Oposición y defensores de DDHH señalan al gobierno de muerte de preso político
La líder de oposición María Corina Machado dijo que el preso político Jesús Martínez Medina, quien trabajó como testigo electoral en los comicios del 28 de julio, «murió en sus manos (del gobierno), murió por las condiciones inhumanas en las que estuvo secuestrado»
Organizaciones y activistas defensores de derechos humanos reaccionaron este 14 de noviembre a la muerte, bajo custodia del Estado, de Jesús Martínez Medina, quien fue detenido en medio de los conflictos poselectorales que se registraron en el país.
Martínez Medina, de 48 años, falleció este 14 de noviembre en Barcelona, estado Anzoátegui. El opositor Eduardo Battistini fue quien dió a conocer el deceso del hombre, aprehendido un día después de los comicios presidenciales en los que trabajó como testigo electoral.
La líder de oposición María Corina Machado aseveró que el fallecimiento del activista es «un crimen más de Maduro y su régimen».
Machado afirmó en sus redes sociales que Martínez Medina «murió en sus manos (del gobierno), murió por las condiciones inhumanas en las que estuvo secuestrado. A su madre, Mary, a su pequeña hija Susej, y a todos sus compañeros, les hago llegar toda mi fuerza, mi cariño y mis bendiciones. Querido Jesús, esa hermosa canción llanera que nos hiciste nos acompañará, en tu nombre y en tu memoria, hasta la Libertad».
El dirigente opositor Edmundo González Urrutia sostuvo que la muerte del activista no es un caso aislado; «es la prueba de un régimen que castiga, niega y elimina de manera sistemática y generalizada, a aquellos que alzan la voz».
Añadió que Jesús Manuel Martínez fue uno los héroes que el 28 de julio «defendió el voto de los más 7 millones de venezolanos que votaron por un cambio. Murió bajo custodia del Estado y sufrió una muerte causada por la indiferencia y la negligencia de las autoridades. Se le negó atención médica, medicamentos y el traslado urgente a un centro de salud. Martínez, fue testigo principal en su mesa electoral y lo apresaron de manera arbitraria durante las protestas del 29 de julio».
Por su parte, Vente Venezuela Anzoátegui señaló en un comunicado: «La muerte de nuestro compañero constituye otro asesinato del régimen venezolano, que ha violado sistemáticamente los derechos humanos y la dignidad de sus ciudadanos. Lamentamos la muerte de Martínez Medina, quien perdió la vida debido a la negligencia y falta de atención médica por parte de las autoridades responsables, quienes ignoraron las advertencias sobre su estado de salud. De acuerdo al ordenamiento jurídico venezolano, el Estado es responsable de la salud, seguridad y vida de los privados de libertad en su poder».
Elisa Trotta, una de las fundadoras del Foro Argentino por la Defensa de la Democracia, escribió en sus redes sociales que Martínez Medina murió en los calabozos de «la dictadura criminal de Nicolás Maduro». Afirmó que «lo mataron lentamente».
Trotta enfatizó que el delito del joven fue defender la democracia, «y por ello pagó el precio más alto». Destacó que el suceso «refleja el brutal terrorismo de Estado en Venezuela, donde la dictadura persigue y castiga la verdad con el propósito de silenciar cualquier esperanza de cambio».
Juan Pablo Guanipa, dirigente de Primero Justicia, lamentó la muerte del preso político. A su juicio, el gobierno de Nicolás Maduro «lo secuestró» por el hecho de haber trabajado como testigo y defender el triunfo que según la oposición obtuvo Edmundo González en las presidenciales.
«La muerte de Jesús tiene un solo responsable: el régimen de Nicolás Maduro. Mi abrazo a la familia y amigos de Jesús. Que Dios los acompañe en este momento. Lucharemos por la justicia y por que no haya ni un venezolano más preso o muerto por razones políticas», añadió Guanipa.
La cuenta del Comité por la Libertad de Trabajadores Presos rechazó el hecho de que la complicación médica que tuvo Martínez Medina no fue atendida a tiempo.
La ONG Justicia, Encuentro y Perdón recordó que «su muerte es un recordatorio doloroso de las consecuencias de la persecución política y de la falta de garantías a los derechos humanos».
«Rechazamos la falta de atención médica oportuna que sufrió Jesús Martínez Medina durante su detención. Padecía de diabetes tipo II que le ocasionaba abscesos en la piel y deficiencias cardíacas, condiciones que se agravaron debido durante su prisión. La falta de atención médica adecuada es una violación flagrante a los derechos humanos a la salud y a la vida, y un acto de crueldad», agregó Justicia, Encuentro y Perdón.
Los partidos Primero Justicia y Encuentro Ciudadano también condenaron la muerte.
«Queremos reiterar la mención al artículo 43 de la Constitución, que hizo la presidente del partido Delsa Solórzano hace pocos días, refiriéndose justamente al caso de Jesús: ‘El derecho a la vida es inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena de muerte, ni autoridad alguna aplicarla. El Estado protegerá la vida de las personas que se encuentren privadas de su libertad, prestando el servicio militar o civil, sometidas a su autoridad en cualquier otra forma», dijo Encuentro Ciudadano.
Primero Justicia añadió que «este joven solo estaba luchando por el retorno de la democracia en el país y murió injustamente bajo la custodia del régimen, sumándose a la lista de presos políticos que han muerto en sus manos y sin nadie que se haga responsable».