Coronavirus, economía social y emprendimiento asociativo (II), por Oscar Bastidas Delgado
Twitter: @oscarbastidas25
El coronavirus causa la pandemia que destaca en el momento actual pero desde siempre la humanidad enfrenta múltiples “pandemias” como el desempleo, la pobreza, la carencia de atención sanitaria, el totalitarismo y otras, por lo que puede hablarse de sindemia o sinergia de pandemias. Él no solo deja estelas de muertos y secuelas físicas en quienes lo tuvimos, desnudan aún más el escaso interés hacia lo social de las instituciones públicas de salud particularmente las inspiradas en el lucro; la ineptitud de numerosos gobiernos y el fortalecimiento de regímenes totalitarios que controlan la movilidad territorial y evitan protestas; la vulnerabilidad e inequidades de los tejidos sociales, con incidencia obvia de las migraciones y en la necesidad de superar los actuales modelos de desarrollo.
Ella golpea con mayor fuerza a los sectores desposeídos, aquellos sin ingresos o que dependen de un ingreso diario, empobreciéndolos y reduciendo sus accesos al consumo básico, lo que se acrecienta con el bloqueo a los sectores informales al impedirles prestar sus servicios y al importante número de organizaciones cerradas o a punto de hacerlo con el consecuente desempleo.
Pone en evidencia que el aislamiento hogareño grita en silencio en aras de la sobrevivencia y obliga a reflexionar acerca de la alta escasez de recursos de la población para enfrentar debidamente esta situación y las necesidades de apoyos colaborativos y de mayor sustentabilidad entre familiares, amigos, vecinos y miembros de comunidades de toda índole: productivas, escolares, religiosas, educativas, territoriales u otras.
Una consecuencia visible de ella es la necesidad de colocar el conocimiento científico al servicio de las mayorías, mayorías que deben tomar en sus manos las transformaciones necesarias para depender solo de ellas mismas y no de gobiernos populistas que disfrazan el trabajo con empleos de relleno para ganar votos.
Solo la perseverancia y el trabajo decente en digna relación de dependencia o propio como el generado por las OES, deben erigirse como resortes de resiliencia de toda persona y sociedad.
Ante las secuelas señaladas se impone el asociar en organizaciones factibles que enfrenten problemas concretos de cualquier tipo, los limitados conocimientos y pocos recursos que hoy poseemos como personas y grupos; mediante el asociacionismo se pueden constituir todo tipo de organización. Al respecto, el doble arraigo propio de las OES por la doble condición de asociación– empresa que poseen, por su propiedad colectiva, por sus procesos democráticos de control y gestión con condiciones para la autogestión; y por sus procesos de intercooperación e integración con otras organizaciones sin fines de lucro que les permiten trascender de lo local al resto de la sociedad, hacen de estas organizaciones las referencias asociativas para enfrentar problemas colectivos con amplios impactos y economías de escala, particularmente aquellos que emergen de crisis y situaciones como la actual sindemia.
El emprendimiento asociativo es aliado clave del desarrollo socio – económico, por ello las naciones reconocidas como desarrolladas prestan especial atención a su aplicación e impactos. En América Latina toman forma infinitas propuestas surgidas de comunidades, “de abajo hacia arriba”, con impactos reales en la solución de infinitos problemas; también toman cuerpo propuestas generadas por ciertos gobiernos como el colombiano con la promulgación de su reciente ley de emprendimiento, y el de República Dominicana con sus esfuerzos desde el Ministerio de Industria, Comercio y MiPyMEs.
A esas vertientes se suman universidades y las propias OES como las cooperativas, organizaciones que la OIT propone impulsar entre trabajadores autónomos y profesionales por el trabajo decente que generan, categoría contenida en el objetivo 8 del Plan 2030 de la ONU.
El tipo de liderazgo que predominará en la organización a constituir lo establece el equipo promotor; puede ir desde una sola persona que se reserva en exclusiva la iniciativa, caso en el que se presagia su cacicazgo y los otros participantes son de relleno; o uno que siembre el emprendimiento mediante equipos plurales que impulsen cultura de democracia y participación y, secuencialmente, los valores de la colaboración; la ayuda mutua; el asociacionismo, el mutualismo o el cooperativismo; para finalmente, reto nada fácil, construir la solidaridad.
Pero atención. El trabajo en equipo no debe ser solo durante el diseño; la puesta en marcha debe consolidarlo mediante liderazgos participativos alineados con los valores y los objetivos estratégicos sobre diálogos y acuerdos internos hacia el éxito.
FUENTES.
Bastidas – Delgado, Oscar (2019). La integración Cooperativa. Un oleaje Mundial. Publicado en Amazon: https://www.amazon.es/INTEGRACIÓN-COOPERATIVA-OLEAJE-MUNDIAL-ebook/dp/B07X5NXN8W
Bastidas – Delgado, Oscar (2017). Emprendimiento, Constitución y Gestión de Cooperativas. Publicado en Amazon. https://www.amazon.es/EMPRENDIMIENTO-CONSTITUCIÓN-Y-GESTIÓN-COOPERATIVAS-ebook/dp/B071CVPWDR
https://www.linkedin.com/in/oscarbastidasdelgado
Oscar Bastidas es cooperativista, consultor y facilitador en Emprendimiento Asociativo y Microempresas.
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