Declarar lo evidente, por Naky Soto
Twitter: @Naky
Human Rights Watch realizó junto con investigadores de la Universidad Johns Hopkins su más reciente informe sobre Venezuela, dedicado al colapso del sistema de salud, por el que solicitan a la Organización de Naciones Unidas una respuesta a gran escala por nuestra emergencia humanitaria compleja, exhortando al secretario general António Guterres que aborde la crisis venezolana como una prioridad y que pida estadísticas oficiales para elaborar un diagnóstico apropiado. Las 71 páginas del informe (que incluye entrevistas a más de 150 personas) demuestran cómo el gobierno de Nicolás ha exacerbado la crisis negando la aguda escasez de medicinas y alimentos, censurando cualquier información sobre los problemas, como el incremento en la mortalidad materna e infantil, la propagación descontrolada de enfermedades prevenibles y el aumento en la transmisión de enfermedades infecciosas. “Estamos ante una crisis humanitaria que es devastadora y no tiene precedentes en Latinoamérica”, afirmó Tamara Taraciuk, abogada de HRW. Seguir ignorando la gravedad de esta emergencia humanitaria es condenar a los más vulnerables a un deterioro irreversible.
La peor crisis en la historia moderna
En su reciente informe semestral sobre América Latina y el Caribe, el Banco Mundial explica: «El PIB real se contrajo un 17,7% en el 2018 y es probable que caiga un 25% en el 2019, lo que implicaría una caída acumulada del PIB del 60% desde el 2013 (…) Nada podía preparar a la región para la escalada de la crisis económica, social y humanitaria en Venezuela, de lejos la peor crisis en la historia moderna de la región». El Banco Mundial afirma que políticas altamente distorsivas (desde controles de precios hasta préstamos dirigidos), un ajuste fiscal desordenado, monetización de la deuda del sector público, y una mala gestión económica en general han causado hiperinflación, devaluación, defaults, y la masiva contracción en el producto y el consumo, por lo que reiteran la estimación de inflación de 10.000.000% para 2019. «El banco está preparando un plan de ayuda social sumamente ambicioso, que se pondrá a disposición de las autoridades venezolanas en cuanto se den las condiciones adecuadas», explicó el economista jefe para América Latina y el Caribe, Carlos Végh.
Los que huyen
Para sumar a los datos del informe de HRW, un informe interno de la ONU (al cual accedió la AFP) asegura que 7 millones de venezolanos -un cuarto de la población- precisa ayuda humanitaria porque carece de acceso a alimentos y a medicinas; unas 3,7 millones de personas sufren de malnutrición y al menos el 22% de los niños menores de 5 años sufren de desnutrición crónica. Solo el chavismo niega el deterioro y la migración forzosa, pero hoy se realizó el cuarto vuelo fletado por el Gobierno de Chile para compatriotas que solicitaron regresar desde Venezuela, con 156 personas a bordo. Hoy también el primer ministro de Curazao, Eugene Rhuggenaath, pidió a Nicolás que abra las fronteras para la entrada de ayuda humanitaria que está disponible en su país. Finalmente, hay un nuevo balance sobre detenciones arbitrarias en el marco de las protestas desde el 29 de marzo al 4 de abril, que reporta 117 arrestos, incluyendo a 13 adolescentes.
Negar la realidad
Con la información que antecede, es imposible digerir la ligereza con la que Nicolás trata una crisis eléctrica que solo empeora la emergencia humanitaria, y se dedica a repetir el pésimo guión de “la primera guerra no convencional para afectar los servicios públicos”. Las intervenciones de sus ministros, Aristóbulo Istúriz, Evelyn Vásquez e Hipólito Abreu, también se enfocaron en la ficción, el primero asegurando una tasa de escolaridad del 90%; la segunda narrando un plan especial de cisternas y el tercero evaluando la generación de energía para el Metro. Nicolás prometió cajas Clap para este fin de semana y electrodomésticos (aún sin electricidad) solo para los leales, los que tengan el carnet de la patria. Más tarde, Corpoelec publicó un documento de 45 páginas con el plan de racionamiento eléctrico. Caracas no está incluida en “el plan”.
El ejemplo de Bashar
En ocho años de combates y bombardeos, Siria ha sufrido el conflicto más cruento de los que estallaron con las “primaveras árabes”. Más de medio millón de sirios han muerto, más de un millón han resultado heridos y 13 millones huyeron forzosamente de sus casas, todo porque el presidente Bashar el Asad se mantuviera en el poder. Quizás por eso es que el canciller de Nicolás, Jorge Arreaza, declaró hoy como un fan y no como autoridad, acusando la experiencia y sabiduría del sirio, y asegurando que ambas naciones son víctimas de una conspiración estadounidense. Junto al fan, habló el canciller Walid al-Moallem, quien prometió recuperar todo el territorio de Siria, incluyendo el Golán. Bashar Al Asad, manifestó su respaldo a Nicolás, condenó la política de EEUU y las sanciones: “Lo que está sucediendo en Venezuela es similar a Siria. El objetivo es dominar y confiscar la decisión independiente de los Estados”, dijo Al Asad. Más cínico y muero. Arreaza, envalentonado, dijo que el chavismo está a punto de perder la paciencia ante las políticas estadounidenses y apuntó que esto podría poner fin a su apuesta por “la diplomacia”.
Siguen en Moscú
La situación en Venezuela no conducirá a la repetición de la “Crisis de los misiles” de 1962 en Cuba, declaró el canciller ruso, Serguéi Lavrov. Según él, los militares rusos acá no suponen convertir a Venezuela en una segunda Siria, reiterando la historia de que solo vinieron a brindar asistencia técnica para el uso de armas. Joaquín Villalobos, exguerrillero salvadoreño, sugiere en un artículo de El País, no confundir una acción de propaganda (los 99 rusos en Venezuela) con un cambio en la correlación geopolítica de fuerzas. Dice: «La verdadera presencia militar en Venezuela la tiene Cuba con miles de efectivos que controlan a las Fuerzas Armadas». Más tarde el vicecanciller venezolano para Europa, Yván Gil, declaró que «nuevas misiones militares van a llegar en el marco de los acuerdos ya firmados». En todo caso, la gente de Nicolás sigue en Moscú, pidiendo más recursos para paliar la crisis que ellos mismos generaron, específicamente en el abastecimiento de trigo, la cooperación pesquera, las telecomunicaciones y el suministro de medicinas.
Movimientos en el tablero
La Unión Europea dijo que los actos de la ANC contra Guaidó «socavan una salida política de la crisis», por lo que rechazan la decisión y la consideran una grave violación de la Constitución venezolana, al estado de derecho y la separación de poderes. John Bolton, asesor de seguridad, declaró que las condiciones humanitarias y la crisis económica en Venezuela no mejorarán plenamente hasta que Nicolás acepte la oferta de amnistía de Guaidó y se aparte del poder: «La corrupción no puede conducir a la prosperidad». De visita en Israel, Jair Bolsonaro aseguró que ejecutará los movimientos diplomáticos necesarios para evitar que Nicolás encierre ilegalmente a Guaidó. El secretario de Estado, Mike Pompeo, aseguró que los 29 ministros de Exteriores de la OTAN evaluaron la presencia de militares rusos en Venezuela como parte de un debate más amplio sobre la actividad del Kremlin en una serie de países. Por cierto, el canciller español Josep Borrell renunció a discutir sobre nosotros en esa reunión porque “la OTAN no está en Venezuela y este no es un ‘chat’ para hablar sobre los problemas del mundo”. El enviado especial para Venezuela, Elliot Abrams, considera que es prematuro hablar de que se aplique el artículo 187 de la Constitución, porque no hay condiciones en este momento para una intervención militar en el país: “Tenemos una carta de opciones y cosas que podemos hacer contra el régimen y que lo van a afectar muchísimo. Tenemos medidas muy fuertes preparadas”, dijo Abrams.
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Estados Unidos solicitó hoy al Consejo de Seguridad de la ONU celebrar una reunión la semana próxima para discutir la asistencia humanitaria a Venezuela. En una nota que circula en el Consejo, la misión estadounidense pidió esta reunión para permitir que éste reciba un informe de la crisis de parte del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, o de su representante.