Con Viktoria Marinowa, son tres los periodistas asesinados en Europa este año
El asesinato de la periodista búlgara Viktoria Marinowa es el tercer ataque letal contra un periodista en la UE en un año. “Bruselas tiene que actuar”, dice a DW Christian Mihr, director de Reporteros sin Fronteras
DW
Una vez más, el asesinato de un periodista en Europa causa horror: la presentadora de televisión búlgara Viktoria Marinowa fue encontrada asesinada el sábado en un parque de Ruse, en el norte de Bulgaria. La muerte fue causada por golpes en la cabeza y asfixia. Según el ministro del Interior, Mladen Marinov, Marinova también fue violada. Los hechos aún no están claros, la policía investiga los móviles del asesinato.
Según Reporteros sin Fronteras (RSF), la situación de la libertad de prensa se ha deteriorado dramáticamente en Europa. La próxima semana, se cumple un año del asesinato de Daphne Caruana Galizia, bloguera y periodista maltesa, conocida por su trabajo de investigación, que murió victima de una bomba el 16 de octubre de 2017 en su automóvil.
En Eslovaquia, el asesinato del reportero investigativo Ján Kuciak y su prometida, Martina Kušnírová, provocó protestas masivas a fines de febrero de 2018: el primer ministro Fico y el secretario de Interior, Robert Kalinák, fueron obligados a renunciar. En ambos casos, la investigación sigue en curso. Sobre la situación conversamos con Christian Mihr, Director de Reporteros sin Fronteras (RSF).
–¿Son los asesinatos de Daphne Galizia, Ján Kuciak y Viktoria Marinowa casos aislados, o hay algo mayor detrás? ¿Es Europa cada vez más peligrosa para los periodistas?
–Son casos aislados, porque estos asesinatos ocurrieron en tres países diferentes, pero hay también conexiones. En primer lugar, han tenido lugar en la UE, en segundo lugar, en países que se han unido a la UE en los últimos 15 años: Eslovaquia, Malta y, en este caso, Bulgaria. Ha habido fallas en las negociaciones de adhesión a la UE. Este es también un recordatorio para las actuales negociaciones de adhesión en curso con Serbia, Turquía o Macedonia. Hemos criticado repetidamente el hecho de que la libertad de prensa no ha jugado un papel importante en estas negociaciones.
–¿En qué sentido?
–En las negociaciones de adhesión están los llamados «informes de progreso”, que generalmente describen los problemas de los países, pero nunca especifican responsabilidades: ¿qué políticos, qué actores económicos son realmente responsables de las restricciones a la libertad de prensa, de las amenazas contra periodistas? Mirando los últimos informes de progreso sobre Serbia y Turquía, tengo la impresión de que no se han aprendido lecciones de las negociaciones de adhesión actuales. Allí no se mencionan ni los peligros ni los agresores por su nombre.
Por ejemplo, ¿quién es responsable de restringir la libertad de prensa en Serbia? El presidente Aleksandar Vučić, personalmente, que en parte tiene nexos con empresarios y medios, y, al menos, parece estar detrás de las amenazas. Es impactante que tales asesinatos de periodistas ocurran en países de la UE, y creo que la oportunidad que ahora tienen los tres países es, al menos, demostrar que el Estado de derecho funciona y que los involucrados son condenados. Pero tengo mis dudas.
–Aún no está claro si Viktoria Marinowa fue asesinada debido a su trabajo periodístico. Pero incluso sin este no fuere el caso, Bulgaria tiene la peor calificación en el ranking de libertad de prensa de RSF, entre todos los Estados miembro de la UE. ¿Por qué?
–En pocos países existe una unión tan estrecha de economía, política y medios como en Bulgaria. El sistema de medios de comunicación está determinado, de facto, por Deljan Peewski, él es la cara del problema: es un magnate de los medios de comunicación, miembro del Parlamento y alguna vez fue jefe del servicio secreto. Hay estructuras mediáticas oligárquicas muy fuertes, los medios están restringidos por intereses económicos y políticos. Ha habido repetidas amenazas contra periodistas en Bulgaria, muchos nos informan sobre la autocensura cuando se trata de temas delicados que afectan a los propietarios de los medios.
–En Estados Unidos, muchos temen que los continuos ataques de Donald Trump contra los medios puedan conducir a la violencia. Incluso en Europa hay políticos que insultan a los medios. ¿Qué papel juega la retórica estatal en la violencia contra la prensa?
–Creo que hay una conexión. Ese es el peligro de tal retórica: que fomente la violencia como un medio de debate político y como un arma para evitar los informes críticos. Pero más peligroso que las palabras mismas es el clima de animadversión y agresividad que generan algunos políticos.
Espero que la UE se despierte, presione y le recuerde al Gobierno búlgaro que sus propias autoridades tienen que garantizar una investigación correcta. Soy un poco escéptico cuando veo investigaciones anteriores en Bulgaria. Hay muchas amenazas, pero poca información sobre los agresores.
Helena Kaschel (jov/er)