Claudia Díaz Guillén: El reemplazo de Andrade que sucumbió ante el tesoro del país
La sargento, que fue enfermera de Chávez, según los Panamá Papers, se volvió diestra en el manejo de las empresas fachadas y como muestra de ello es que, junto a su esposo, creó la compañía Bleckner Associates Limited, en la República de Seychelles, con un capital de 50.000 dólares. Se trata de una suma bastante ambiciosa para una dupla que aparentemente vivía de sus salarios militares
Fue 2016 cuando se develó la maraña de ilícitos que involucra a la enfermera tachirense Claudia Patricia Díaz Guillén, extesorera de la nación, y a su esposo, el capitán (Ej.) Adrián Velásquez Figueroa, quienes fungieron como enfermera y edecán, respectivamente, del fallecido presidente Hugo Chávez.
La pareja, según la investigación de los Panamá Papers, se volvió diestra en el manejo de las empresas fachadas y como muestra de ello es que crearon la compañía Bleckner Associates Limited, en la República de Seychelles, con un capital de 50.000 dólares, una suma bastante ambiciosa para una dupla que aparentemente vivía de sus salarios militares. Esta operación se hizo bajo la mediación del bufete panameño Mossack Fonseca. La investigación de Panamá Papers se sustentó en millones de documentos obtenidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.
La enfermera, que arribó a Miraflores como trabajadora de la oficina de Atención al Ciudadano en 2002, reemplazó en la Tesorería de la nación al teniente Alejandro Andrade, en mayo de 2011. Andrade fue condenado, en Estados Unidos, a 10 años de prisión por el delito de lavado de dinero y conspiración. El matrimonio Velásquez- Díaz, se acuerdo con un trabajo de Univisión, constituyó, desde Panamá cinco empresas mediante cuentas bancarias en Suiza.
Sin ningún tipo de instrucción económica, la enfermera, entre 2011 y 2013, estuvo al frente la secretaría del Fondo de Desarrollo y de la Oficina Nacional del Tesoro. Esta posición le permitió custodiar los valores e inversiones de la República y manejar los excedentes petroleros y las divisas de la banca pública durante una etapa de restricciones cambiarias.
Díaz Guillén, sargento técnico de la Armada y licenciada en enfermería, fue detenida junto a su esposo, en abril de 2018 en España. El Ministerio Público dictó la alerta internacional solo después de que se conociera el expediente de Mossack Fonseca, contra la pareja en medio de una investigación por los delitos de legitimación de capitales y desfalco a la nación.
«En allanamientos practicados se les detectaron innumerables técnicas de legitimación de capitales y enriquecimiento ilícito que los obliga a comparecer ante las autoridades competentes de Venezuela. Solicitamos a España la entrega inmediata de ambos ciudadanos para que sean finalmente judicializados en nuestro país, acorde a nuestra legislación vigente», argumentó el Fiscal General designado por la ANC, Tarek William Saab.
El origen dudoso de la fortuna de Claudia Patricia Díaz Guillén y su esposo puso en alerta al bufete Mossack Fonseca. Así quedó asentado en un informe de la organización, que data del 28 de abril de 2017: «Basados en la información encontrada en el World Compliance, worldcheck y en las noticias, AVF, beneficiario final de esta compañía es señalado en cargos de lavado de dinero y asociación criminal. Él es un exjefe de seguridad del Palacio Presidencial en Caracas, Venezuela, y su esposa una extesorera nacional de Venezuela. Ellos han sido fuertemente vinculados al expresidente Hugo Chávez».
Por su parte, Carlos Tablante, autor del libro “El Gran Saqueo”, ha señalado: “La señora Claudia Díaz, quien era sargento técnico y enfermera del presidente Chávez, terminó siendo la Tesorera General de la República. Ella y su esposo, el capitán Adrián Velásquez, tienen una fortuna calculada en 2 mil millones de dólares y son propietarios de aviones”.
“No extraje dinero de las arcas”
La sargento técnico y licenciada en enfermería, de 44 años, llevó una vida ostentosa desde que se fue de Venezuela definitivamente en 2013. Los lujos que exhibía junto a su esposo llamaron la atención de sus vecinos en República Dominicana, donde vivieron antes de irse a Panamá y de allí a España. En este último país habrían hecho transacciones inmobiliarias de peso.
Díaz Guillén niega la sombra que rodea los recursos que maneja junto a su compañero de vida. Apeló la extradición aprobada por el gobierno español, en septiembre de 2018, bajo el argumento de que, su retorno involuntario a Venezuela, “un país donde no hay Estado de derecho”, traería consigo torturas y tratos crueles.
“Nos han querido acusar de unos supuestos delitos que no cometí. No extraje dinero de las arcas del Tesoro y mi gestión fue limpia, intachable. Me siento orgullosa de haber ejercido estos cargos por mis méritos propios”, aseguró la enfermera en una entrevista concedida a EFE.
Alegó que sus gestiones públicas fueron auditadas por firmas internacionales, como Deloitte, y “no se observó ningún daño al patrimonio. Yo dependía directamente del ministro de Finanzas, de quien recibía instrucciones siempre apegadas a la ley”.