Con garantías sí
La respuesta que dan es que si quiere que participen en algún tipo de negociaciones tiene que dar garantías de que va en serio. No están dispuestos a jugar
El gobierno de Nicolás Maduro se siente acorralado.
Su golpe de Estado lo desnudó ante el mundo y la reacción no le agrada. Busca la manera de tender puentes, ofrece negociar y quiere que algunos países europeos lo ayuden en el intento. Pero no lo tiene fácil.
En el viejo continente no olvidan cómo Nicolás se burló de Rodríguez Zapatero y del papa Francisco.
La respuesta que dan es que si quiere que participen en algún tipo de negociaciones tiene que dar garantías de que va en serio. No están dispuestos a jugar.
No quieren que siga con la mamadera de gallo.
Deja un comentario