«Estamos en un punto límite, se amerita un SOS»: experto valora mediación de Brasil
El internacionalista Carlos Romero considera que la oferta de Lula da Silva busca evitar una confrontación militar entre Estados Unidos y Venezuela, pero advierte que el contexto no favorece una mediación efectiva. Mientras el oficialismo agradece el gesto del presidente de Brasil, la oposición duda de su capacidad para lograr resultados
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se ofreció como mediador entre la crisis entre Estados Unidos y Venezuela, en momentos en que la tensión aumenta por el despliegue militar estadounidense en el Caribe. La propuesta fue dada a conocer por el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, luego del encuentro que sostuvo Lula con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Kuala Lumpur, Malasia.
«El presidente Lula planteó el tema y afirmó que América Latina, donde nos encontramos, es una región de paz. Y se ofreció a ser un contacto, un interlocutor, como lo ha sido en el pasado con Venezuela, para buscar soluciones mutuamente aceptables y correctas entre ambos países», informó el ministro Vieira.
El internacionalista Carlos Romero considera que «cualquier iniciativa que provenga de Brasil, México o de otros países latinoamericanos, tiene que ser bienvenida por parte del gobierno y de la oposición, porque estamos en una situación gravísima».
Igualmente, sostiene que el ofrecimiento de Lula tiene una doble lectura: «El presidente Lula y la política exterior de Brasil comprenden que estamos en un punto límite, que amerita un SOS de última hora para evitar una confrontación militar entre EEUU y Venezuela». Por otra parte, se busca resaltar la relevancia internacional de Brasil: «Llama la atención del mundo sobre lo que está ocurriendo en la región y la necesidad de tomarse en serio la situación».
No obstante, Carlos Romero advierte que el contexto no es el más favorable para que se dé una mediación efectiva: «Brasil tiene serios problemas de carácter comercial con Estados Unidos y ha manifestado su desacuerdo con esa diplomacia de gatillo que se ha dado en el Caribe». Además, recuerda que Lula mantiene diferencias con Venezuela por los resultados de las elecciones presidenciales de 2024.
«Es una situación muy compleja y muy difícil, aunque tengo la esperanza que su llamado pueda servir para tomar conciencia sobre la gravedad del asunto», insiste.
Lula ha dicho que «Maduro es un problema de Venezuela, no un problema de Brasil (…) Yo quiero que Venezuela viva bien. Maduro que se preocupe de él, el pueblo venezolano que se preocupe de Maduro». Hasta hace pocas semanas, Brasil mantenía una posición de cautela y enfatizaba que no tomaría partido en el conflicto.
Reacciones encontradas
Ni Nicolás Maduro ni Donald Trump se han referido al tema, pero la propuesta fue bien recibida por el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y también ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, quien agradeció al mandatario brasileño: «Está bien, es lógico que el presidente Lula tenga preocupación. Es bueno que se preocupe, somos vecinos. Que levante la voz para defender a nuestra América, para defender a la patria grande», expresó.
Cabello advirtió que una agresión de Estados Unidos «no se limitaría a territorio venezolano. Quien crea eso, no está leyendo bien la historia real», agregó.
«Iniciemos una mesa de negociación. Estamos dispuestos a dialogar y a ayudar en el asunto venezolano (…). No se puede resolver el asunto a base de balas», sostuvo Lula en rueda de prensa.
En contraste, la líder de la oposición, María Corina Machado, recibió con sorpresa y duda el ofrecimiento de Luiz Inácio Lula da Silva. «Después de más de un año con cinco rehenes en la Embajada de Argentina, bajo protección de Brasil, el gobierno del presidente Lula no logró conseguir ni siquiera cinco salvoconductos. No sé qué puede lograr ahora«, cuestionó.
La ganadora del Nobel de la Paz también reprochó que el mandatario brasileño excluyera a los venezolanos de su planteamiento: «Me parece muy grave que las dos partes que él menciona sean Estados Unidos y el régimen de Maduro. ¿Dónde quedan los venezolanos, o es que no importan en este análisis?», manifestó.
Con referencia a la oposición, el internacionalista Romero expone que hay un sector —según él, ligado a María Corina Machado— «que tomó partido a favor de la solución bélica», pero sostiene que hay otro sector oponente a Maduro, «que está buscando la manera de que no se le escape de las manos, tanto al gobierno como a la población en general, la situación que estamos viviendo».
Estados Unidos mantiene un despliegue en el Caribe con buques de guerra, aviones y un submarino y afirma que se trata de una operación para combatir los cárteles de la droga que salen desde el sur hacia su territorio, pero Venezuela considera que la administración de Donald Trump realmente lo que busca es un cambio de régimen en el país.
Hasta la fecha, EEUU ha atacado más de 12 embarcaciones en aguas internacionales, bajo el argumento de que transportaban narcóticos, sin proporcionar pruebas que respalden las afirmaciones. Las embestidas han dejado más de 60 muertos.
El especialista Carlos Romero considera que toda iniciativa que busque una salida a la tensión creciente entre Estados Unidos y Venezuela debe ser valorada, pero reconoce que las posibilidades son reducidas. «El ambiente no es propicio; pero toda gestión que provenga de países latinoamericanos o incluso de potencias como Rusia o China debe ser bienvenida para evitar el choque final», apunta.
*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes «contra el odio», «contra el fascismo» y «contra el bloqueo». Este contenido fue escrito tomando en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.




