Cubanizados desde hace tiempo ¿Cuál es el asombro?, por Ángel Monagas
Twitter e instagram: @Angelmonagas
Desde hace mucho tiempo la vida en Venezuela está “cubanizada”, por así decirlo.
En cualquier ciudad de Venezuela, usted observa como en sus barrios y sectores populares, la vida se detuvo, se paralizó como en espera de la mano del gobierno para socorrerlos. No se trabaja, no por falta de empleo, sino porque la remuneración es infinitamente menor a la necesaria para cubrir cualquier necesidad.
¿Para qué cumplir con una jornada de trabajo, donde gastas más en los pasajes que en lo recibido en contraprestación?
Nuestros hombres y mujeres, juegan “chapita” todo el día, hablan, conversan.
El dominó es el símbolo patrio en nuestras calles. Jugarlo es una obligación para matar el tiempo, hacer análisis y esperar el “mana que caiga del cielo” con las cajas clap, cada vez más miserables. Con el “bono de la patria” y otras dádivas del Estado socialista.
No hay agua para bañarse como Dios manda y poder asumir algún emprendimiento. Gasolina tampoco, aunque en el Zulia una reciente medida ha disminuido considerablemente las largas colas. No así en otros estados.
Si algo había logrado este “totalitarismo comunista” es popularizar el “emprendimiento del bachaqueo”.
Muchos profesionales abandonaron sus carreras, sus labores, para dedicarse a “bachaquear” gasolina.
¿En cuál empleo de Venezuela te puedes ganar unos 50 dólares diarios, solo por hacer una cola?
No muchos.
¿Quién va a preferir ir a dar clases en una escuela pública llena de problemas, sin transporte, con inseguridad, para ganar menos de 5 dólares al mes, cuando aquí te puedes ganar 50 o más billetes verdes por día?
Maduro lo sabe y por eso fomentaron el “bachaqueo”, donde también se favorecían las FANB y cuerpos de seguridad. Ayer de alimentos, hoy de combustibles. ¿Y mañana?
En el Zulia, un General como Ríos Urbano, rompió ese monopolio y ante un sector político de gobierno que no pudo, él se atrevió y hasta el presente lo ha logrado.
¿Podrá mantenerlo? Yo de verdad no creo. Hay muchos intereses alrededor.
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Lo cierto es que por primera vez hay resultados positivos en el Zulia en este tema y seguramente ocurrirá lo mismo en otras regiones.
Quizá un problema de autoridad o quizá de pertinencia.
Este fenómeno fue creado por militares, por mafias dentro de esa institución y tenía que venir alguien de allí a poner orden. Pudiera ser esto lo mismo que ocurre en el país y que tal vez sea un aviso de la orientación a la cual nos podríamos conducir más temprano que tarde. No lo sé.
Ahora jugarán los enemigos internos al caos. Ya en algunas estaciones la mafia ha retrasado los envíos de gasolina y permanecen cerradas.
Necesitan de la escasez, de las largas e interminables colas para que el negocio siga.
La MUD
La oposición Mudista, sigue sin entender que el problema no es de reconocimiento exterior sino interior, de realidades.
Siguen aislados del reclamo. Que implica para los políticos venezolanos, quizá un problema de pedagogía.
Telesur libre
El guiso de Telesur del gobierno interino ya tiene nombre: Telesur Libre.
La reciente gira de Guaidó en Europa, demuestra que la Venezuela verdadera no necesita tener un canal: el mundo sabe lo que pasa. Es la mejor evidencia de la innecesaria inversión.
En positivo
Los que decidimos permanecer en Venezuela, tenemos que dejar de lamentarnos por el país que no tenemos y empezar a buscar el país que queremos.
Hay una notada ausencia de un liderazgo político de peso, calibrador y capitalizador de jugadas para hacer mover el escenario presente nacionalmente.
Nicolás de un modo poco perceptible por ese liderazgo inexistente, ya no le sirve a los genuinos controladores del poder como interlocutor. No será fácil para él, revertir su gravitación interna y externa.
Pudiera incluso estar imposibilitado de levantarle la mano a un sucesor y salir con el menor daño colateral de la escena pública.
El gran obstáculo es que el anotador de la oposición carece del “burdel necesario”, desde el punto de vista mental para interpretar los trazos de ese cuadro. Pareciera desconocer la evaluación de escenarios.
No sabe leer entre líneas y la esquina que lo orienta, responde más a ambiciones económicas que al deseo de dejar un legado.
Asombrosamente el último trabajo de estudios de opinión More Consulting señala las preferencias populares, por un liderazgo como el de Chávez aun evocado. El Mesías. Ni Guaidó ni Maduro, ni María Corina, ni ninguno actualmente se le acerca desde ese ángulo.
Como justificación puedo aceptar de Guaidó que a su edad, nadie piensa eso.
Allí estuvo el planteamiento de Diego Arria y de Antonio Ledezma. Ellos ni yo ni nadie entregará un cheque en blanco.
Urge un jefe de estado, desprovisto de influencias nocivas, con mayor autonomía, lógicamente que entienda el juego político de los partidos.
Nadie ha planteado que estos desaparezcan. Solo se pide que como los militares regresen a sus fueros, a sus espacios como foro político.
¿Maduro impone lentamente un nuevo modelo económico? ¿Eso es posible?
Recientemente escuche a uno de los autocalificados “chavistas ortodoxos”, en el programa de Maripili Hernández.
Ellos nuevamente se equivocan cuando critican lo que en su interpretación es el mismo “neoliberalismo salvaje, rechazado en el continente”.
Tengo tiempo advirtiéndolo. El gran problema del socialismo, comunismo y todos estos sistemas de izquierda, planteados por el chavismo y una parte de la oposición venezolana, es el problema económico. Su gran talón de Aquiles.
En la mejor de las encuestas toda la oposición no llega a más del 10% de preferencia. El venezolano de a pie, se presenta totalmente desconectado de la causa política y no lo digo por la debilidad de las convocatorias de Guaidó, quien es el mejor de los líderes de oposición, sino por lo aislado de sus discursos, la carencia de empatía, de sintonía.
Todavía no he visto la primera protesta pública por los presos políticos, que hay bastantes en nuestro país. Los únicos pronunciamientos en esta materia provienen de pequeños escenarios de los partidos. Si eso cambia, pues cambiaría mi afirmación.
La primera preocupación de la gente, está vinculada a la economía y a sus temas preferidos: Farándula y deportes.
El tema económico es el tema. He advertido sobre una lejana imitación al modelo de gobierno chino, donde como Venezuela el verdadero eje de poder es de los “Militares”, de generales, del estado mayor.
La diferencia es que allá respetan el mundo económico.
Lo viven. Lo disfrutan pero no intervienen.
Algo similar hizo Pinochet en Chile y por eso las ideas de Friedman, encontraron allí “caldo de cultivo” ideal.
La conjugación de sanciones con colapso económico, pueden estar acelerando la transición en Venezuela de una economía cerrada a una economía más abierta, con autoritarismo político.
Internamente, nada indica que el chavismo este perdiendo el juego, por el contrario se percibe un proceso de consolidación de su control del país.
El apoyo de la comunidad internacional ha llegado muy tarde y cuando ocurre, como observamos con Guaidó en España, no se sabe aprovechar.
Hoy el país está en calma y con la presión social bajando.
¿Nos hemos acostumbrado? Tema a discutir y un objetivo estratégico del laboratorio cubano.
Comulgo en lo que dice el sociólogo Edison Arciniega: “Urge que los actores que creemos en la Sociedad Abierta, y no solo en la economía abierta, articulemos acciones que eleven la presión social y que por la vía de elevar la presión social induzcamos y seduzcamos a los autócratas a avanzar también en la re democratización del país. Porque la presión social baja conjugado con alta capacidad represiva y de control social, es una circunstancia de la que difícilmente saldremos, allí si será eterna la dictadura”. O unos 80 años como la tristemente recordada Unión Soviética, o 60 de cruel dictadura cubana.
Para agregar más elementos, visto los sucesos vividos por los venezolanos en el exilio, perseguidos, víctimas de la xenofobia, de la cárcel, etcétera, pareciera que somos más libres dentro de Venezuela que fuera de ella.
Nadie me lo cuenta. He visto como muchos regresan con las tablas en la cabeza. La mayoría mal orientados y sin planificar su nueva vida y asumir un cambio drástico, brusco, que requiere un nuevo “chip cerebral”.