Conferencia Episcopal urge a conformar un nuevo CNE y respeto a garantías electorales
La Conferencia Episcopal Venezolana reclamó «en función de un proyecto común de país» que se permita el total ejercicio de libertades personales y sociales, en particular libertad de expresión y la liberación de todos los presos políticos
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) urgió este jueves 13 de julio a que se conforme prontamente un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), de acuerdo a las garantías constitucionales existentes, al igual que al respeto de garantías electorales para todos los ciudadanos.
Monseñor Jesús González de Zárate, presidente de la CEV, leyó parte de la exhortación pastoral «Caminar juntos en la búsqueda y construcción de proyectos del país», elaborada tras la CXX Asamblea de la Conferencia, donde se calificó como «necesqrio» para el reconocimiento de las elecciones presidenciales –previstas para 2024– la apertura del Registro Electoral, el reconocimiento de la legítima dirigencia de los partidos políticos, la habilitación de todos los aspirantes, la garantía del voto de los venezolanos en el exterior y la observación internacional imparcial.
«Hacemos un llamado a la población a participar responsable y concientemente en los próximos eventos electorales», exhortó la Conferencia.
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Además, se reclamó «en función de un proyecto común de país» que se permita el total ejercicio de libertades personales y sociales, en particular libertad de expresión y la liberación de todos los presos políticos.
La CEV puso de manifiesto la continua violación a los derechos humanos y políticos de la población, que se manifiesta en «persecución, inhabilitación, represión, torturas y supresión de las libertades».
Para la Coferencia, se está ante un «país fracturado» por lo que un futuro mejor pasa por el «reencuentro de todos los venezolanos, esto requiere apertura, valentía, disponibilidad de todos (…) Todos somos necesarios. La transformación de un país no es tarea exclusiva de un líder ni de un grupo de especialistas, o de un partido o parcialidad política por muy capaz o carismático que sea. Por eso, ningún sector de la sociedad puede pretender excluir a otros en la reconstrucción del país».
Consideraron que si se quiere avanzar en la solución de los problemas, «debemos conocer sus causas. En Venezuela estamos viviendo desde hace muchos años en una crisis de responsabilidad, que se manifiesta en lo personal como en lo institucional. Ante las dificultades y carencias que padecemos pareciera que nadie es responsable y todo se atribuye a causas ajenas, a terceras personas o naciones».
La Conferencia Episcopal aseguró que hay «sordera y desatención de muchos sectores (…) especialmente de aquellos encargados de resolver los problemas económicos, políticos y sociales del país».
La CEV manifestó su preocupación por el aumento de la pobreza, la fractura de las familias producto de la migración forzada de millones de venezolanos, el creciente número de adolescentes y adultos mayores desnutridos, inequidad social y económica, deterior de los servicios públicos y de salud, destrucción de las empresas básicas, la falta de seguridad jurídica, así como la corrupción administrativa e impunidad generalizada.
También se mencionaron los problemas de movilización debido a la escasez de combustible, además del «deterioro ecológico» que afecta a zonas protegidas y de forma especial a los pueblos indígenas, al igual que el control que ejercen grupos irregulares armados en algunos estados del país.
Otra cuestión que mencionó la CEV es la necesidad de que todos los actores educativos (familia, escuela, comunidad, iglesias, Estado) presten atención «a los desafíos que hoy se presentan en este campo, asumiendo el Pacto Educativo Global propuesto por el Papa Francisco. Aplaudimos el esfuerzo de los miles de maestros que, con competencia y sacrificio, se dedican a construir el futuro de nuestra patria a través de la educación».
Solicitaron además a las organizaciones de la sociedad civil a asumir «mayor protagonismo en la reconstrucción institucional plural del país, así como a las universidades, los empresarios y en general todos los gremios».