Cuento chino, por Eduardo López Sandoval
Autor: Eduardo López Sandoval / [email protected]
Ramonote Mandefuá ve pasar un pedazo de tarde bajo la sombra cerrada de la tupida arboleda que se ha formado alrededor del manantial de los que en esta tierra llaman ojos de agua. Nos citamos en este abandonado parque a la hora que este cronista llega, pero ya Ramonote permanece cobijado por el frescor verde desde hace por lo menos media hora oyendo el cristalino correr de las aguas de La Aguada.
Nuestro viejo amigo viejo, el octogenario profesor de Historia de Venezuela, jubilado pero no retirado de las labores de impartir clases, disque esto lo hace sólo por la necesidad de la supervivencia que marca la aguda crisis que padece el país porque la pensión no alcanza, pero todos sabemos que lo hace, además, porque sigue como un recién enamorado de la pasión de su vida, la Historia de Venezuela. Acordamos con el profesor que le íbamos a tomar la opinión acerca del viaje último que hizo el presidente a China, nos había dicho que había que esperar que alguna agua pura de los manantiales saliera a la superficie enlodada por las cadenas de mentiras del Gobierno, que el tiempo tranquilizara las aguas hasta que se sedimentaran las mentiras…, por lo menos las más pesadas.
-Buenas tardes, Profesor, hoy sí vamos a abordar su opinión acerca del último viaje del interfecto -como usted le dice- a China…
-Sí, sí, sí,…ese es otro cuento chino, sí. Ya vamos pa´ allá. Pero antes, –aprovechando que estamos en este histórico sitio-, vamos a comentar unos minuticos las paradojas de la Historia Colonial y de la Historia Actual…
-Empecemos con la Historia Actual, por lo más cerca… el grabador está “prendío”…
-Este es un manantial de los que no dejan de obsequiarnos sus aguas purísimas todo el año, no importa lo seco que sea el verano allá fuera de este bosque. Esta tierra por Dios está sembrada de numerosos humedales, que el llanero llama Ojos de Agua, que el Sabio Humboldt llamó Zanjonotes en 1800 cuando nos visitó. Que no son más que manantiales que fueron guía para que nuestros fundadores dibujaran la ciudad. Calabozo fue fundada sobre tres núcleos, dos misiones de indios -la Misión de Arriba o de los Ángeles y la Misión de Abajo, o de la Trinidad-, y la Villa de españoles. Antes de 1723, 1724, años de las fundaciones, hubo un efímero precursor intento de fundación llamado Jesús de Nazareno de Calabozo, su ubicación estuvo determinada por uno de estos humedales; posteriormente se fundó en este mismo sitio el Hato San Diego, propiedad de Diego Domínguez de Rojas, el mismo que le dio guerra a la ciudad hasta casi aniquilarla, lo que dio lugar a Castillo Lara para escribir El derecho de existir bajo el sol, como complemento del título de la monumental obra, Villa de todos los santos de Calabozo.
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El viejo se ajusta las gafas para mirar por encima de los gruesos cristales, como en un esfuerzo por mirar sincero sin el peso de los lentes que usa desde los doce años…
-Estamos en un manantial que alimenta esta hermosa fronda, que le dio vida a los Descubridores de esta tierra, que fueron los indios miles de años antes que los Conquistadores, que hicieron la ciudad en este lugar precisamente porque tenían la fuente primera de vida en este chorro de agua límpida en la sequedad de la inmensa llanura…
Ahora sí, el viejito nos hablará de la Historia Actual…
-Esta es muestra de que los gobiernos de la mal llamada Cuarta y Quinta República son una misma cosa, igual han pintado con la brocha del abandono este importante lugar, mira que los gobiernos del llamado Poseso no han dedicado ni una línea de discurso al rescate de este parque, y menos de los restantes ojos de agua. Para el próximo diciembre asoman una nueva elección del parlamento municipal, y ni siquiera para prometer en el discurso incluyen a estos manantiales. Estoy seguro que los candidatos no conocen un gramo de su historia, que es la Historia, la Identidad, la esencia del pueblo que pretenden representar…
El profesor saca de su bolsillo una hoja con colorido publicitario…
-Mira, … te muestro esta publicidad que me envió la nieta Zyanya, la que se fue para Chile huyendo de este desastre, que en su paso por Colombia tuvo la oportunidad de estar en Bogotá y visitar estos humedales, que es el nombre que le da la ONU a estos ojos de agua. Me dice que hacer la ruta de los Humedales de Bogotá es de un gran atractivo turístico, nuestros hermanos colombianos se muestran muy orgullosos de estas bellezas que les regaló la naturaleza, nosotros, muy al contrario mira el trato que le damos…
El viejo lee, y observa que no deje de oír la sonoridad musical de estos sitios naturales:
-Mapa de los Humedales de Bogotá, Torca – Guaymaral, La Conejera, Córdoba, Tibabuyes o Juan Amarillo, Jaboque, Santa María del Lago, El Burro, Techovita o La Vaca. Conté ocho humedales de Bogotá, que tienen una organización que se llama Fundación Humedales de Bogotá. Nosotros en contraste presentamos el Humedal La Aguada, que es esta hermosura disfrazada de sucio por la desidia de los gobiernos municipales, además contamos, La Tapita y Tinajón, donde seguro tu papá y tu abuelo se bañaron en sus aguas que son un regalo de Dios porque además de cristalinas, son termales y de él hoy aún brotan hoy sus puras aguas que se contaminan con el botadero de basura en que las hemos convertido, La Piscina, que no sólo fue privatizada, además intentan tapiarla, Pozo Azul, que no sólo nos da sus límpidas aguas aún hoy, además le dio el nombre al barrio del cual es su centro. Al Este está la Laguna de El Ique, que han sufrido el serio intento de ser borrado por estos gobiernos, el de la Cuarta privatizó este bien natural y montaron un negocio llamado La Arestinga, que le cambió el nombre al humedal, y el de la Quinta, el actual, cedió el área disque para una industria. El autolavado que está en la Misión de Arriba, cerca de la iglesia, tiene el dudoso honor de lavar los carros con agua mineral de uno de estos humedales…
-Además, -sigue el viejo llanero-, si en el área urbana de Calabozo están los que te nombré, en las cercanías hay otros, como el del Hato San Diego, Hato que todavía existe, y por supuesto el Humedal aún también. En las cercanías del poblado de El Calvario me cuentan que también existen unos pozos con estas características. Si para Calabozo su mayor riqueza es su represa, es como el petróleo para Venezuela, los Humedales de Calabozo deberían ser lo que es el oro para el país. No pierdo las esperanzas –a pesar de mi edad y de los gobiernos que se ven venir- de alguna vez hacer la Ruta Turística de los Humedales de Calabozo…
Al acercarse la noche, y por la falta de alumbrado en el Parque La Aguada, le suelto al profesor:
-Pero a usted se le acaba el tiempo y a mí el espacio para el escrito, vamos a dejar el Cuento Chino para la semana próxima, pero adelántenos algo…
-Sí, el Cuento chino es el mejor nombre, te adelanto algo que es corto y elemental, el Poseso vende la relación comercial como si fuera con el gobierno chino, de Gobierno a Gobierno, y no es así, es con las empresas chinas, que son empresas capitalistas como todas las empresas del mundo, porque las empresa socialistas no existen, por los menos con el mínimo de éxito que merezca ese nombre, empresa…