Cupido en el beisbol, por Juan Vicente Gómez
Twitter: @juanvigomez
Cuando Jelitza Narváez asistió como público al estadio Nueva Esparta en la serie del Caribe de 2010, probablemente nunca imaginó que en la próxima década su vida cambiaría de manera tan abrupta: esposo, dos hijos, migraciones y hasta persecución política en Venezuela, su país de nacimiento, donde sería acusada de «traición a la patria» luego de un rollo con el SAIME*.
Narváez, margariteña, conoció al lanzador de Puerto Rico Héctor Hernández hace 13 años cuando él todavía era prospecto de Grandes Ligas. Sintió, sintieron, el flechazo de Cupido y decidieron cultivar la relación amorosa en varias escalas: primero, en la distancia (de manera epistolar y con llamadas telefónicas), luego con viajes frecuentes a República Dominicana (donde el pitcher trabajaba por aquellas fechas) y finalmente a Borinquen y Estados Unidos, donde se casaron y echaron raíces.
El acento agrio para la felicidad de la pareja sobrevino al poco tiempo de tener un primogénito varón nacido en USA. Trajeron al bebé a Venezuela con «la excusa» de visitar a la familia en Margarita y allí se les complicó la historia cuando funcionarios del Saime les aplicaron una medida de prohibición de salida del país: exigían que el menor fuese registrado como venezolano y que tuviera un pasaporte emitido en la República Bolivariana antes de partir.
A efectos de esta crónica nos ahorraremos las arbitrariedades del régimen, el lleva y trae de los asuntos burocráticos y las amenazas del gobierno con el falaz argumento de «traición». Resumiremos el final feliz, aunque costoso, del asunto: la familia logró volver con su hijo a Estados Unidos en un vuelo «charter», avión alquilado hasta Phoenix, Arizona. Desde entonces han tenido una vida sin sobresaltos negativos, nuevas alegrías, otro embarazo exitoso, hembra, trabajo de rutina y mudanza a Miami.
Gran Caracas 2023: el lanzador boricua Héctor Hernández vuelve en rol titular con los Indios de Mayagüez en la edición #65 de la Serie del Caribe. Jelitza Narváez, ahora naturalizada como ciudadana estadounidense, le acompaña (esta vez sin sus hijos) a todos los juegos donde participa Puerto Rico.
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El martes 7 de febrero Hernández fue el abridor del partido contra Curazao. Lanzó 4 entradas sin permitir carreras en la victoria 3-1 de su equipo. Al finalizar el juego compareció en rueda de prensa y decidí hacerle la pregunta extradeportiva que aludía a su vida sentimental en estos últimos trece años. Pareció sorprendido. Respondió, parco, con muy pocas palabras y cierto rubor:
– Ella (Jelitza) es lo mejor que me ha pasado en la vida.
La foto que acompaña estas letras es cortesía de ellos. Fue tomada por la esposa de otro pelotero boricua y transmitida vía WhatsApp. Al agradecer la imagen y despedirnos me invitaron a Miami, sede de la próxima Serie en 2024.
– Creo que no podré acompañarlos, respondí. Mi visa estadounidense está vencida y el pasaporte venezolano está a punto de expirar.
El tema migratorio, maldición, ya sabemos las complicaciones y los costos que acarrea por estas latitudes.
*Saime: Servicio Administrativo de Identificación Migración y Extranjería de Venezuela
Juan Vicente Gómez es periodista
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