Conferencia Episcopal: Designación de la directiva CLAP del Parlamento fue irrita
El presidente de la instancia clerical, monseñor José Luis Azuaje, dijo que el pueblo venezolano clama a gritos se cumpla con la Constitución. Llamó a consultar al pueblo sobre las decisiones a tomar ante la grave crisis del país
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) no se anduvo con ambages y al instalar la CXIII Asamblea Ordinaria Plenaria, este martes 7 de enero, rechazó la directiva impuesta por el gobierno para el Parlamento, la cual está compuesta por diputados vinculados al escándalo de corrupción con empresarios de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
» Hoy todo se dirige al poder, a posesionarse, a cubrir espacios y no a generar procesos. Ese ha sido el mensaje dado por el grupo de diputados que violentando toda normativa de la Asamblea Nacional, se hicieron designar como directiva de esa institución. Los venezolanos sabemos que ha sido una designación irrita, fuera de toda normativa; por eso le tocará a la verdadera directiva elegida por votación y según las normativas de la AN, seguir profundizando sobre la resolución de los principales problemas que aquejan al pueblo», dijo el presidente de la CEV, monseñor José Luis Azuaje.
El discurso de Azuaje, quien se ausentó por quebrantos de salud, fue leído por el primer vicepresidente del episcopado, monseñor Mario Moronta. El Episcopado profundizará sobre la situación política y social del país al cierre de CXIII Asamblea Ordinaria Plenaria.
Asimismo, el clero señaló que ante el deterioro progresivo de las condiciones de vida del país, el pueblo no pide otra cosa que el acatamiento por parte de todos los poderes públicos de este pacto republicano establecido en la Constitución.
«El deterioro se hace más inminente, resquebrajando las estadísticas recientes con el aumento de la pobreza, la falta de acceso al trabajo y a una remuneración digna, un 13,5% de desnutrición en niños recién nacidos a 5 años, un 87% de familias que sufren privación alimentaria. Y algo que no podemos dejar pasar por alto es que un gran porcentaje de las familias venezolanas hayan recibido este nuevo año con al menos un familiar fuera del país y, además, experimentar el repunte de personas con intención de migrar con el objetivo no solo de buscar sustento para su familia, sino poder vivir en paz», indicó Azuaje.
El prelado también destacó que se han sacudido los cimientos que sostenían la democracia, la paz, el desarrollo en el país. «Esto se vino preparando desde hace tiempo y no queríamos creerlo; pero llegó y se instaló. Lo que ha sucedido reiteradamente es que hemos querido comprender lo que pasa, por la velocidad y profundidad de los acontecimientos, con los mismos instrumentos de siempre», afirmó.
El presidente de la CEV cree fundamental que se consulte al pueblo. «Como creyentes, pero también como ciudadanos debemos, por una parte, contribuir con información y discernimiento a dar cuerpo al necesario protagonismo del pueblo, para considerar si ante tanto sufrimiento y violencia no ha llegado la hora de apostar porque el pueblo decida por sí mismo lo que desea ante tan graves y al parecer insolubles problemas. Por ejemplo, expresando su voluntad inequívoca, soberana por medio de una consulta vinculante, como ya el Episcopado ha asomado la posibilidad o conveniencia», esgrimió.
Posteriormente, monseñor Mario Moronta indicó que Venezuela necesita unidad y manifestó su deseo que en el país se imponga la racionalidad. Además, espera que «todo se resuelva en paz y que ciertamente la Iglesia estará dispuesta a la mediación y puente como hemos venido haciendo».
Respecto a las excarcelaciones que se registraron la noche del lunes, espera que esa acción sea el inicio para que más presos políticos puedan salir de los recintos carcelarios y por ello «apela a la razón de quienes toman decisiones».