Contundencia de informe de Bachelet generará mayor presión sobre Maduro
Los analistas Félix Arellano y Milagros Betancourt coinciden en que, aparte de la diplomacia mostrada por la Alta Comisionada para los DDHH de las Naciones Unidas en su visita a Venezuela, la contundencia del informe de Michelle Bachelet, que se emitirá este viernes cinco de julio, será absoluta y conducirá a una nueva etapa en el seguimiento de la situación venezolana
Para este viernes 5 de julio está previsto que la Alta Comisionada para los DDHH de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, entregue su informe definitivo sobre la situación de Venezuela al Consejo de Seguridad del organismo, con lo que se abrirá una nueva etapa en la atención que está prestando la comunidad internacional acerca de este tema y que, por los pasos previos que ha dado la expresidenta de Chile acerca de la violación de los DDHH en el país, apunta a tener una contundencia tal que incrementará la presión internacional sobre Nicolás Maduro y su gobierno.
Ya en el informe oral emitido por Bachelet el pasado 20 de marzo, la Alta Comisionada manifestó una profunda preocupación por la reducción del espacio democrático en Venezuela, en particular por la criminalización de las protestas y disidencias pacíficas. Indicó que su oficina documentó numerosas violaciones y abusos de derechos humanos perpetrados por las fuerzas de seguridad y los colectivos armados progubernamentales, incluyendo el uso excesivo de la fuerza, asesinatos, detenciones arbitrarias, torturas y malos tratos en condiciones de detención, así como actos de amenaza e intimidación.
Además, se refirió al ejercicio de los derechos sociales y económicos, los que, aseguró, han seguido deteriorándose continuamente, y advirtió que las autoridades venezolanas se han negado a reconocer las dimensiones y la gravedad de la crisis en materia de cuidados médicos, alimentación y servicios básicos
El 19 de junio, Bachelet llegó a Venezuela para una visita que generó una fuerte polémica. Por una parte, hubo desde aquellos que aseguraron que su presencia en el país sirvió para legitimar al mandatario y los que, como el dirigente opositor Carlos Vecchio, la acusó de complicidad, pasando por la posición del Foro Penal, que indicó que la visita no fue efectiva ni generó los resultados esperados, hasta los que señalaron, como el del diputado Williams Dávila, quien enfatizó que la presencia de la Alta Comisionada dejó al desnudo «el carácter fascista del gobierno de Maduro».
Todo ello producto de la agenda que cumplió la expresidenta de Chile en el país, donde se reunió con Nicolás Maduro, el presidente de la asamblea constituyente Diosdado Cabello, familiares de las víctimas de violaciones de DDHH y el presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), Juan Guaidó, pero también asistió a un concierto de música académica y a muestras de los programas sociales del gobierno.
Elementos
No obstante el carácter diplomático de la visita, Bachelet tuvo palabras duras contra el gobierno en el comunicado que emitió justo antes de irse del país. Informó que se realizaría una evaluación de la Comisión Nacional para la Prevención de la Tortura y para determinar los principales obstáculos en el acceso a la justicia en Venezuela, y expresó que «fue profundamente doloroso escuchar el anhelo de las víctimas y sus familiares por obtener justicia ante las graves violaciones de derechos humanos». En un solo párrafo del texto confirmó que existe la tortura en Venezuela y reafirmó que se están dando graves violaciones de los DDHH.
También pidió al gobierno liberar a todas las personas que se encuentran detenidas por ejercer sus derechos políticos y dio a conocer que escuchó «el testimonio de un hombre que me explicó cómo su hermano fue torturado, humillado y asesinado por oficiales encapuchados de la FAES que allanaron su casa, así como muchas otras familias destrozadas porque sus seres queridos tuvieron el mismo destino».
Momentos después de la partida de Bachelet, un grupo de oficiales de la Fuerza Armada Nacional (FAN) fue aprehendido bajo acusaciones de presunta conspiración, y cuatro días más tarde, al ser llevado a la audiencia de presentación, uno de los detenidos, el capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, tuvo que ser enviado de emergencia a las instalaciones de El Hospitalito, ubicado en Fuerte Tiuna, falleciendo en el camino, por el estado en que se encontraba a consecuencia de los maltratos de los que fue objeto en la sede de la Dirección General de Inteligencia Militar (Dgcim). La Alta Comisionada se declaró «profundamente conmocionada» por el asesinato del oficial.
Todos estos elementos hacen prever que el informe de Bachelet no será en absoluto blando contra el gobierno de Nicolás Maduro y que, al contrario, iniciará el camino para una supervisión más exhaustiva por parte de las Naciones Unidas, lo que a su vez significará el ejercicio de una mayor presión hacia el gobierno chavista
Para hacer un balance sobre la visita de Bachelet y una proyección sobre lo que puede ser el informe que emitirá el viernes así como las consecuencias derivadas del mismo, TalCual conversó con los internacionalistas Félix Arellano y Milagros Betancourt, quienes aportaron sus puntos de vista sobre el panorama complejo que se le colocará al frente al Ejecutivo una vez se conozca el informe definitivo.
Desastre
«¿A qué sitios va el alto comisionado? ¿A Suiza? ¿Noruega? ¿Canadá? Va donde la situación es grave, de desastre. Ya el venir es una clara señal de que la situación en Venezuela es grave. Quiero que me digan qué cara se lava si está confirmando que la situación es tan grave que no es suficiente que venga una comisión como la que vino en marzo sino que debe ir en persona el alto comisionado. No es ninguna señal positiva», sostuvo Arellano.
En su opinión, lo que el mundo lee es que vino a Venezuela por el desastre humano que se vive. «Obviamente que las Naciones Unidas no han reconocido al señor Guaidó como presidente interino, no puede hacer ella lo contrario a lo que le instruye su institución. Si Naciones Unidas sigue contemplando a Nicolás Maduro como representante ante esa institución ella tiene que respetar eso».
Indicó que fue una visita corta pero exhaustiva, en la que todas las personas e instituciones que tenían denuncias importantes tuvieron acceso a ella y, al resaltar la dureza del informe oral de marzo, sostuvo que le parece que las críticas a la visita de Bachelet las propicia el propio gobierno para dividir y crear un clima de incertidumbre.
La señora Bachelet hizo una visita que correspondía, dio una señal al mundo de la gravedad del asunto e hizo una visita equilibrada, de oír a los más afectados. Lo que le critico es que fue de dos días, y por la gravedad debió ser de más tiempo, debió asistir a más sitios, viajar al interior del país y haber visto la dimensión del problema más ampliamente», aseveró el analista
Arellano estima que el informe que emitirá Bachelet será fuerte y que el gobierno lo sabe, por lo que ya los altos funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro han comenzado a atacar a la Alta Comisionada.
«Creo que será un informe muy claro, concreto, explícito. Si ella tenía alguna duda del informe de sus técnicos, o creía que habían sido demasiado fuertes contra Nicolás Maduro y su equipo, la visita le ayudó a corroborar que lo que le habían informado no es falso», apuntó el internacionalista.
En este sentido, destacó que el canciller de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, expresó que el gobierno espera que Bachelet no se coloque a favor del «imperio». «Están tratando de desprestigiarla; están claros que viene un informe veraz, que va a ser muy detallado en la magnitud del desastre», sostuvo.
Detalles
Por su parte, la abogada y exembajadora Milagros Betancourt advirtió que se debe tomar en cuenta que Bachelet vino invitada por el gobierno, como ella misma lo señaló en el comunicado, y que en estos casos «hay que cumplir con ciertos protocolos, y de alguna manera tiene que atender a las autoridades del gobierno de Maduro».
Seguidamente, Betancourt cuestionó un par de «detalles» de la estadía de la expresidente de Chile en Venezuela. «Hay dos elementos a resaltar, lo primero es que se hubiera reunido con Diosdado Cabello, porque la asamblea constituyente es una institución que prácticamente no es reconocida por el mundo y sabemos su origen y legitimidad y todo eso; lo segundo es que en su comunicado ella motivó a los actores políticos a que se incorporaran a las negociaciones de Oslo, Noruega, lo que no le compete porque es un tema político y no de derechos humanos».
No obstante estos puntos, Betancourt estima que Bachelet estuvo bien y que en su comunicado destacó exactamente «las cosas gravísimas que se viven en este país»
Acerca del futuro informe, la analista sostuvo que ya estaba prácticamente listo antes de la visita. «Ella presentó un informe oral que es la continuación de los informes que el equipo de la Alta Comisionada han realizado y que habían sido muy duros, aún cuando ella no había venido al país. El resultado es más positivo que negativo, porque independiente de lo que contenían los otros, este tiene el resultado de la visita de sus técnicos y el de su propia visita», aseguró.
Investigación
En relación a la nueva etapa que se iniciará una vez se conozca el informe, Félix Arellano estima que definitivamente habrá más presión sobre el gobierno. «En septiembre, en el período ordinario de sesiones del consejo de derechos humanos debería reiterarse la situación de Venezuela como tema en la agenda; reiterarse la necesidad de que siga realizándose la investigación, debería crearse una comisión especial que investigue, aprobarse los trámites para la creación de la oficina de los DDHH de las Naciones Unidas en Venezuela», apuntó.
Precisó que esta instancia gozaría de autonomía e independencia dentro del sistema, y que es importante que «no esté dependiendo del representante de Naciones Unidas en Caracas sino que tenga una oficina con personalidad propia. El solo aprobarlo sería una presión más sobre Nicolás Maduro y su equipo».
Betancourt, a su vez, detalló que el Consejo tendrá que evaluar el informe y tomar decisiones como enviar una comisión o crear una relatoría especial para Venezuela. Puede por ejemplo designar un relator, que no requiere la autorización del gobierno de Venezuela porque el relator funciona en Ginebra y su objetivo será hacer seguimiento permanente, más allá del trabajo que haga la oficina de la alta comisionada. Recordó que el relator trabajaría para el Consejo entero, mientras que la Alta Comisionada es una funcionaria designada a dedo por el secretario general de las Naciones Unidas.
La analista no coloca grandes expectativas sobre lo que hará el Consejo. Argumentó que Bachelet hará sus recomendaciones, sugerencias o propuestas, pero que es el Consejo el que toma las decisiones, bien sea de supervisión, o de envío de comisiones o funcionarios. «Eso va a requerir de la autorización de quien está en funciones en el gobierno, no hay opciones de ninguna otra naturaleza. Si el gobierno dice que no quiere oficina no se instala, fíjate que ella agradeció que el gobierno permitiera la permanencia de dos funcionarios», subrayó.
«Yo me imagino que ya deben (en el Consejo) tener conocimiento de por dónde va la cosa; quién sabe si en esta oportunidad puede haber algún tipo de decisión perentoria, pero sería mejor no esperar, la situación es muy compleja. A los organismos internacionales la gente los critica, pero son los propios estados, son los estados y no los órganos, si no hay voluntad política de los estados cómo se resuelve la situación?».
Félix Arellano insistió en que el Consejo, integrado por 47 países miembros, debe en septiembre reiterar mantener el tema Venezuela en la agenda, continuar la investigación y crear la comisión especial de investigación. Dijo no estar de acuerdo en que se nombre un relator, ya que esta figura tiene un alcance más limitado y subjetivo. «Una comisión tiene una composición mayor, una contundencia mayor de presión, no puede ser controlado fácilmente, a diferencia de un relator, que puede ser controlado fácilmente, como lo ha logrado Nicolás Maduro con la secretaria del Tribunal Penal Internacional».
Explicó que la comisión tendría que venir a Venezuela y eso significaría otro conflicto para Nicolás Maduro, porque este se encontraría ante la disyuntiva de permitir el acceso. «La Comisión debe ir más allá de lo que se ha hecho, visitar el interior, las cárceles, tener una presencia más activa en los sitios donde se está cometiendo violación a los DDHH. El mundo están atentos a lo que apruebe el consejo de DDHH. Peor es no hacer nada, tomar nota del informe y lo archive», detalló.
Sin maquillaje
Milagros Betancourt alerta que, a pesar de que la situación con los DDHH y el seguimiento que están haciendo las Naciones Unidas debería generarle preocupación al gobierno, es lamentable que estando Bachelet en el aeropuerto se produjo la detención de los militares, por lo que no observa una disposición auténtica del Ejecutivo para cambiar el panorama
Estima que el informe de Bachelet será contundente, porque ella, a su juicio, no tiene otra opción. «No tiene manera de maquillar esto, no hay forma de poner un pañito caliente o disfrazar la situación. Sí puede decir que el gobierno se comprometió a esto o aquello, pero de eso a que el gobierno cumpla hay un camino muy largo»
Coincidió con otros analistas que han señalado que en el gobierno existen varias facciones que actúan de manera distinta. «No te puedes imaginar que hayan recibido a esa señora con bombos y platillos y con ella en el aeropuerto se proceda a cometer esas detenciones arbitrarias y esas loqueras que han pasado estos días. Es difícil de comprender para nosotros, imagínate para la comunidad internacional», acotó.
Arellano sostuvo que debe buscarse que, particularmente, los países del Grupo de Lima vayan a la reunión del Consejo de DDHH a realizarse en septiembre, con la propuesta de crear la comisión de investigación y la oficina de DDHH en Caracas. Indicó que tales instancias se agregarían a la comisión de investigación para el tema de Venezuela en el marco de la Organización Internacional del Trabajo, lo que generará más presión al gobierno.