Corte Suprema de Honduras decide extraditar a expresidente Juan Orlando Hernández a EEUU

Hernández dejó la presidencia de Honduras el pasado 27 de enero, tras ocho años en el cargo. Los acusadores consideran que la actividad del exmandatario y sus colaboradores convirtieron a su país en un «narco-Estado»
La Corte Suprema de Justicia de Honduras ratificó este lunes la extradición del expresidente Juan Orlando Hernández a Estados Unidos, donde está acusado de tres cargos asociados al narcotráfico y el uso de armas cometidos desde 2004 a 2022.
El anuncio lo hizo el portavoz del Supremo hondureño, Melvin Duarte, quien indicó que por unanimidad de votos se concedió la «extradición».
«Tras analizar todos los agravios y los elementos (…) presentados por la defensa técnica en la apelación planteada, (el pleno) ha resuelto no ha lugar el recurso de apelación planteado, lo cual significa que se confirma la decisión del juez de primera instancia de conceder la extradición del ciudadano Juan Orlando Hernández».
De acuerdo con las leyes hondureñas, si la Corte Suprema concede la extradición, los magistrados notificarán al juez de la causa, quien ordenará la entrega a las autoridades estadounidenses.
En caso de ser denegada, el encausado será liberado de inmediato.
Estados Unidos solicitó el pasado 14 de febrero la extradición de JOH.
Entre los cargos se encuentra «conspiración para importar una sustancia controlada a los Estados Unidos», con el «conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente a los Estados Unidos». Además, de «fabricar, distribuir y poseer con la intención de distribuir una sustancia controlada a bordo de una aeronave registrada en los Estados Unidos».
Otro cargo es por «usar o portar armas de fuego, o ayudar e instigar al uso, el poder y la posesión» de «ametralladoras y dispositivos destructivos».
«Muerto en vida»
Desde la cárcel, el expresidente Hernández se defendió, reiterando que es «inocente» y «víctima de una venganza y una conspiración».
«Estoy seguro que Dios me hará justicia», dijo en una carta escrita a mano que difundió este lunes.
Reconoció estar viviendo un momento «doloroso» y que es «duro estar separado» de sus seres queridos. «Tres cadenas perpetuas podrían llegar a constituirme en un muerto en vida».
«Nunca creí que esta lucha por la paz de nosotros los hondureños nos llevaría a ser conocidos como narco-Estado. Sabía que esta lucha no sería fácil, tendría muchos riesgos», argumentó.
Dijo haber creído «que con la voluntad sincera de las instituciones y sectores del país, más el acompañamiento de nuestros socios y aliados sería un ganar-ganar».
Estados Unidos lo destacaba inicialmente como un aliado en la lucha contra el narcotráfico y fue uno de los primeros en reconocer su reelección en 2017, cuando la oposición reclamaba fraude, en medio de protestas que dejaron una treintena de muertos.
Hernández volvió a calificar las acusaciones en su contra como «una venganza de los carteles» que su gobierno ayudó a extraditar y que ahora buscan rebajar sus penas: «Una trama orquestada para que ningún gobierno vuelva a hacerles frente».
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Droga y armas
«La justicia va a prevalecer y hay argumentos legales sólidos y fuertes que han sido planteados y que la Corte Suprema de Justicia deberá analizar» para rechazar la extradición, expresó la esposa del exgobernante, Ana García.
«Si hay un ciudadano juzgado debe ser juzgado en nuestro país», añadió.
Hernández dejó la presidencia de Honduras el pasado 27 de enero, tras ocho años en el cargo. Los acusadores consideran que la actividad del exmandatario y sus colaboradores convirtieron a su país en un «narco-Estado».
Como él, un exjefe de la Policía acusado de ser su cómplice también aguarda extradición.
Su hermano, el exdiputado «Tony» Hernández, fue condenado en marzo de 2021 a cadena perpetua en Estados Unidos por ese mismo delito.
Con información de BBC/France24