¿Cómo es el maní?, por Teodoro Petkoff
El contralor russián, formalmente, no estaba obligado ayer a entrar en detalles sobre el Plan Billuyo. Pero puesto que no ignoraba que el país está sacudido por las revelaciones de su famoso informe «preliminar», lo que hizo, al esquivar cualquier pronunciamiento sobre el tema, parece confirmar las sospechas de que se está preparando una desvergonzada operación de cirugía plástica sobre ese informe, para adecuarlo a la «línea» trazada por el presidente y el ministro de la Defensa: en el Plan Billuyo no hubo guiso sino «dos o tres cositas» sin mayor significación. Hacia eso debe ir el informe «definitivo».
russián pidió paciencia porque supuestamente las investigaciones no han terminado. Falso. El año de la cuenta es el 2000. Las investigaciones realizadas durante ese año están listas y así lo revela la existencia del informe «preliminar», referido precisamente al año pasado. Más aún, el general Rosendo envió a la Contraloría, en enero de este año, dentro de los diez días siguientes a la recepción del informe, sus observaciones a los reparos efectuados por Contraloría. Chávez mismo lo dijo. De manera que sobre el año 2000 la investigación ya está terminada. El informe presentado ayer tendría que contener las conclusiones definitivas de la Contraloría sobre la ejecución del Plan Billuyo durante el año 2000. ¿Por qué russián omitió esto y engañó al país aseverando que las investigaciones no han concluido aún? Obviamente, porque todavía no han terminado de acomodar las conclusiones definitivas a lo que Chávez ordenó y necesitan un tiempo más. Hugo Chávez traiciona a Hugo Chávez. Hasta ahora había evitado comentar los casos de corrupción (Gobernación de Caracas, FUS). ¿Por qué mete las manos en la candela por los todavía desconocidos implicados en las irregularidades del Plan Billuyo? Evidente-mente, porque comprende que las actuaciones individuales de algunos oficiales comprometen a la institución armada en su conjunto. La FAN como tal no está metida en vagabunderías pero es ella, como institución, la que tiene a su cargo el manejo de ese plan. Si algunos de sus hombres aparecen implicados en actos indebidos, es la institución como tal la que debe responder. ¿Dónde está la Contraloría de la FAN? ¿Qué ha sido de la vigilancia que debieron ejercer los mandos superiores, para garantizar una administración pulcra y eficiente de los enormes recursos que fueron confiados a la institución como tal y no a individuos aislados de ella? Tal vez la respuesta a estas interrogantes es la que explica la conducta de Chávez, en su patético empeño por salvar la cara de una institución a la que, sin duda con la mejor intención del mundo pero muy imprudentemente, comprometió en la conducción de un plan que va más allá de sus atribuciones específicas. Pero en ese cometido Chávez, y también Rangel, han vuelto trizas sus posturas anteriores. Podríamos estar en presencia de una operación de encubrimiento de delitos que no tiene precedentes en la historia contemporánea del país. Alguna vez Miquilena dijo que comparado con casos anteriores de corrupción, lo de Micabu era como un «cucurucho de maní». Lo del Plan Billuyo 2000, sin duda, debe ser toda una plantación de maní.