CRÓNICA: Cabildo en Vargas se vivió entre tragos amargos y confusiones
Los venezolanos dicen que el hambre y las carencias les han quitado el miedo. Mairyn Arvelo cree que su lucha no es por fanatismo político sino por el país y aunque asegura que respaldará a la AN, espera que los diputados se mantengan y no jueguen con la necesidad del pueblo
No todo es tan rojo. En muchas ocasiones se ha dicho que el litoral central es de mayoría oficialista. Sin embargo, la necesidad de cambio y solución a la crisis social, política y económica que azota al país reunió a los varguenses en el segundo cabildo abierto convocado por el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, para gritarle a Maduro «usurpador».
No hubo crisis transporte que impidiera la llegada. Hasta en las llamadas «perreras» los habitantes del litoral central se trasladaron a la parroquia Caraballeda para recibir al presidente de la AN.
Mientras que en la concentración pautada para las 11 de la mañana comenzaba a sumar participante, funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional intentaban ponerle los ganchos al diputado por el estado Vargas. La respuesta de la gente no se hizo esperar.
¿Miedo a qué?
Los venezolanos saben qué hace el gobierno de Maduro con la disidencia y por esa razón, cuando la noticia se hizo viral, no hubo líder político que detuviera la marcha del pueblo detractor a Maduro. Pensaban tomar las calles y exigir la liberación inmediata de su representante en el Legislativo.
Por un momento la confusión tomó las riendas. Mientras unos decían que la información era verdadera, otros llamaban a la calma a toda la multitud y a escuchar a diputados y dirigentes que se aglomeraban en la tarima.
En medio del apogeo, Miriam Montaña dijo que estaba decidida a ir a las calles por Guaidó. La mujer aseguró a TalCual no tenerle miedo al Gobierno porque ya está acostumbrada a tener ese sentimiento, pero asegura que el pueblo no puede tener miedo porque ese sentimiento «está presente cada vez muere uno de nuestros niños por desnutrición o cuando no encontramos las medicinas para atender nuestra enfermedad».
«No podemos dejar solo a Guaidó. Tenemos que respaldar y apoyar a nuestro representante, a nuestro joven líder político. Hoy estamos en las calles y seguiremos en ellas», dijo.
Costuras rotas
La información no fue clara por un largo rato. La diputada Milagros Eulate confirmó a los varguenses el hecho, minutos más tarde informó su liberación y poco tiempo después el también parlamentario Winston Flores dijo que «no había sido liberado nadie» y qué Guaidó permanecía ilegalmente «secuestrado por el Sebin».
Por un rato nada estaba claro. No hubo voz oficial que aclarara a los medios lo que estaba sucediendo. Mientras tanto, el pueblo aclamaba la calle para defender al presidente de la AN.
A Guaidó lo liberaron minutos después. Lo escribió a través de su Twitter y miembros de su equipo avisaron a los parlamentarios que lo acompañarían en Vargas. Ocurrido esto, comenzaron las interpretaciones.
Para Winston Flores la liberación de Guaidó fue «curiosa» debido a que el Gobierno cuando apresa a la disidencia «los entierra en el Sebin». A su juicio al Ejecutivo se le están rompiendo las costuras y con esto se demostró que hay desacuerdo en la Fuerza Armada.
Por su parte, la diputada Milagros Eulate opinó que el Ejecutivo le tuvo miedo al pueblo que «hoy más que nunca ejerce funciones de poder soberano»
Mientras, el pueblo aclamaba a Guaidó bajo el sol del mediodía. Gritaban «queremos libertad» y «el pueblo está arrecho». Las calles de Caraballeda quedaron pequeñas ante la presencia de habitantes de la parroquia y otras zonas como Macuto, Maiquetía y Catia La Mar.
Pasado el mediodía, miembros del cuerpo de seguridad de la Asamblea Nacional fortalecieron el anillo en la tarima. Tanto así, que medios locales como La Verdad de Vargas y Vargas es Noticia tuvieron que armar un alboroto para poder llegar al estrado. «Están como el chavismo impidiendo a unos estar frente a la información», decían, haciendo referencia a medios nacionales e internacionales a los que sí se les permitió el acceso.
Cicatrices recientes
Cuando Guaidó llegó al lugar fue recibido con gritos y consignas de apoyo. Estaba pálido y al momento de saludar se evidenció el maltrato que sufrió, su mano izquierda estaba raspada e hinchada, y entre las primeras cosas que detalló fue que el Sebin intentó ponerle las esposas pero él no se dejó porque es el presidente de la AN.
Durante su discurso aseguró que para lograr el cambio que se necesita la unión de todos los factores. En este sentido, manifestó que la Fuerza Armada Nacional y distintas policías del país no quieren seguir bajo el mandato de Maduro.
«No quieren esto. Tanto no lo quieren que estoy aquí», agregó
Guaidó reiteró el llamado a las calles para exigir la salida de Maduro. A su juicio, el país necesita que la paz sea reconstruida para evitar la muerte de más personas.
«No tenemos miedo. Ustedes vieron y la comunidad internacional lo vio cómo me secuestraron por unos minutos, pero aquí estamos y lo más importante es que en muchos espacios del país están en la calle», dijo, mientras sus seguidores -y quizás también quienes no lo eran- celebraban.
Guaidó afirmó que la AN luchará con el pueblo porque a su juicio ya los venezolanos no le tienen miedo a Maduro. «El miedo ya no es aquí. No tenemos miedo. Miedo tienen en Miraflores», dijo ante de irse.
Sin decepciones
La tarde finalizó con un llamado a la calle y una invitación a lo venezolanos a apoyar las actividades «siempre dentro democracia para construir un nuevo país».
Los venezolanos dicen que el hambre y las carencias les han quitado el miedo, pero Mairyn Arvelo dijo a este medio que su lucha no es por fanatismo político sino por el país y aunque asegura que respaldará a la AN también espera que los diputados se mantengan y no jueguen con la necesidad del pueblo.
Amanecerá y veremos.