Cuando lo utópico se hace angustias, por Tony Rivera Chávez
El socialismo tuvo en su evolución creciente forma de lápiz luego fue catecismo de justicia, caja sonora de fusil, para al final decrecer diluido en prácticas morbosas en un engendro de errores, ambiciones y comparsas malignas. Involucionando perdió sus encantos para hacerse odioso al presente donde ahora la palabra espanta aun a los que se sacrificaron para su difusión y vigencia.
No era entonces un problema de engaños lo que arrastraba desde sí mismo y que para los países subdesarrollados se había convertido en dogma de verdades para al ser aplicada y descubierta la fórmula alegrar al pueblo dándole al valor trabajo el pedestal esencial para crecer y desarrollarnos y quizás ser Potencia Industrial.
La soñada industrialización ligada por obligación a la electrificación como base esencial por ser la de menor costo para la sociedad ha sido uno de los fiascos donde los sueños se han extraviado en las angustias de los apagones y la destrucción del progreso. La vela alumbrando los pasos de la muerte económica ¡No bastó! Al parecer tenían que ser algo distintos ante lo esperado pero en estos resultados decimos: ”Se la echan pero no son”.
Todo ha sido un proceso de ofertas engañosas donde ni tan siquiera en los vendedores del asunto fallido se observa la humildad necesaria para afrontar errores estando por el contrario envanecidos por el Poder para ni siquiera reconocer los fallos en la aplicación de una chifladura de gobierno donde el Manual del Dictador suplanta el procedimiento democrático y su centralismo para con dedos excluyentes crear voces populares, líderes y héroes de la nada en su afán macilento para la creación del “hombre nuevo” más parecido a un Zombi budista que al crítico honesto y necesario para adelantar la estructuración de un sistema que achique las miserias de las mayorías para explotar la abundancia bien distribuida dándole a la igualdad figura humana sacándola de los textos legales donde mueren de olvido.
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La paz nos había enseñado era un producto de esa nueva organización donde la fuerza del trabajo era de tal forma considerada desde el Estado que la misma era principio y fin de su existencia, la liberación del hombre por el trabajo.
Vapores de las fantasías cuando el golpe de la mandarria estremece el bolsillo, el espíritu y el desaliento del hombre transformado en esclavo, sin poder real de comprar en un mercado donde la trácala se hace plusvalía eterna para el pendejo sacudido en engaños y sorpresas originadas en el plantel burocrático en su búsqueda de conservar posiciones privilegiadas.
Un salto al vació para desgarrarnos en olvidos desde el recuerdo de aquellos tiempos cuando jóvenes universitarios ofrecíamos la vida por el cambio, rechazando ventajas académicas para confundirnos entre campesinos y trabajadores con la sencillez del combatiente para la honestidad y el beneficio colectivo. Mas perdidos aun aquellos que dieron su vida o/y libertad por esta realidad donde hasta la tortura florece a la luz de los calabozos solo encendida para el maltrato y la vejación del prisionero.
Una nueva vanguardia sin otra moral que la mercantil, escaló desde los mártires socialistas al pedestal de la dirección de ese algo desde donde lucrarse a costa del esfuerzo ajeno ,en ejercicios improductivos, parasitarios del trabajo robado recogiendo el fruto de los sacrificados como algo propio.
En el escamoteo descarado de las “ideologías” a las cuales atacaron con crueldad cuando el socialismo les era difícil y es solo el oportunismo el que los convierte en monjes de un Estado Obrero donde los trabajadores se esclavizan.
Terrible además la dependencia hacia un Estado foráneo cuyas capacidades y fortalezas se alejan del esquema democrático y solo se toma del mismo los métodos represivos con la intención de derrotar al Imperio Norteamericano el cual odian pero aman su signo monetario presas de la mayor hipocresía y de la más alta estima para traficantes, lumpencomerciantes y afines.
Ni siquiera libres hemos resultado luego de abrir la caja del engaño ya no con escasos alimentos sino con abundancia de mentiras a la cual los perversos han adjetivado como Socialismo del Siglo XXI.
Paso y gano, diría un jugador, pues entre los sueños del ayer con la esperanza de una mejor sociedad se vivía mejor.
Por lo pronto este sistema no deja de ser una estafa mientras el socialismo científico sigue perdido o quizás ya muerto y sepultado(por sus sepultureros) a pesar del Neo-Marxismo en Las líneas críticas de la Economía Política o Grundisse de Marx o en el renacer de Bujarin o Trosky. Y por cierto este mes se cumplen 77 años de la muerte de Trosky asesinado por la larga mano del Estalinismo en México el año 1941.