¡De Ocumare a la inmortalidad!, por Rafael A. Sanabria M.

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El Rey David y los 80 años de pasión venezolana
La temporada 2025-2026 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), al celebrar su 80 aniversario, rinde un homenaje profundo y merecido al hijo insigne de la costa de Aragua: David Ismael Concepción Benítez, el legendario «Rey David». Bautizar la zafra con su nombre no es un simple formalismo, es celebrar la historia de un hombre humilde que demostró que el talento venezolano puede conquistar el mundo, llevando el alma de su pueblo hasta los más grandes estadios.
Raíces y familia: La fuerza de Ocumare de la Costa
David Concepción nació el 17 de junio de 1948 en la humilde y hermosa Ocumare de la Costa, una población rodeada de mar y montaña en el estado Aragua. Su padre, Ismael Concepción, un camionero que inicialmente no veía el béisbol como un futuro viable, y su madre, Matilde Benítez, le inculcaron el valor del trabajo. David se crió en un núcleo familiar que incluía a varios hermanos, siendo el deporte una vía de escape y un sueño.
En su vida personal, David formó su propio equipo. Está casado con Zaida de Concepción y es padre de cuatro hijos: David, Andrés, Ginés y Zaida. La estabilidad de su familia fue siempre el ancla que le permitió concentrarse en su meteórica carrera, una familia que compartió con él tanto el orgullo de los triunfos como la disciplina de la formación.
Del polvo de la costa al diamante profesional
La historia de cómo David, desde un pueblo costero, llegó a la pelota profesional es una muestra de perseverancia. En Ocumare, donde el béisbol era la principal diversión, David forjó su talento natural como shortstop. Si bien hoy es recordado por su magia en el campocorto, sus inicios en el amateur fueron en ocasiones como pitcher y outfielder.
Su salto al profesional fue un golpe de suerte y talento puro: la leyenda cuenta que fue descubierto en una prueba. A diferencia de otros jóvenes que provenían de grandes ciudades o academias, David llamó la atención por sus habilidades innatas y un brazo prodigioso.
Su debut con los Tigres de Aragua en la temporada 1967-1968 no solo fue el inicio de una carrera local gloriosa —que incluyó tres campeonatos de la LVBP— sino la puerta de entrada a las Grandes Ligas.
El capitán que hizo vibrar a Venezuela
La organización de los Rojos de Cincinnati lo firma y lo hace debutar en 1970. En ese momento, pocos imaginaron que aquel joven venezolano se convertiría en el campocorto titular por 19 temporadas, la cara defensiva de la histórica «Maquinaria Roja».
Para el venezolano, David Concepción significó mucho más que números. Fue la materialización del sueño, el ejemplo de que se podía triunfar a ese nivel. Sus 5 Guantes de Oro, sus 2 Bates de Plata, sus 2 Series Mundiales, pero sobre todo, su histórica designación como MVP del Juego de las Estrellas de 1982 —el primer criollo en lograrlo—, fueron celebrados en cada rincón del país. Él fue el primer gran modelo para generaciones de shortstops que vendrían, incluido el Salón de la Fama Omar Vizquel, quien de niño lo idolatraba y luego le rindió tributo usando su número 13.
Al honrar a David Concepción en sus 80 años, la LVBP no solo celebra un récord o un palmarés; celebra el orgullo de Ocumare de la Costa, el amor de su familia y la capacidad de un muchacho humilde de convertirse en el «Rey» del béisbol, un legado que sigue inspirando nuestra pasión deportiva.
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Rafael Antonio Sanabria Martínez es profesor. Cronista de El Consejo (Aragua).
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