Datos abiertos para la transformación de América Latina, por Bruno Nathansohn
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En los últimos tres años, se ha producido un enfriamiento de las inversiones en Ciencia, Innovación y Tecnología (TIC) en América Latina, asociado a la expansión de las discusiones y acciones en defensa de una producción científica, tecnológica y de innovación abierta. Esto significa que hay un fuerte movimiento para romper con el esquema de la producción de conocimiento actual, basado en la capitalización y monopolización del conocimiento por parte de los grandes grupos editoriales de carácter corporativo, que tienen su sede en los países desarrollados.
La idea de los datos científicos abiertos en relación con las TIC nació en la preparación del Año Internacional de la Geofísica, patrocinado por la Asamblea General de la ONU, entre 1957 y 1958. En 2004, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) formalizó una declaración según la cual todos los datos de archivo producidos con fondos públicos deben estar disponibles de forma gratuita.
Datos abiertos aplicados a la inclusión social
Según la definición de la Fundación del Conocimiento Abierto, «es abierto si cualquiera es libre de acceder a él, utilizarlo, modificarlo y compartirlo, sujeto, como máximo, a medidas que preserven la procedencia y la apertura». Sin embargo, la investigadora Anne Clinio señala el conflicto de perspectivas sobre esta cuestión en la región.
Según ella, «[hay] al menos dos perspectivas en disputa: la primera fomenta una visión utilitaria de la ciencia en términos de mayor eficiencia, productividad y competitividad; la segunda se centra en cuestiones como la garantía de los derechos, la justicia cognitiva y la justicia social».
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La valorización de los datos abiertos puede ser un importante punto de inflexión para dinamizar la situación socioeconómica en América Latina, es decir, actuar de manera efectiva para satisfacer los derechos de inclusión social. Aunque es un tema en disputa teórica y práctica, la producción de conocimiento a través de los datos abiertos se presenta en un contexto que reúne bajo grado de participación política y bajos niveles de inversión empresarial en Investigación y Desarrollo, presenciado por una ola neoliberal que insiste en debilitar los ya debilitados sistemas sociales y económicos.
Por lo tanto, la calidad de los productos, servicios y procesos sólo mejorará cuando la sociedad obtenga un aumento de su nivel de vida, se cumplan las condiciones materiales de existencia y se resuelvan las cuestiones sociales básicas. No sirve de nada pensar en las aplicaciones tecnológicas emergentes sin transformar antes las mentalidades y las formas de actuar en la sociedad.
A pesar de los avances en la región, considerando el desarrollo de repositorios de datos científicos, la colaboración latinoamericana en datos abiertos aún depende de una gobernanza estructurada regionalmente, ya que necesita un marco normativo para la gestión de los datos de investigación. Ejemplos de repositorios que podrían integrarse en un futuro próximo son: el Ibict, el RNP y el acuerdo CNPq, en Brasil; el Portal de Datos de la UAM, en México; los repositorios Dataverse; y Re3data.
Los factores inherentes a las acciones, que apuntan a la transformación social, deben involucrar métodos, técnicas y herramientas orientadas a la evaluación de las condiciones sociales y económicas, y tener la capacidad de producir datos científicamente calificados y abiertos, públicamente accesibles para su reutilización con el propósito de mejorar el conocimiento producido.
Pero esto debe hacerse de forma simétrica, valorando el acceso a los bienes comunes, con protección contra las prácticas desiguales de la ciencia moderna tradicional. Además, esto permitiría la inclusión de conocimientos basados en el saber tradicional, rompiendo las barreras impuestas por la hegemonía de las TICs de carácter eurocéntrico.
Esto permitiría perfilar otras perspectivas en un entorno participativo, con una mayor interacción entre los representantes de la comunidad y los responsables de la toma de decisiones, en el que el investigador actúa como facilitador y descodificador de la producción y los resultados de la investigación.
Las experiencias de datos abiertos son fundamentales para que otros investigadores o responsables puedan reutilizarlos, resignificarlos y reorientarlos, ya que la transformación de las dinámicas sociales es constante y las acciones para entenderlas deben estar en sintonía con la realidad.
Ejemplos de todo el mundo
Se pueden encontrar ejemplos prácticos de herramientas de datos abiertos en los distintos repositorios institucionales de todo el mundo. La Nube Europea de Ciencia Abierta (EOSC), en el marco del Programa de Investigación e Innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, demuestra lo decisivo que es para la investigación, la innovación y la educación invertir con el objetivo de intercambiar conocimientos sin barreras de costes.
En América Latina, el informe d el Foro Abierto de Ciencias – Cilac, en 2018, Transformando nuestra región: Ciencias, Tecnología e Innovación para el Desarrollo Sostenible, da fe de la importancia de los datos científicos abiertos para la transformación social de la región y abre la posibilidad de crecimiento de esta modalidad de intercambio de conocimiento.
Un buen ejemplo de articulación continental, que parece funcionar eficazmente incluso en momentos de aguda crisis política, es el ámbito de la investigación en salud pública (Unasur-Salud, OPS, etc.). El intercambio de información técnica y científica interinstitucional puede inspirar prácticas más sólidas y continuas de fomento de la TIC como políticas de Estado y no sólo a través de iniciativas gubernamentales.
Los debates avanzados sobre Datos Abiertos son también una muestra de que el continente tiene un papel destacado y pionero en las propuestas defendidas por la Declaración de Panamá sobre Ciencia Abierta, en 2018, y en las acciones en defensa del acceso democrático al conocimiento científico.
Hay prioridades incuestionables en cuanto a la implementación de políticas de las TIC y esto está ligado a las inicuas y contradictorias condiciones materiales de existencia de la población latinoamericana, siendo primordial resolver sus cuestiones sociales básicas. Así, la transformación pasa necesariamente por rediseñar nuevas estrategias de desarrollo que tengan a la investigación, la educación y la innovación como elementos fundamentales para el disfrute de una ciudadanía plena, justa, inclusiva y diversa.
Bruno Nathansohn es sociólogo y gestor de documentos. Doctor en Ciencias de la Información por el Instituto Brasileño de Inform. en Ciencia y Tecnologia (IBICT) – Univ. Fed. de Rio de Janeiro (UFRJ). Investigador del grupo Estudios Críticos en Inform., Tecnología y Organización Social del IBICT.
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