Con armas y oración, Maduro busca transmitir paz ante tensión con Guaidó y EEUU
Una actividad «maratónica», como tenía tiempo que no se veía en VTV, se registró la mañana del miércoles. Y el protagonista fue, por supuesto, Maduro
El 30 de enero es un día significativo desde el lado del Gobierno. Casi nunca se puede ver al gobernante venezolano, Nicolás Maduro, tan temprano en la mañana y acompañando a los militares.
Primero les habló desde una tarima. Después trotó -como ya ha hecho en días pasados- con ellos. Se sentó y les habló. En resumen, le pidió a la Fuerza Armada que aplique «justicia» ante aquellos que estarían «traicionando a la patria» y reveló que un grupo de desertores, militares, se han convertido en mercenarios de la oligarquía colombiana y conspiran desde Colombia para dividir la Fuerza Armada Nacional Bolivariana».
En contraposición, el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López; el comandante estratégico operacional de la FAN, Remigio Ceballos y el comandante general del Ejército, Jesús Suárez Chourio, llamaron a «ratificar» la lealtad de los militares a favor de Maduro.
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Casi seguido -no pasó ni una hora- fue a reunirse en un Congreso de Movimiento Cristiano por la Paz, junto a varios representantes de sectores religiosos.
«He venido para decirles que estoy comprometido con ustedes, para decirles que estoy deseoso y esperando los proyectos para echarlos a andar uno por uno. Estoy deseoso de ver las conclusiones de este congreso».
Al finalizar, Maduro se tomó de las manos con los demás pastores para elevar una plegaria. Pero si todo está bien ¿Para qué? Seguro que es para pedir que siga todo «a paso de vencedores».
Maduro «rezando» participa en el Congreso de Movimientos Cristianos por la Paz contra la “invasión gringa” (Video) https://t.co/l5IdwJBZss pic.twitter.com/XPqdjX4RX0
— AlbertoNews (@AlbertoRodNews) January 30, 2019
Al mediodía del miércoles, encabezó reunión con gabinete ministerial y varios alcaldes en lo que llamó en días pasados como la «Misión Venezuela Bella», que tiene como finalidad el embellecimiento y optimización de 62 ciudades.
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De nuevo. Apareció jovial, sonriente y tomado de la mano de Cilia Flores. Incluso, en un gimnasio vertical jugó tenis de mesa con la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Luego de su «opening», se sentó para aprobar la dinámica de 572 para arreglar 220 avenidas, 180 plazas públicas, además del asfaltado e iluminación en esas urbes priorizadas.
Además, inauguró bases de misiones para que le ayuden a llevar a cabo el procedimiento. Y llamó al empresariado privado a sumarse al embellecimiento de las ciudades.
En menos de seis horas quiere demostrar que está protegido con Dios, con las armas y si todo sale bien, «arreglará» las ciudades. ¿Realmente logró su cometido?