Cubanos cobran y chinos no prestan, por Ángel Monagas
Twitter e Instagram: @AngelMonagas
El anuncio del viaje de la vicepresidenta Delcy Rodríguez a China, pasó prácticamente desapercibido por la opinión pública venezolana. No obstante, debemos reiterar que no fue un simple viaje, intrascendente, de meras relaciones «amistosas». Y es que el dinero tiene muchos amigos y los países responden con mayor dedicación a sus intereses económicos, que a las amistades o relaciones públicas.
No fue un viaje de turismo estatal.
¿Quién la recibe? Un director general. Un trato propio para un funcionario intermedio, no para una «segunda» al mando, aunque solo sea de cargo.
¿A dónde llegó primero? A Shanghái. ¿Qué hay allí? Un banco en el segundo piso, que maneja depósitos dejados por la Administración de Tareck El Aissami.
Además de buscar la recuperación de algunos fondos, Maduro tiene la esperanza que China le preste dinero para «la industria Petrolera».
Al hombre de apellido vasco Tellechea, también se le encomendó buscar financiamiento.
Una de las opciones es el bloque «Dragón», con Trinidad y Tobago. Venezuela quiere recibir dinero por la inversión, y además que el gas que sea vendido le sea pagado en parte, y no solamente como cambio de deuda.
Los burdos análisis de ciertos opositores dirán: «es que Maduro está buscando dinero para la campaña».
No es verdad.
El bloque «Dragón», es un campo gasífero costa afuera. El mes pasado la producción petrolera cayó porque no llegaron los diluyentes iraníes.
Un tema monetario
El régimen cubano está soslayando a Maduro y a Delcy.
Están exigiendo a Maduro un pago de 1.500 millones de dólares de lo que le adeudan del convenio Cuba-Venezuela. Resulta increíble pensar que una nación empobrecida por una tiranía durante más de 60 años, le deba Venezuela, un país «rico», tal cantidad.
Lamentablemente es la consecuencia de tenerlos presentes, controlando el manejo del Estado en muchas materias y la asesoría para mantenerse en el poder sin tener apoyo popular.
Por ejemplo, el avión de Conviasa en el que viaja Diaz Canel, en realidad es de Cubana de Aviación, pero bajo las siglas de Conviasa.
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El equipo presidencial está buscando el dinero de donde sea. Porque si hay algo a lo que le tienen temor es a las rabietas de Diaz Canel.
Yo no creo que China les vaya a dar nada, pero bueno, Maduro y Delcy están «deprimidos» porque en Cuba no les prestan la atención adecuada. Todo el esfuerzo diplomático de la Isla está concentrado en ellos mismos.
¿Resultado? La política exterior del gobierno de Nicolás pasa por un bajón.
De hecho, quieren sacar a Yvan Gil de la cancillería.
Pero para contentar a los cubanos, andan buscando fondos para abonar a la deuda que tienen con ellos.
¿Cuál es la deuda?
Si, es deuda. Venezuela le debe algo así como 9.000 millones del convenio Cuba-Venezuela. Aunque ciertamente fue un «gran guiso», como pago de otros favores al castrismo. Cuba vendía medicinas que no produce y de mala calidad por mencionar una de las acreencias.
Viene la reunión del grupo de los 77 en Cuba. Y los cubanos, según informaciones recibidas, no le van a dar ningún protagonismo a Maduro.
Volvemos al milenario país. ¿Qué está pasando con China?
La confrontación comercial que inició con Trump y continúa con Biden, la está perdiendo China. India está decidida a jugar fuerte en lo económico. Y hasta el nombre del país lo quieren actualizar. India tiene constitucionalmente 2 nombres.
Eso afecta al Brics. Porque el Banco del Brics que ahora preside Dilma, depende financieramente de China.
¿Qué ocurre en realidad?
La fortaleza de Estados Unidos está en la capacidad de consumo de su población. Con un promedio de 1800 dólares mensuales de salario en Estados Unidos, la mayoría de la población de los países del Brics no tiene una capacidad adquisitiva igual.
La economía china crecerá un 1% este año.
Entonces. Hay que leer el capítulo del mandato del cielo del libro Conciliación Nacional. En China cuando las cosas van mal, significa que el Líder perdió la bendición del cielo.
Cuando los trabajadores chinos ganen 1800 dólares al mes, entonces China sí será una potencia económica.
Inestabilidad en el Panorama Político de China:
Xi Jinping enfrenta críticas y se ausenta de la Cumbre del G20
Pero con un salario, así como el mencionado, los productos chinos dejarán de ser competitivos.
Los problemas del gobierno chino:
En los periódicos de más alta circulación y credibilidad en Japón, se lee acerca de lo que está sucediendo en China.
China necesita el comercio con Estados Unidos. Pero Xi Jinping, anda en una movida de trumpismo radical. Algo que a los pragmáticos del Partido Comunista Chino no los tiene contentos.
Desarrollos recientes indican una creciente inestabilidad en el ámbito político de China.
El presidente Xi Jinping ha decidido no asistir a la próxima cumbre del G20 en la India, marcando su primera ausencia en tal evento.
En su lugar, el primer ministro Li Qiang representará a China.
Este movimiento inusual sigue a una tensa reunión anual de Beidaihe, un encuentro confidencial de líderes actuales y anteriores del Partido Comunista Chino en la provincia de Hebei.
La reunión de este año se desvía notablemente de las asambleas de la última década desde que Xi asumió el cargo en 2012. Fuentes internas revelan que Xi enfrentó críticas sin precedentes de un grupo de veteranos retirados del partido durante la reunión.
Esto llevó a Xi a expresar su descontento a su círculo íntimo.
Notablemente ausentes en la reunión fueron figuras claves mayores: el fallecido Jiang Zemin y el raramente visto Hu Jintao, quienes podrían haber favorecido potencialmente a Xi, pero no lo hicieron.
China actual
El estado actual de China está lejos de ser ideal. El declive económico, un tambaleante sector inmobiliario ejemplificado por las luchas del Grupo Evergrande, y tasas de desempleo juvenil no reveladas son algunos de los problemas que aquejan a la nación.
Además, el ejército está en desorden tras la destitución de los principales generales de la Fuerza de Cohetes, y el ministro de Relaciones Exteriores Qin Gang ha sido misteriosamente destituido.
Preocupados por la trayectoria de la nación, los ancianos del partido celebraron una reunión preliminar en las afueras de Beijing para consolidar sus puntos de vista. Posteriormente, transmitieron su postura colectiva al liderazgo actual en Beidaihe, advirtiendo que la continua inestabilidad podría erosionar la confianza pública y poner en peligro el gobierno del partido.
Zeng Qinghong, un ex vicepresidente y cercano colaborador de Jiang, surgió como el portavoz de los ancianos. Zeng, quien una vez facilitó el ascenso al poder de Xi, sigue siendo una figura significativa dentro del partido.
Tras las críticas, Xi se reunió con sus asesores de confianza, expresando sus frustraciones y culpando a sus predecesores—Deng Xiaoping, Jiang y Hu—por los problemas no resueltos.
El primer ministro Li, segundo al mando y responsable de la economía en dificultades, quedó particularmente perturbado por el arrebato de Xi. La decisión de Xi de saltarse la cumbre del G20 probablemente sea una medida para salvar la cara, dado el potencial de que los problemas económicos de China sean un punto de discusión. Esto viene después de otra ausencia: Xi no asistió a un foro empresarial en la reciente cumbre de los Brics en Sudáfrica, posiblemente para evitar preguntas directas sobre el rendimiento económico de China.
Relaciones internacionales
Las relaciones con USA también permanecen estancadas, lo que hace poco probable una reunión con el presidente Joe Biden.
Esto plantea preguntas sobre la participación de Xi en el próximo foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico en San Francisco. Añadiendo otra capa a la complejidad política, el ex primer ministro Li Keqiang, quien fue forzado a retirarse por Xi, hizo una aparición pública que se volvió viral antes de ser censurada.
Li Keqiang formó parte de la reunión de ancianos previa a la de Beidaihe, y su aparición pública sugiere que sigue siendo una figura popular en China.
En resumen, el difícil verano de Xi Jinping culminó en su decisión de saltarse la cumbre del G20, destacando las presiones internas y externas que enfrenta su administración.
Algo que no he mencionado: Por eso se ve a miles de chinos, venidos de no sé dónde, atravesando la selva del Darién para llegar a Estados Unidos. Fundamentalmente los jóvenes decepcionados ante un panorama tenebroso, que aún los líderes del partido comunista no pueden explicar ni justificar.