Condiciones en las cuales vivían los presos en comisaría de Carabobo «eran de espanto»

La primera celda tiene tres ventanucos en la pared exterior por los que el jueves 29 los presos gritaban a sus familiares y denunciaban ante los periodistas
La muerte de al menos 68 hombres y dos mujeres dentro de las instalaciones de la comandancia de la Policía de Carabobo (centro del país) quedó registrada como una de las peores tragedias en los recintos carcelarios venezolanos.
El 29 de marzo un grupo de presos sobrevivientes al incendio, que se originó tras un intento de motín, señalaron que fueron rociados con gasolina y también difieren de las cifras oficiales de fallecidos.
BBC Mundo logró conversar con algunos familiares y policías, quienes relataron cómo son las condiciones de reclusión en ese sitio, cuya capacidad está desbordada debido al retardo procesal y el hacinamiento en las cárceles del país.
Los calabozos
Una verja separa la calle del ala del centro donde hay tres calabozos. En ese sitio los familiares entregan diariamente la comida, que el Estado venezolano no provee a los recluidos.
La primera celda tiene tres ventanucos en la pared exterior por los que el jueves 29 los presos gritaban a sus familiares y denunciaban ante los periodistas.
En esa celda estaban recluidas unas 55 personas, según calculan los familiares y policías. En ella se encontraban los acusados o condenados por violación y otros delitos violentos.
Luego estaba la zona de los funcionarios policiales, organizada y con buenos servicios.
Al fondo está el calabozo más grande. Allí se encontraban los delincuentes comunes. El lugar esta conformado por cuatro habitaciones, un baño en una de ellas y un pasillo en forma de L.
Justo en esa celda se produjo el incendio y allí se recogieron los cadáveres de los reos fallecidos.
Algunos familiares y funcionarios consultados por la BBC Mundo aseguran que dentro había entre 170 y 180 presos.
«Era un lugar espantoso (…) Dormían todos apretados», comentó un familiar.
Un funcionario de la policía de Carabobo aseguró que descansaban en colchonetas, cartones y hamacas y que eso fue combustible para el fuego.
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