Confrontación marcó el inicio de un nuevo año para la AN
El ambiente de la sesión venía marcado por la escogencia de Omar Barboza como opción por “consenso” para ejercer el cargo de presidente, respetando el acuerdo de gobernabilidad que se fijó en 2015
Autor: Luisa Quintero/ @l_andrequintero
Con una junta directiva vetada por cinco diputados principales, que esgrimieron acusaciones serias para cualquier opositor, inició el tercer año del Parlamento venezolano bajo el mandato de la Mesa de la Unidad.
El ambiente de la sesión venía marcado por la escogencia de Omar Barboza como opción por “consenso” para ejercer el cargo de presidente, respetando el acuerdo de gobernabilidad que se fijó en 2015 entre todos los factores de oposición, y que este año favorecía a Un Nuevo Tiempo.
Mientras que Delsa Solórzano y Enrique Márquez (dos de los grandes nombres para ocupar el relevo de Julio Borges) declinaron hablar con los medios, si lo hizo un Manuel Rosales dispuesto a defender ese consenso de la dirección nacional y sus diputados para nombrar a Barboza, uno de los políticos que lo acompañó en la fundación de UNT.
Pero desde antes ya se anunciaban las tempestades. Richard Blanco avisaba en los jardines del Palacio Federal Legislativo que darían una información importante junto a la fracción 16 de Julio, pero la postura se hizo evidente en plena sesión bajo la figura de Omar González (Vente Venezuela).
Luego de la propuesta de Juan Guaidó para la junta directiva, que quedaría conformada por Omar Barboza como presidente, Julio César Reyes (Avanzada Progresista) como primer vicepresidente y Alfonso Marquina (Primero Justicia) como segundo vicepresidente; llegaron los votos salvados.
El primero fue José Gregorio Aparicio, de Prociudadanos, quien expresó que no fue informado y mucho menos consultado por el resto de los parlamentarios sobre la escogencia de esa nueva junta directiva. Además, dijo que existía una “incongruencia” que no le permitía avalar esos nombres aunque no explicó cuál era.
Julio Borges como director de debates agradeció la postura de Aparicio y dio paso a una nueva declaración que encendería el resto de la sesión.
¿Un show para Twitter?
El diputado Omar González habló en nombre de la fracción 16 de Julio y también expresó su voto salvado. Durante su intervención dijo que hay «convivencia con el régimen» pues hay ciertos representantes que tienen tendencias a cohabitar con la Constituyente.
“Con esta junta directiva no se avanzará en salir del régimen (…) En esta Asamblea Nacional compiten dos agendas: una que busca la cohabitación con el régimen y la otra que planteamos desde la fracción 16 de Julio afianzada en el mandato del plebiscito”, sentenció el parlamentario en alusión a la consulta del 16 de julio de 2017.
El militante de Vente Venezuela aseveró que este voto salvado “no significa un juicio de valor contra las personas propuestas para la junta directiva” y argumentó que se debe dar un sentido de urgencia a la gestión política, y por tanto estarán con la gente exigiendo un cambio.
«No nos sentimos representados por quienes apoyan la Constituyente ni de los que se van a negociar a Dominicana sin el apoyo de nadie», expresó González antes de solicitar la votación nominal.
Un Borges visiblemente incómodo agradeció las palabras de González pero ripostó que estaba en el derecho a disentir “aunque no está en lo cierto”, y dio el derecho de palabra a Henry Ramos Allup, quien cargó contra esa fracción durante todo su discurso, “a pesar que mi posición inicial era apoyar a la nueva junta directiva”.
Ramos Allup, cuyo verbo altisonante le valió aplausos de toda la bancada, invitados y el público presente para la juramentación, sentenció que no le haría “el caldo gordo al Gobierno implosionando al único poder legítimamente constituido solo por lo que dicen en las redes sociales”
Además, el parlamentario adeco agradeció a Borges por «haber puesto la carne en el asador”, y dejó en claro que el cumplimiento de acuerdos es lo que da la coherencia a la MUD en lugar de ser “infiltrados y quinta columnas para el Gobierno” por lo que pidió a la nueva junta directiva ser tolerantes con las críticas por venir.
Los aplausos a las declaraciones de Ramos Allup, ocultaron el regaño de Juan Guaidó a Richard Blanco, quien desestimó las palabras con algunas expresiones de manos.
Por su parte, Borges hizo valer los últimos minutos de su investidura al mandar a silenciar a Juan Pablo García y pedirle que tuviese educación, pues sus gritos de “votación nominal” interrumpieron la explicación del director de debates sobre cómo se realizaría la escogencia de la nueva junta directiva.
Con un cálculo al “ojo por ciento”, Borges indicó que Barboza, Reyes y Marquina fueron escogidos con una votación de 99 a 5, pero luego agradeció a García por demostrar que eran más diputados los que se encontraban a favor de la nueva junta del Parlamento. El resultado final: 102 a favor, cinco en contra.
Tampoco Borges quiso dejar escapar la oportunidad para regañar: Ojalá la energía que gastan aquí también la pusieran combatiendo al Gobierno. Una alusión más que directa.
Barboza en claves
Con un discurso sosegado y leído de cabo a rabo, Omar Barboza agradeció su escogencia como presidente y ratificó que una de sus prioridades (al igual que la de Julio Borges en 2017) sería ayudar a recomponer los factores de la Unidad para el arduo trabajo que se espera este año.
Prometió ayudar en la reconstrucción de la unidad democrática como “alternativa para el cambio” y colaborar con un acuerdo que permita una solución democrática a la crisis nacional.
Durante el discurso, calificó al Gobierno de Maduro como totalitario y afirmó que la primera víctima en las confrontaciones en Venezuela es la verdad, por lo que “debemos entender que ambas partes tenemos fortalezas y debilidades, y que para tener éxito en estas conversaciones ninguna de las partes debe pretender la rendición de la otra”.
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Además, indicó que se retomará el trabajo legislativo en la discusión de leyes prioritarias, aunque se lleven sólo hasta la segunda discusión por el bloqueo al trabajo de la AN debido al desacato.
Por último, propuso una “alianza nacional para la solidaridad humanitaria”, con la idea de estimular a la sociedad, entes privados y públicos, a “formar parte de una acción nacional concertada para concretar la solidaridad de todos con el pueblo venezolano que sufre como consecuencia de esta crisis”.
El trabajo en el plano internacional realizado por Borges se vio en la sesión de este viernes, a la que asistieron los encargados de negocios del Reino de los Países Bajos, Estados Unidos, España, Alemania, México, Reino Unido, el secretario político de la embajada de Argentina, la embajadora de la Unión Europea, el tercer secretario de la embajada de Chile, el cónsul de Canadá y los embajadores de Italia, Francia y Portugal.
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