Claves del «espaldarazo» electoral a Javier Milei y el Congreso que viene en Argentina
En Noche D, el periodista argentino Leonardo Oliva analizó el resultado de las parlamentarias del 26 de octubre en Argentina y su impacto en la gobernabilidad de Javier Milei. El editor de CONNECTAS y docente de la Universidad Nacional de Cuyo desmenuzó cifras, mapa político y la agenda legislativa que podría destrabarse con la nueva correlación de fuerzas
En las elecciones del domingo 26 de octubre en Argentina se renovaron 127 bancas de Diputados y 24 de Senadores. Según los datos comentados en Noche D, La Libertad Avanza (LLA) obtuvo alrededor de 40% de los votos (9,4 millones) frente a Fuerza Patria —expresión electoral del peronismo— con casi 35% (unos 8 millones). A partir de diciembre, explicó el periodista Leonardo Oliva, el oficialismo sumará presencia en ambas cámaras: no tendrá mayoría propia, pero sí una base más amplia para negociar proyectos clave y frenar iniciativas de la oposición que colidan con su plan.
Oliva partió de un mapa de bancas difundido por Página/12 para destacar el avance del «violeta» (LLA y aliados) en buena parte del país, sobre todo en el centro, la zona más poblada. Esa foto, dijo, explica por qué «las derrotas legislativas» de la primera parte de la gestión podrían dar paso a un escenario con más acuerdos, si el Ejecutivo teje entendimientos con bloques provinciales y fuerzas no alineadas al kirchnerismo duro. Mencionó el desempeño discreto de la alianza Provincias Unidas (alrededor de 7,4%), cuyos gobernadores —sin gran caudal propio— «volverán a la mesa de negociación».
¿Por qué llegó ese resultado? «Pesó más el miedo a volver atrás que el apoyo entusiasta al Gobierno», resumió. Oliva subrayó que, aunque hubo escándalos que rozaron a figuras del entorno presidencial y «amateurismo» en la gestión, la baja de la inflación mensual desde dos dígitos a un dígito le valió a Milei «una extensión de crédito social». El votante premió esa promesa cumplida —al menos en el corto plazo— pese al costo de un ajuste que redujo el tamaño del Estado y recortó áreas, con efectos visibles en la asistencia social.
Con el nuevo Congreso, Oliva proyecta tres prioridades: una reforma laboral «flexibilizadora» resistida por sindicatos peronistas; una reforma tributaria orientada a reducir tributos; y, sobre todo, la aprobación del Presupuesto 2026, presentado antes de los comicios. Recordó que Milei gobernó sin presupuesto propio y con «discrecionalidad» derivada de prórrogas, y que ahora buscará anclar su hoja de ruta. También anticipó un reintento por profundizar la desregulación («Ley Bases» 2.0) tras choques y frenos judiciales. En paralelo, matizó expectativas maximalistas: ni el cierre del Banco Central ni la dolarización se concretaron; de hecho, el peso se fortaleció en ciertos tramos del año.
En la vereda opositora, el análisis ubicó al peronismo en «pase de facturas» tras la derrota. Oliva describió tensiones entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof por la decisión de desdoblar en septiembre las elecciones bonaerenses de las nacionales, movida que —sostuvo— debilitó el arrastre territorial en la jornada del 26 de octubre. Con todo, mantuvo que el peronismo conserva un «núcleo duro» de 25%-30% y capacidad de crecer si reconecta con votantes no polarizados.
A nivel institucional, Oliva afirmó que la ruptura entre el Presidente y la vicepresidenta dejó a esta última «vacía de poder» y sin juego real en la conducción. En la Justicia, advirtió que el oficialismo podría intentar cubrir dos vacantes en la Corte Suprema con mayor músculo parlamentario, aunque seguiría en minoría en ese tribunal.
El plano económico externo también asomó en la conversación. Oliva calificó como apoyo «más político que financiero» el respaldo de Donald Trump, presentado como una garantía para transitar vencimientos con el FMI y evitar un salto cambiario previo a las elecciones. Dijo que ese paraguas ayudó a contener tensiones en el dólar antes de los comicios, pero no disipó del todo la volatilidad. Entre los anclajes de mediano plazo, mencionó la expectativa de inversiones en minería —cobre, oro y litio— y un anuncio de infraestructura tecnológica (centro de datos), todavía en fase de intención.
¿Y 2027? «Es imposible saberlo», respondió Oliva, recordando que en Argentina «dos años son una eternidad». Recuperó una idea ya instalada: tres tercios —peronismo, libertarios y un tercio «blando»— que decidirán según cómo llegue el bolsillo. Si la desinflación se consolida con crecimiento, Milei podría aspirar a la reelección; si no, ese tercio pendular buscará alternativa.
El episodio completo de Noche D repasó, además, la geografía del voto, las opciones de alianzas por provincia y el margen del Ejecutivo para «volver a la carga» con su agenda en el Congreso desde diciembre. La conversación cerró con una conclusión operativa: más que una mayoría automática, el «espaldarazo» del 26O le da a Milei un territorio parlamentario menos hostil para negociar.
*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes «contra el odio», «contra el fascismo» y «contra el bloqueo». Este contenido fue escrito tomando en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.





