Complicidades y arreglos, por Ángel Monagas
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Cambios de escenarios.
Cuando cumplimos exactamente la mitad del año, los hechos parecieran acelerar la duración del día, del mes y del año.
Nicolás —presumimos que después de las últimas reuniones— pareciera ceder a los requerimientos y presiones del poder político de Venezuela.
No es solamente un discurso. Muestra pruebas de que ha «entendido» o de que tiene miedo. Pienso más en lo primero. Nunca lo he subestimado y han cometido un error quienes lo creen.
Nicolás, Diosdado, Jorge, Cilia, Delcy, Tareck y Tarek, entre otros, saben que para sobrevivir y avanzar en política hay que «arreglarse».
Recuerdo a un joven dirigente de AD que en los primeros años de los 90 murió preso. De los mejores líderes. Quizá superior a Claudio, a Ledezma, solo que no entendió que en política —y más en un paquidérmico partido como AD— hay que arreglarse y entender el juego de los intereses. Su nombre era Yuri Campos.
Yuri Campos, escribió la magistral pluma de Milagros Socorro: «Cada escalón que Yuri Campos ascendió en octubre de 1991 hacia la oficina de Humberto Celli, en la sede del CEN de Acción Democrática, lo estaba acercando a la muerte. Ese día, sin que ninguno de los disparos accionados en ese edificio, ni los empujones que con toda fiereza que se prodigaron los militantes enfrentados, atinara en su cuerpo, las horas de su vida iniciaron una cuenta regresiva». «Un año después, exactamente el 28 de noviembre de 1992, el que fuera promisorio cuadro de relevo en las huestes del partido del pueblo yacía con el corazón destrozado en una cama del Hospital Clínico. Tras siete días de reclusión hospitalaria, ocasionada por los problemas respiratorios y de circulación que comenzaron a aquejarlo desde sus días en El Junquito, Yuri Campos Malaspina murió sin aclarar nunca quién era ese enemigo que denunciaba sin nombrar, de quién la mano destructora, una que nunca dejó de apretarlo. En su acta de defunción consta que la causa del deceso fue un infarto al miocardio…» Más adelante agrega: «Pero su hermano, uno de ellos que ha preferido no dar su nombre, insiste en que Yuri murió de tristeza. De abatimiento, de no comer, de no dormir, de pasarse las noches leyendo y los días atendiendo llamadas telefónicas, muchas de la cuales traían chismes, maledicencia, más confusión». A un año de su muerte muchos concluyen que Yuri Campos murió de AD». Desilución, tristeza, congoja.
Nicolás, Diosdado, Jorge y Tareck El Aissami, los cuatro jinetes del apocalipsis psuvistas, todos de formación «para-adeca», pues son socialistas, o socialdemócratas como suelen disfrazarse los adecos, no quieren morir de soledad, no quieren morir de PSUV.
Lo trágico de la historia es que se comprende después de que ya es tarde para cambiarla.
Aun en los «contrarios al chavismo», mal llamados «opositores», no descifran lo que es el PSUV y lo que son los líderes psuvistas.
Por eso, son largos 22 años de batallas, y de derrotas, las que hemos sufrido los opositores. Peor aún, creo que todavía faltan algunas más.
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Mi formación socialcristiana —aunque hoy día es menos social— me permitió conocer también lo que había en la otra acera y para nada cambiar mi concepción inicial. Los copeyanos nos equivocamos más, no obstante pensábamos y queríamos una Venezuela distinta.
La nación, hoy día, por más esfuerzos y persistencia de viejos sueños, o soñadores, no responde a esos paradigmas. Hoy están rotos.
Decir lo que la gente quiere escuchar: populismo redireccionado
El populismo, por lo general, lo sufren los pueblos, las masas. Se suponía que los líderes y dirigentes no eran víctimas de esa subcultura populista. Conocían el oficio. Como dicen los estadounidenses: están «tomando una sopa de su propio chocolate».
La gente vota más que con la razón, con los sentimientos, y últimamente con el estómago. Por ejemplo, un candidato que ofrezca cursos de formación para el trabajo obtendría cero votos; si el contrario ofrece bonos, cajas Clap, ayuda económica, por mencionar cuatro. Es la cruda verdad.
El peor daño socialista de la quinta y de la cuarta es precisamente ese, la alteración y transformación de los valores de la gente.
Lo paradójico del asunto es que el populismo de Maduro tiene ahora como víctimas a los propios dirigentes de los contrarios al chavismo, quienes andan felices por la posibilidad de participar en unas elecciones bajo el cumplimiento (falso) de algunas promesas, como eliminación de la figura de protector y sometimiento respeto al que gane.
¿Maduro, respetando la autonomía soberana? Habilitación de la tarjeta de la «manito» de la MUD (detrás operada por el G4) y autorización de creación de unas 20 más, entre ellas, la que configura otra división de Acción Democrática: ADelante de Henry Ramos Allup, es una demostración primaria de cómo avanza el «arreglo».
Algunos muestran gran estupidez, esa es la señal de que la «negociación» está produciendo frutos. Absolutamente falso. Cuando el que negocia anda en negocios, el resultado son divisas, no logros políticos.
En el recuerdo quedó quitarle la tarjeta blanca al mejor «perro fiel» del régimen, Bernabé Gutiérrez. La tarjeta histórica seguirá secuestrada por el chavismo a través de sus operadores políticos.
Vendrán también nuevas libertades, rehabilitaciones de actores políticos, con excepción de Guaidó, quien seguirá camino al cementerio político en las mejores condiciones políticas de retiro, para su familia y para él mismo.
Maduro es capaz hasta de cambiar la fecha del 21N por la del 5 de diciembre.
No ha terminado la negociación y se hacen promesas.
Tareck El Aissami ofreció gasolina sin hacer colas. ¿Cómo lo hará?
Tendremos gasolina, más barata que en el mercado negro, a 0,50 centavos de dólar el litro.
Elecciones
Los dirigentes medios están convencidos de que eso será así y que por eso vale la pena ir a un proceso. El populismo de Nicolás los convenció.
Como todo régimen presidencial, la máxima figura del presidente no será tocada hasta el 2024. Como sopla el viento, eso corresponderá a Diosdado o a Jorge Rodríguez, quienes le disputan el cargo. Con Nicolás de enemigo, quien quiere repetir. Los comunistas no creen en la alternancia del poder.
Los arreglos prevalecerán.
Guaidó camina en el filo de la hoja. Me decía un representante demócrata que el presidente de Internet también ha abogado por el fin de las sanciones.
Será ese el fin de lo que pudo haber sido y no fue. Voluntad Popular es el único partido en el mundo que. manejando un gobierno aunque sea de Internet, ha desaparecido. Definitivamente, su vocación política está basada en el arreglo y no en aumentar la consistencia estructural de una plataforma.
Julio promete ser más acelerado. Rosales y Ramos Allup saben que el tiempo y la oportunidad en política valen oro.
El contralor del régimen Elvis Amoroso bajó de la nube a muchos, entre ellos a De Grazia. Tendrán que volver a arreglarse en muchos «dólares».
Venezuela seguirá en manos de mafias, cómplices y «entendimientos».
Hay que mirar hacia adelante, no obstante se vaya hacia atrás.
Maduro no vive un buen momento. Falta ver si los «contrarios al chavismo», lo notan y lo aprovechan en beneficio del país y no de sus bolsillos.