“Colombia y Venezuela no tienen espacios multilaterales en los que pueden converger”
La investigadora Daniella Monroy señaló que la falta de institucionalidad en el gobierno venezolano representa desafíos para la relación bilateral entre Colombia y Venezuela. Ronal Rodríguez, por su parte, indicó que la Unasur puede ser una oportunidad para que ambos países se encuentren en un espacio con otras naciones
Durante Conversaciones, —un espacio de la asociación Diálogo Ciudadano Colombo Venezolano, conducido por el politólogo Alejandro Martínez Ubieda y el periodista Txomin Las Heras—, Ronal Rodríguez y Daniella Monroy, investigadores del Observatorio Venezolano de la Universidad del Rosario, dieron el pasado 4 de junio recomendaciones para la reactivada relación bilateral entre Colombia y Venezuela.
Rodríguez señaló que no hay espacios multilaterales en los que Colombia y Venezuela puedan converger. Recordó que Venezuela no forma parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) ni de la Comunidad Andina (CAN), en los que sí participa Colombia, mientras que Venezuela está sancionada en el Mercado Común del Sur (Mercosur), bloque en el que Colombia participa como país observador.
Resaltó que el regreso de Colombia a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) podría ser una opción para que ambos países se encuentren “en espacios multilaterales más allá de la relación bilateral”.
En cuanto a esta relación, Monroy indicó que se han descuidado algunos temas de la agenda bilateral como la migración y la seguridad y que los esfuerzos de ambos países se han concentrado en fortalecer la relación económica.
Sostuvo que la falta de institucionalidad en Venezuela representa desafíos para el cumplimiento de las metas fijadas por ambos gobiernos. “A pesar de la aparente mejora económica, el aparato estatal sigue estando ausente”, y explicó que temas como el migratorio son afectados por la carencia de cifras oficiales.
Por último, Rodríguez expresó que, durante el periodo en que las relaciones diplomáticas entre ambos países estuvieron rotas, se dio una “institucionalidad informal” en la cual se profundizó el diálogo entre las organizaciones de la sociedad civil, los gremios y los gobiernos locales de Colombia y Venezuela. Destacó que algunos sectores opuestos desarrollaron vínculos fuertes que “se deben seguir alimentando”, pues permitieron la recuperación de la dinámica comercial, de acuerdo al investigador.
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