Cuando derrotemos a Putin, por Héctor Pérez Marcano
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En artículo reciente señalé que la única manera de derrotar a Putin era creándole una situación política interna que lo obligara a dimitir. Pues bien, ese momento ya está llegando por la vigorosa reacción de los ucranianos que han logrado derrotar a las fuerzas rusas y el descontento interno contra Putin cobra fuerza y comienza a manifestarse. Primero han sido los magnates rusos que le retiran el apoyo económico; luego en manifestaciones civiles se ha hecho palpable que el pueblo ruso no apoya la guerra. Ahora comienza a notarse el avance del sector militar que ha revelado desconcierto tanto que combatientes rusos incluyendo oficiales de alta graduación han criticado y expresado su descontento con el rumbo que están tomando las acciones militares pues Ucrania recupera cada vez más poder. Ahora ha habido demostraciones parlamentarias de sectores que han llegado hasta a pedir la dimisión de Putin.
Luego esas demostraciones de descontento incluyen deserciones de soldados rusos en el campo de batalla en Ucrania están creando un clima favorable al fin de la guerra. Putin calculó mal y está sufriendo sus consecuencias.
Hay que apresurar las gestiones diplomáticas y políticas antes de que Putin en su desespero acuda a las armas nucleares que sería para forzar un armisticio que le permita salvar la cara ante el pueblo ruso.
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Putin y sus aliados deben recibir el castigo que para estos casos establece la Corte Penal Internacional como crímenes de lesa humanidad. Afortunadamente tenemos la experiencia de la Segunda Guerra Mundial. Hitler y sus aliados recibieron la pena que merecían. Alemania fue castigada económicamente y el Tratado de Versalles la obligó a una onerosa contribución económica pare reconstruir a Europa. Rusia, dada la experiencia de Versalles, debe ser obligada a reconstruir lo que destruyó. Los socios y partidarios de Rusia de otros países deben, igualmente sufrir las consecuencias de su temeraria actitud. Por ejemplo, en Venezuela tenemos varios casos.
El Gral. Vladimir Padrino no solo apoyó la causa de Putin, sino que lo ha hecho violando la Constitución que prohíbe categóricamente ceder el territorio nacional a fuerzas de otros países. Recordemos entonces que el Ministro no solo ha ubicado a las FANB en el campo de lo que él califica como antiimperialista, sino que ha autorizado el estacionamiento de bombarderos rusos –con capacidad nuclear– en territorio nacional, lo cual nos convierte en objetivo militar.
Creo que el Ministro debe ser interpelado en la Asamblea Nacional pues no solo hay descontento por esta conducta, sino que también hay dudas sobre la conducción de nuestras FANB en los conflictos armados fronterizos en los que no está clara la posición respecto a los disidentes de las FARC, ya que su dirigente Márquez pareciera estar protegido por nuestras FANB. Lo mismo ocurre con el ELN que se mueve a su antojo y de acuerdo a sus intereses no solo militares, en la zona de Guayana en la que lo hacen impunemente buscando asegurar una ruta que les permita tener el control de la salida al Atlántico, asunto muy importante pues estará involucrada no solo la petrolera que ha recibido concesiones del gobierno de Guyana –en detrimento de Venezuela–, hasta el punto de que luce comprometida nuestra salida al Atlántico. Todo ello justifica que el Ministro sea interpelado y hasta su relevo.
Héctor Pérez Marcano fue dirigente político y diputado del Congreso de la República.
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