Datos curiosos, por Gisela Ortega
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Apodo “apodar” significaba originariamente «comparar una cosa con otra», valorar o tasar algo… Perdido el sentido primitivo, apodo designa el sobrenombre aplicado a personas, y muy frecuentemente en los pueblos, donde se transmite de padres a hijos, vinculado a la casa familiar. Surge por referencias a cualidades humanas, buenas o malas, del interesado.
El apodo, originariamente, fue un nombre, o que todo nombre, en principio un apodo. Adán, en hebreo significa varón o hijo de la tierra.; Abraham, “padre de los creyentes; José, “el que crece”; Isaac, “risa”; Abimelech, “hijo del rey”; Moisés, “salvado de las aguas…
Uno de los más curiosos es el de César, que significa «nacido por medio de la operación cesárea», que tal fue el caso de Julio César, el famoso dictador y general romano.
-La crónica del monje de Saint-Gall relata, con grandes elogios, una aventura de Carlomagno, decidido a dar personalmente caza, con sus monteros y sus jaurías, a un oso gigantesco, terror de los Vosgos. El oso, después de atacar y herir a gran número de perros y cazadores, llega frente al Emperador, que le aguarda impávido. Un combate singular se entabla entonces entre la fiera y el Monarca.
La lucha, cuerpo a cuerpo, se libra en la cima de una roca. Y termina con la muerte del temible animal, al que Carlos acuchilla, haciéndole rodar al fondo del precipicio, mientras se alzan clamorosas voces, que el eco transmite, de “viva Carlos el Grande”. Fue según la tradición la primera vez que los compañeros del intrépido soberano, le otorgaron el título de “magno” (magnus) y desde entonces al rey Carlos se le denominó Carlomagno.
-Pedro IV de Aragón, III de Cataluña y II de Valencia, fue llamado “el Ceremonioso·, “el Cruel” y “el del Puñal”, a sobrenombre por corona. Ceremonioso si debió serlo o al menos parecerlo a sus contemporáneos, bastante brutos la mayoría de ellos, en tanto don Pedro tenía una cultura literaria muy extensa y excepcional para la época, particularmente tratándose de reyes; el Cruel, pues no hizo en realidad, muchas atrocidades que las acostumbradas por los monarcas.
En cuanto al apodo del Puñal, tiene un curioso origen: los nobles de Aragón quisieron salir al paso del poder absoluto del Rey con unos llamados “Privilegios de la Unión” que indudablemente rebajaban la dignidad real a unos extremos entonces inconcebibles. La cuestión se decidió por la fuerza de las armas, y tras de la victoria de Épila -1348- , don Pedro, en las Cortes que a poco celebro en Zaragoza. Con su puñal destruyo los famosos “Privilegios”, y sin duda lo hizo “con cierta cólera y rabia” que se hirió en una mano, arrancándole aquellas exclamación de “Una ley que tanta sangre costo a los pueblos, sangre de rey habrá de costar”. La frase es histórica y bonita; la herida del triple rey no llego a ser ni de pronóstico reservado.
-Alias es una expresión latina que equivale a “por otro nombre”, que designa a escritores y artistas antiguos.
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-La lotería nació en la República de Génova, a finales del siglo XV y principios del XVI, de una manera bastante original. Periódicamente se sorteaban allí cinco de los ciento veinte miembros del Senado para formar una especie de Directorio, o más bien de Consejo de Estado, que se denominaba Signoria.
Llegada la época del sorteo, el pueblo mostraba simpatía por tales o cuales senadores, expresando su deseo, en los más vehementes, revestían carácter de afirmaciones categóricas: “Fulano merece salir y saldrá”. Nunca faltaba quien objetase, con vehemencia: “No saldrá”. De aquí a la apuesta no había más que un paso…El pueblo, poco a poco, fue adquiriendo la costumbre de apostar por este o por el otro, como luego más o menos, se apostaría en las carreras de caballos.
Primero se hacían las apuestas entre dos individuos, en torno de los cuales se agrupaban otros, apostando cada uno según sus preferencias entre los designados por los dos primeros. Al crecer la afición por este juego, se abrieron varias bancas privadas en la ciudad para centralizarlo, a manera de los futuros brookmakers. Finalmente el Gobierno de la Republica observó que aquello podía constituir una bonita fuente de ingresos y tomo a su cargo la operación. Y desde el momento en que los demás Estados se dieron cuenta del saneado negocio que significaba, la lotería se extendió por Europa.
-Los supersticiosos consideran augurio de premio el hecho de que después de comprado el billete de lotería, se rompa, sin querer un plato en la casa donde habita. También recomiendan pasar el billete adquirido por el lomo de un gato negro.
-El primer ventrílocuo, en el sentido actual de la palabra, fue el barón Von Megen, que vivió en Viena hacia finales del siglo XVIII. Aficionado genial, este aristócrata austriaco, -teniente coronel de los ejércitos Reales Imperiales- fue el primero en servirse de muñecos. También fue el primero en la época moderna que hablo de la ventriloquia como de un arte, protestando enérgicamente contra la suposición de que significase inteligencia con espíritus infernales.
-Louis Gambetta, -1836-1882-, el famoso político francés, era también ventrílocuo, y se divirtió muchísimo –en los comienzos de su carrera- interpretando a sus colegas del Parlamento sin que estos pudieran saber de donde procedía la interrupción. Imitaba impecablemente la voz del también político e historiador, Adolphe Thiers,- 1797-1877-, y un día en que un diputado estaba en la tribuna se oyó interrumpir por Thiers de manera muy poco amable. El diputado replico a Thiers en el mismo tono, advirtiéndole que más le valía callarse, y las cosas se hubieran envenenado si Gambetta no llega a aclararlo todo.
-Max von Boehn, en su Historia de la Moda habla de que en el año 1830 invento el sastre de Maguncia, Wildgangs, un traje de una sola pieza para hombres.
-La famosa bailarina belga, Mariana Cuppi, llamada “la Camargo”, fue una de las renovadoras de la indumentaria femenina. Provocó un escándalo al acortar sus faldas unos cuantos centímetros y al adoptar el pantaloncito de precaución al objeto de poder ejecutar los pasos de su danza saltando con desenvoltura. Fue la precursora del maillot.
El distinguido fraile dominico Henri Lacordaire dijo. ¿Quieres ser feliz un instante? Véngate. ¿Quieres ser feliz toda la vida? Perdona.
Gisela Ortega es periodista.
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