Con venta de dólares del BCV y restricción al crédito se desacelera inflación en junio a 6,4%
De acuerdo a los cálculos del Observatorio Venezolano de Finanzas, la inflación cerró en junio en 6,4%, lo que significa una tasa interanual de 2.615,5%. El diputado José Guerra advierte que la quema de reservas por parte del BCV y el anclaje bancario son dos fórmulas peligrosas para contener el alza continua de los precios. A pesar del resultado de junio, Venezuela se mantiene en un proceso hiperinflacionario
Una importante desaceleración de la inflación se observó en junio, mostrando así la misma tendencia que se ha registrado en los últimos meses en el indicador. De acuerdo a las estimaciones del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), los precios aumentaron en el sexto mes del año en 6,4% para mostrar una tasa acumulada en 2021 de 333%.
El diputado José Guerra, integrante de la Asamblea Nacional elegida en 2015, explicó que la desaceleración de la inflación obedece a la venta de divisas por parte del Banco Central de Venezuela (BCV) al sector bancario para ser negociados en las mesas de cambio, y bajar así las presiones en la devaluación. Igualmente, debido al mantenimiento del anclaje bancario que ha generado fuertes restricciones para la entrega de créditos.
Guerra -sin embargo- advierte que estas medidas pueden resultar riesgosas, ya que no se están resolviendo los principales problemas macroeconómicos del país.
«Para contener la inflación se está empleando una mezcla muy peligrosa de anclaje del tipo de cambio, quemando reservas internacionales y una política monetaria que mantiene el encaje a la banca en 90%, lo que se expresa en la desaparición del crédito».
Guerra destacó que una depreciación del tipo de cambio respecto a las del mes de mayo (3,38%) dio como resultado la tasa de inflación de junio, la más baja en lo que va de año y desde que el OVF realiza esta medición.
«La desaceleración de la tasa de inflación va a durar lo que duren las escasas reservas internacionales del BCV. La tasa de inflación tuvo una desaceleración a 6,4%. Sin embargo, continuamos en hiperinflación», dijo durante la presentación de los resultados de la inflación en junio.
En este sentido, la economía venezolana aún pasa por un proceso hiperinflacionario al registrarse una tasa anualizada de cuatro dígitos (junio 2020 a junio 2021 de 2.615,5%).
Por segundo mes consecutivo el rubro que más aumentó de precio fue Servicios con 7,5% debido principalmente al alza del servicio de agua en 252,19%. Le siguen Servicios de la Comunicación con 6,9% y Bebidas Alcohólicas y Tabaco con 5,1%.
El BCV por cierto, aún no ha publicado la tasa de inflación de junio.
Salario mínimo, mínimo
Un aspecto relevante lo constituye incremento de la canasta de alimentos en dólares, compuesta por 80 productos, la cual ha llegado a un máximo histórico de $300,27 para una familia de cinco miembros. Ello implicó un aumento de 20,1% desde diciembre de 2020 y de 28,4% anualizado, es decir respecto a junio de 2020.
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El costo de la canasta de alimentos cerró en junio en 950.656.793,65 bolívares, mientras que el salario mínimo y el bono de alimentación es de Bs. 10.000.000 o $2,21. Esto significa que para junio, se necesitó 136 salarios mínimos para cubrir la canasta alimentaria, custro salarios mínimos adicionales respecto al mes anterior.
«Con una tasa de inflación que duplica la tasa de depreciación del bolívar, es evidente que el bolívar tiene más poder de compra externo que interno. Durante 2021 el BCV ha perdido 200 millones de dólares de sus reservas».
Antes que eliminar ceros
Sobre la posibilidad de una nueva reconversión monetaria en el país, el OVF asegura que tiene un solo propósito: facilitar las transacciones. «Si se mantiene la tasa de inflación en 6,4% mensual por un año, los precios en ese año aumentarían 110.5%. Ello significaría que ya en un año los nuevos billetes perderían una parte importante de su valor».
Resaltan que una tercera reconversión para eliminar ceros al bolívar, tendrá el mismo destino de las dos anteriores si no se derrota la hiperinflación, por lo que aseguran que para Venezuela la opción no es seguir haciendo reconversiones.
«Ello lo que hace es que aumenta la desconfianza en la moneda y el público termina repudiándola».
En este sentido, el OVF sugiere dos opciones excluyentes para resolver la situación monetaria y de hiperinflación: adoptar el dólar como moneda nacional con lo que ello implica o adoptar una nueva moneda nacional, con una tasa de cambio fija con el dólar o el euro y que se pueda ajustar gradualmente.