Claves del cambio del gobierno hacia el sector privado en Venezuela
Desde hace dos meses, los principales reprentantes del sector privado mantienen reuniones en mesas técnicas con las carteras de Economía y Finanzas, de Industrias y Producción, de Comercio y de Energía Eléctrica
La administración chavista, tras años acusando a los empresarios de «golpistas», «conspiradores» o «nido de víboras», ha bajado el tono contra el sector privado, con el que ahora estudia soluciones a los problemas de operatividad de industrias y los comercios, imprescindibles para continuar la senda de la recuperación económica.
El mandatario Nicolás Maduro busca hacer las paces con el empresariado, al que ha pedido propuestas y sugerencias para impulsar la economía, un intento de acercamiento que aplaude el presidente de la Confederación de Industriales (Conindustria), Luigi Pisella, quien dijo a Efe que se trata «de dirimir diferencias» y trabajar para solventar los problemas que afectan a la producción.
A continuación, algunas claves sobre este cambio en la relación sector público-sector privado:
¿Por qué?
Más que un cambio en su filosofía o un «entendimiento de un nuevo modelo de desarrollo», el acercamiento es, para el economista Luis Vicente León, «una acción mucho más pragmática» por parte del Ejecutivo, para hacer frente a la crisis económica, las sanciones y la pandemia.
Estos factores provocaron una caída en el ingreso de divisas, lo que hizo que el Gobierno perdiera la capacidad de mantener su dominio sobre la economía a través de los controles de cambio y precios, y de las importaciones, con las que competía con el sector privado.
«En el pragmatismo de sostenimiento, tanto de su economía como de su Gobierno, se da cuenta (de) que el sector privado, lejos de ser un enemigo (…), es la vía potencial para poder garantizar abastecimiento, producción y empleo» en medio de las sanciones, dijo a Efe el también presidente de Datanálisis.
¿En qué consiste el cambio?
Además de flexibilizar el control cambiario y liberar precios, la administración de Maduro ha propiciado recientemente encuentros con el sector privado.
Desde hace dos meses, los principales dirigentes empresariales mantienen reuniones en mesas técnicas con las carteras de Economía y Finanzas, de Industrias y Producción, de Comercio y de Energía Eléctrica, explicó el presidente de Conindustria, uno de los gremios participantes.
Este mecanismo se ha ampliado a las regiones con la instalación de mesas en estados como Táchira, donde está el principal paso fronterizo con Colombia, y Bolívar, que limita con Brasil.
¿Cómo favorece al gobierno?
A juicio de León, estos cambios favorecen a la gestión de Maduro, entre otras razones, porque han logrado que se recuperen «ciertos niveles de estabilidad en la economía», lo que baja la tensión social.
Además, una parte de los venezolanos que piensa que el país ha mejorado respecto a 2018, cuando la hiperinflación estaba en su cúspide, puede tener un mejor concepto «de la gestión del Gobierno», que ha visto en el último año y medio una subida en su popularidad.
Según estudios elaborados por Datanálisis, la popularidad de Maduro aumentó 10 puntos desde principios de 2021, cuando el 13% de la población evaluaba de forma positiva al mandatario. Hoy es el 23%, lo que, no obstante, sigue siendo una puntuación «baja».
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¿Cómo beneficia al sector privado?
Los recientes acercamientos han dado, según Pisella, frutos que alimentan la esperanza de los empresarios de una mejora en las condiciones para operar. Los problemas planteados por los gremios -entre ellos la «voracidad fiscal» y la competencia «desleal» de productos importados- fueron respondidos con acciones.
En un encuentro del Consejo Nacional de Economía, al que fueron invitados los empresarios, Maduro anunció la propuesta de ley de armonización tributaria ante el Parlamento, cuyo objetivo es disminuir los impuestos que cobran las alcaldías, que se han «exacerbado», afirmó Pisella.
Por otra parte, tras insistir en la «competencia desleal» de productos importados, el Gobierno ha vuelto a cobrar aranceles a bienes que, pese a producirse el país, se estaban comprando al exterior y entraban sin pagar impuestos.
¿Cómo incide en la población?
Tras estos cambios, se percibe «una mejora en la capacidad productiva, un aumento en la producción, un pequeño aumento del consumo y un mejor ambiente de negocios de lo que había en 2018», lo que impacta también en la población, señaló León.
A su juicio, el «acercamiento, la negociación, la inclusión del sector privado, sin duda, es positiva en términos de expandir la economía y de generar más actividad».
Para Pisella, las soluciones a los problemas presentados al Ejecutivo llegarán «gradualmente», y espera que se traduzcan en una mejora del poder adquisitivo y una recuperación de los empleos.