Constituyente sin votos, por Félix B. Sucre
Miraflores requería de un parlamento paralelo para así ultrajar las bases y principio de la democracia, al desconocer a la Asamblea Nacional
El oficialismo busca afanosamente no tener que someter el misterioso texto constitucional que ha sido elaborado, entre gallos y medianoche, por la “soberanísima” Asamblea Nacional Constituyente que se mandó a hacer el presidente Nicolás Maduro, quien sólo buscaba desconocer a la opositora Asamblea Nacional, que, para colmo, fue colocada en desacato por el Tribunal Supremo de Justicia, debido un presunto delito electoral cometido por factores opositores en el estado Amazonas, con lo que dejaron a la región sin la requerida representación parlamentaria.
Pues bien, anulada la Asamblea Nacional –aun contando con reconocimiento internacional–, el TSJ ha sido el mayor aliado con el que ha contado Miraflores, cuando muchos de esos magistrados al parecer, carecen de los requisitos exigido por la vigente Constitución Bolivariana, lo que nada ha importado al propio presidente Nicolás Maduro, al PSUV y al Alto Mando Militar, brazo armado al servicio de la mal llamada “revolución bolivariana”; siendo el mismo caso también el Consejo Nacional Electoral, convertido en “ministerio electoral” de Miraflores.
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¿Eso es un invento o una ilusión óptica de quienes se han estado ocupando del tema? Es posible; o quizás, el oficialismo pretenda justificarse como respetuoso de la autonomía de los poderes, cuando en Venezuela se sabe que no es verdad sino que desde Miraflores emanan las ordenas para que en el caso del CNE, convoquen a cualquier proceso electoral donde puedan llevar ventajas, mucho más cuando las dirigencia opositora se engalleta buscando la brújula para llegar a la hoja de ruta. Todo ese tiempo lo ha ganado Miraflores.
El ejemplo más claro se tiene con el planteamiento formulado en un acto público por el presidente Nicolás Maduro, quien planteó la necesidad de reformar la Constitución Bolivariana, para lo que había que convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, partiendo del artículo 347 de la CBRV. Hasta allí todo era normal y legal; la situación cambió cuando el mandatario entregó al CNE las bases para la convocatoria, sin que el organismo comicial planteara que era importante la consulta al “soberano”, de acuerdo al artículo 5 de la propia CBRV. ¿Por qué la oposición no llamó a participar? Prefirieron irse al legalismo, cuando este es un asunto político.
Hay que destacar además que la Asamblea Nacional Constituyente, respondiendo a las ordenes caprichosas del inquilino de Miraflores, se ha encargado de actuar como parlamento paralelo, basado en el 348 de la CBRV, cuando sus funciones son las de elaborar un nuevo texto constitucional, enterrando así la Constitución de Chávez, hoy reconocida por la dirigencia oposición venezolana, la cual se organizó para las elecciones parlamentarias del 2015 y obtuvo un contundente triunfo al obtener 112 diputados. ¿Para que sirvieron posteriormente?
Lo grave de todo esto por decir lo menos, fue el respaldo que el Alto Mando Militar le diera a la iniciativa del presidente Maduro con lo que se ha evidenciado, una vez más, que esta es un democracia tutelada por los militares, quienes son el real centro de poder en Venezuela
¿Cuesta entender los discursos del propio Ministro Vladimir Padrino López? Siguiendo en el mismo orden, el tiempo de funcionamiento que le decretaron a la ANC es otra demostración clara que Miraflores requería de un parlamento paralelo para así ultrajar las bases y principio de la democracia, al desconocer a la Asamblea Nacional.
No obstante, en todo este tiempo no se ha sabido cual ha sido el trabajo realizado por la “soberanísima” ANC. Lo que se sabe es lo que se escucha entre bastidores, de uno u otro político. Es decir, para Miraflores o para la ANC –contrario a lo que se hiciera en los tiempos del presidente Hugo Chávez, hay que recordarlo–, no se conoce el menudo de un trabajo de la dizque comisiones de los constituyentes. Lo demás es especulaciones. Al extremo que se viene sosteniendo que van a desaparecer las gobernaciones, alcaldías, consejo legislativos regionales y concejo municipales, dándole preeminencia al poder comunal.
El estado descentralizado lo mandan ¡al carajo! Viene la centralización o concentración del poder en manos de los que están en Miraflores. ¿Dónde quedaran los líderes regionales y municipales del propio PSUV? ¿A dónde mandaran a los del PXV, PPT, UPV, entre otras franquicias adjuntadas al chavomadurismo? ¿Desaparecerá la propiedad privada para darle paso a la propiedad social? Esto es lo más obvio.
En Venezuela las únicas propiedades que deberán ser respetadas son las cúpulas que controlan el poder, tal como es la civil y la militar, responsables de la mayor depauperación en que está sumida un país petrolero como Venezuela.
Lo más grave de todo esto, sin embargo, es que los “honorables constituyentes”, comenzando por su presidente es partidario de no someter la presunta nueva constitución a un referéndum consultivo, sino que la ANC se la imponga al país a como dé lugar; es obvio que todos saben que los del PSUV molestos no pasaran de allí, ya que solos nada tienen que buscar, salvo regresar a sus viejos partidos donde militaban antes de convertirse en chapistas. ¿Qué papel asumirán los dirigentes de la oposición? Está por saberse. O, válgame Dios, se produzca un milagro que castigue el chavomadurismo, donde pretenden darle supremacía a una Asamblea Constituyente que pretende deslegitimar el voto.