin no justifica los medios, en especial cuando el fin es lícito y los medios no. Pero los medios no deben ser excusas para impedir la consecución de un fin, en especial cuando aquellos son tan lícitos como éste. Todo viene a cuento, porque ya protestan los cripto-oficialistas en relación con la salida de Maduro a través de medios dispuestos por la Constitución que no están condicionados a una emboscada electoral.
Cuando alguien desde una supuesta acera opositora declara que sólo es aceptable la salida de Maduro a través de unas elecciones patrocinadas por Maduro, lo que en verdad está diciendo es que no está de acuerdo con la salida de Maduro. Lo cual, desde luego, es inaceptable en el campo de la causa democrática venezolana. Es preferible que quienes así declaren, no sigan tratando de disimular su condición opositora, que es una máscara de quién sabe qué realidades o intereses.
De cabildo en cabildo
La palabra «cabildo» tiene una resonancia histórica muy positiva en Venezuela. Comenzando porque de un cabildo caraqueño en los inicios del siglo XIX, salió el 19 de Abril de 1810. La propaganda roja o negra ha pretendido y acaso logrado, el estigmatizar las concentraciones y protestas críticas, con el término «guarimba», que tiene, por tanto, una connotación peyorativa. Eso no pasa con la palabra cabildo. Al contrario.
No olvidemos que el lenguaje es fundamento de la lucha política. Quien tiene éxito en imponer su terminología, tiene una gran oportunidad de triunfar sobre sus adversarios. Si el uso de la palabra cabildo es obra de la casualidad o de circunstancias espontáneas, muy bien. Si fue pensado y decidido, mejor.
Manipulación genética
La cultura del entretenimiento transmutada en cultura política, establece que la manipulación genética de los seres humanos es un signo de progreso y que cualquier advertencia en sentido crítico es una manifestación de ignorancia e intolerancia. Pero no es así. La ciencia ha demostrado que toda alteración inducida de la naturaleza produce consecuencias imprevistas. Para muestra el botón del cambio climático. La manipulación genética de los seres humanos quizá sea la suprema alteración de la naturaleza.
Hay objetivos loables, sin duda, en el orden médico por ejemplo. Pero no puede ser un campo irrestricto, sin limitaciones éticas. Quienes proclaman que la única frontera de la manipulación genética es el avance de la tecnología, cometen un grave error, que no tanto los afectaría a ellos sino a las generaciones posteriores.
Vivito y matando
La mayor parte de las FARC se acogió a los acuerdos de pacificación suscritos entre su jefatura y el gobierno de Santos. Hay grupos de las FARC que permanecen al margen y activos en sus ejecutorias. Pero el ELN no parece que tiene disposición para el camino de la pacificación. El reciente atentado terrorista en Bogotá, lo evidencia, así como también otras acciones de naturaleza similar pero de menor alcance y proyección noticiosa,
El ELN está derrotado políticamente desde hace años. Pero militarmente continúa operativo. Entre otras razones por el santuario que tienen en territorio venezolano. Sus propios voceros lo declaran de esa manera. El ELN no es que esté vivito y coleando, es que está vivito y matando…