Coincidencias extrañas, por Aglaya Kinzbruner
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Desde tiempos bíblicos se habla de venganza. Ojo por ojo y diente por diente. Eso fue hasta los antiguos romanos que institucionalizaron la venganza. La primera fiscalía se llamó Vindicta Publica. O sea, el estado podía vengar una mala acción porque, de alguna manera, ésta siempre repercutía en el bienestar público. No era cuestión de devolver un ojo por un ojo o un diente por un diente, y menos lo contrario, un ojo por un diente o un diente por un ojo, ya que la mayoría de los seres humanos tenemos dos ojos y 32 dientes. Lo cual no sería nunca un buen negocio para una de las partes.
Eso fue lo que declaró la Hewlett Packard después de comprar la firma Autonomy que le vendió Mike Lynch, el Bill Gates británico, genio de la informática en el 2011. Dijo que había hecho un muy mal negocio, que el precio de la compañía excedía por mucho su valor, que el todo había sido un fraude y demandó. La demanda duró y duró, resolviéndose hace poco a favor de Lynch y su viaje en el Bayesian fue para celebrar la victoria.
Escogió como abogado a Chris Morvillo, un abogado que sabía tanto de leyes como de situaciones y de hombres. Era prácticamente imbatible. Así también O. J. Simpson escogió al abogado que lo representó en el primer juicio. Con abogados así perder es poco probable. Lógicamente uno de los invitados en el Bayesian para celebrar la victoria era Morvillo y su esposa. El Bayesian se hundió debido quizás a una tromba marina o simplemente por el mal tiempo en la zona, el 19 de agosto de 2024. Tampoco ayuda que el lugar escogido para fondear no era apto, según declaraciones de la dueña de un astillero, y propietaria de un barco vecino, Rosalía Orlando, a periodistas del Corriere della Sera.
Dos días antes, en Cambridge, el socio de Lynch en la compañía Autonomy, Stephen Chamberlain, fue embestido mientras corría sus 10 kilómetros diarios, era maratonista, por una señora, dicen que fuera de toda sospecha porque incluso ofreció quedarse, que manejaba tranquilamente su auto. Murió en el acto.
Descifrar el porqué de la concatenación de hechos extraños es para policías y agentes de seguros. Sin embargo, hay cosas que sin demasiado esfuerzo saltan a la vista. Una persona que conocí hace un tiempo dividía a los libros en dos categorías, los que se leen por gusto y los que «hay que haber leído». Das Kapital de Marx se situaba en esa segunda categoría. Un día se le presentó un invitado que de reojo ubicó ese libro en esa tremenda biblioteca. «Si Pérez Jiménez se entera que usted tiene ese libro, va presa», dijo. «¡Pero si está en alemán!», replicó ella. «¿Y los alemanes tienen un fuero contra cárcel?» preguntó el misterioso visitante.
Así fue como El Capital saltó de la categoría de libros que «hay que haber leído» a una tercera, «libros eliminados por razones de alta prudencia». Ahora explicaremos cómo Karl Marx (1818 – 1883) se relaciona con dos barcos catalogados como insumergibles. Empecemos con el Titanic, el «insumergible» del Whte Star Line, que se hundió, contrariamente a su designación, el 15 de abril de 1912. Tenía botes salvavidas solo para 1.178 personas. Había a bordo gente muy rica, los ni fu ni fa, y una gran mayoría de pobres que querían empezar una nueva vida en Estados Unidos. La mayoría de las muertes se produjo entre ellos, para ser exactos 1.496. Lo que llama la atención es la poca indignación causada por este hecho en aquel entonces.
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Contrariamente a lo anterior, en el «insumergible» Bayesian, con 10 tripulantes y 12 pasajeros, éstos bastante ricos, pasó todo lo opuesto. Y eso es lo que podríamos llamar, exagerando quizás un poco, como la sublevación del proletariado, tan anunciada por Marx.
Se salvaron 9 tripulantes, el cocinero se murió y de los 12 pasajeros murieron 6. Cuando le preguntaron a los tripulantes, dado el hecho que el yate tardó 16 minutos en hundirse, por qué nadie fue a buscar a los pasajeros, dijeron que no tuvieron tiempo.
Sin embargo, ¿sí tuvieron tiempo para buscar su equipaje completo con el cual se pusieron a salvo?
Aglaya Kinzbruner es narradora y cronista venezolana.
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