Complicidad de policías en Carabobo hizo que abogada perdiera su bebé tras agresión
La Policía Municipal de Morón, estado Carabobo, complotó con la agresora de la abogada Kenia Zambrano para simular una riña. A la mujer, que estaba embarazada de siete meses, se le vejó, insultó y demoró asistencia médica mientras estuvo en esa sede policial. El 23 de septiembre acudió a la Fiscalía 14 para denunciar el homicidio del niño, por lo que se ordenó la exhumación del cadáver. El Instituto de la Mujer, adscrito a la Alcaldía de Puerto Cabello, también emitió un comunicado en respaldo a Zambrano y de rechazo a la violencia contra la mujer, las embarazadas y el parto humanizado
El pasado 17 de septiembre, la abogada Kenia Zambrano fue agredida en la calle por la expareja de su esposo. Al acudir a poner la denuncia en la sede de la Policía Municipal de Morón, municipio Juan José Mora, estado Carabobo, también fue vejada, insultada y se le demoró asistencia médica, lo que ocasionó la muerte de su bebé, que nació apenas con siete meses.
En el hecho también están involucrados dos funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) Puerto Cabello, el médico Augusto Ramírez y el fiscal octavo Augusto Lobo.
La abogada contó a La Mañana Digital que ese sábado 17 fue agredida por Keslin Castro, la expareja de su esposo, cerca de la parada de bus de la calle principal de Banco Obrero, en Morón. La mujer le propinó varios golpes y patadas en la barriga. «La gente no se metió hasta que un señor que pasaba le dijo ‘No la agredas, ella está embarazada’. En ese momento la agresora huyó».
Su pareja la animó a denunciar las agresiones. En la sede de la Policía Municipal (PM), la abogada fue atendida y un agente le dijo que había que esperar una patrulla para llevarla hasta un ambulatorio para hacerle una revisión. Zambrano mostró los hematomas y reiteró que estaba embarazada, por lo que necesitaba ir al médico urgente. «Eso es rápido», replicó el uniformado, en alusión a la llegada del vehículo.
En ese momento llegó una comisión con la agresora. Zambrano escuchó cuando los agentes le decían: «¿Eres loca? ¿Cómo se te ocurre agredir así a una embarazada? Eso es demasiado delicado, estás metida en un gran problema. No sabemos cómo vas a salir de este peo».
También escuchó cuando otro agente le dijo: «Bueno, vas a tener que coñacearte para decir que fue una riña».
La abogada insistió que se le regresara su cédula de identidad porque se sentía mal. El agente que la atendió le dijo que no podía devolverle el documento porque todavía estaba procesando la denuncia, pero le dio la orden para trasladarse a un ambulotario. En ese lugar, un médico se negó en principio a atenderla, hasta que otro policía lo conminó.
«Me hizo un examen fugaz, casi violento y determinó que todo estaba bien», comentó Kenia Zambrano. Al regresar a la sede de la policía municipal, para culminar los trámites de la denuncia, uno de los policías le dijo que estaba detenida «porque la otra chica está golpeada, eso fue una riña, tiene golpes en la cara».
La abogada se negó a que la esposaran y, al momento, salió Daniel Rodríguez, director de la Policía de Morón, quien preguntó qué ocurría. Cuando se le respondió que Zambrano se negaba a ser esposada, le gritó: «Estás detenida, eso fue una riña, no vas a tener trato especial por ser abogada, yo también soy abogado».
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Al alegar que estaba embarazada y el procedimiento era ilegal, Rodríguez le gritó de nuevo que estaba detenida, la empujó, la esposó y le tomó uan foto para reseñarla.
«Insistí en preguntarle al director de la PM quién le ordenó detener a una embarazada y me dijo que mi detención la ordenó Augusto Lobo, fiscal octavo del Ministerio Público», explicó. La mujer fue sentada en una silla desde las 2:00 pm hasta pasadas las 7:30 pm, cuando los policías accedieron a llamar a los Bomberos para trasladarla a un hospital, debido a que se sentía mal.
«La barriga se me movía, me sentí muy mal (…) les dije que necesitaba que me llevaran a un centro asistencial, me dolía mucho, el bebé se contraía, producto de los golpes, de la rabia. Como soy primeriza no les supe explicar que eran contracciones», contó la mujer.
La trasladaron al ambulatorio de Morón, donde la recibió el médico Augusto Ramírez. «Me hizo el exámen físico y me dijo que no tenía nada. Le pregunté cómo iba a decir eso y me respondió que no había nada anormal, que eso era un show para evadir responsabilidades. Las enfermeras cuando oyeron eso me examinaron y me apoyaron. Dijeron que yo estaba teniendo contracciones. En eso la policía las amenazó con llevarlas presas a ellas también. Ellas insisteron con el médico que yo tenía contracciones y el doctor Ramírez les respondió ‘Tengo 36 años de experiencia y ratifico que esas no son contracciones, ahí todo está bien, es un show de la paciente'».
Los policías intentaron llevarsela, cuenta Zambrano, pero las enfermeras la acordonaron e insistieron que tenía contracciones, que estaba en riesgo ella y el bebé; al igual que los Bomberos. Al final fue trasladada al hospital Adolfo Prince Lara, de Puerto Cabello, donde la médico jefe ordenó una cesárea de urgencia.
«La médico jefe ordenó que me condujeran directo a sala de parto, habló con el médico Augusto Ramírez, quien vino a regañadientes luego de decir que estaba harto de la guardia en el ambulatorio de Morón y ahora tenía que ir a Puerto Cabello. Él le ratificó a la gineco obstetra que yo no tenía nada, que todo estaba normal», prosigue la abogada.
Su hijo nació con dificultades respiratorias por lo que fue internado en la Unidad Intensiva Neonatal. Ella fue trasladada a su habitación, donde era custodiada por dos policías municipales. «La doctora me dijo que hubo un desprendimiento prematuro de placenta por los golpes recibidos y los malos tratos», aseguró Kenia Zambrano.
Unas horas después de la cesárea se presentó el fiscal octavo Augusto Lobo, con un juez de Control y un defensor público para la audiencia de presentación.
«Comenzó la audiencia y el fiscal me dijo que yo como abogada sabía cuál era el procedimiento. Me dice que fue notificado de una riña entre dos personas, y cuando yo empiezo a narrarle los hechos trató de impedirlo alegando que hablar podía producirme gases. Aun así, le dije que todo eso fue un mal procedimiento. Que la PM de Morón forjó las actas para colocar que fue una riña cuando la verdad es que fui salvajemente agredida por Yeslin Castro», detalló.
El fiscal reconoció que no había sido informado de su embarazo. «Le pedí privativa de libertad para la agresora porque me provocaron el parto y mi hijo se estaba debatiendo entre la vida y la muerte. Él me dijo que no y le dio una sustitutiva de libertad, con presentación, a Keslin Castro. Le dije que eso es injusto. Me respondió que la agresora seguiría libre bajo presentación y yo también quedaba bajo regimén de presentación».
48 horas después, su hijo falleció debido a los problemas de salud al nacer. El 23 de septiembre acudió a la Fiscalía 14 para denunciar el homicidio del niño, por lo que se ordenó la exhumación del cadáver. El Instituto de la Mujer, adscrito a la Alcaldía de Puerto Cabello, también emitió un comunicado en respaldo a Zambrano y de rechazo a la violencia contra la mujer, contra la embarazada y contra el parto humanizado.